El Comunismo: Del esplendor a la reliquia histórica

  • Las semillas del comunismo germinaron mucho antes del siglo XX. La palabra en sí- comunismo- se inventó tarde, y su uso sólo se generalizó en francés, alemán e inglés en la década de 1840. Ha denotado de manera sistemática un deseo de socavar los cimientos de la sociedad y reconstruirla. Los comunistas nunca han ocultado su entusiasmo respecto a sus propósitos. Han concentrado un odio constante al orden existente en el Estado y la economía. Han proferido que sólo ellos-y no sus numerosos rivales en la izquierda política- poseen el potencial doctrinal y pragmático para transformar las relaciones humanas. Cierto tipo de igualitarismo perdurò en sus objetivos.

 Por José Rafael García García

        La determinación y la impaciencia para conseguir el cambio han sido rasgos permanentes. El compromiso con una organización militante ha perdurado. Pero el comunismo en sí no ha cesado de desafiar los intentos de definición. Y no es de esperar que se produzca un consenso final. El comunismo de un comunista es el anticomunismo de otro comunista, y es poco probable que esta situación cambie.

KARL MARX Y FRIEDRICH ENGELS PROPORCIONARON LA INSPIRACIÒN COMUNISTA DEL SIGLO XX.

 Nadie cautivó de manera tan eficaz las opiniones en la extrema izquierda política no atrajo a gente de otras mentalidades a este punto de visto. El entusiasmo de sus escritos y su politiquería era tremendo. Pocas otras variantes de ideología comunista volvieron a tomarse en consideración fuera de la atmósfera enrarecida de grupos eruditos o sectarios.

  La clase de marxismo que conocían estaba vinculada en mayor o menor medida con la interpretación ofrecida por Lenin y los protagonistas de la Revolución de octubre de 1917 en Rusia….

Ambos murieron en el exilio en el Reino Unido. Marx falleció el 14 de marzo de 1883 en su casa familiar del norte de Londres. Engels vivió una docena de años más, falleció el 5 de agosto de 1895. Ambos eran alemanes. Marx había nacido el 5 de mayo de 1818 en Tréveris; Engels, el 28 de noviembre en 1820 en Barmen. Los Marx habìan sido judíos observantes hasta que el padre de Karl, un abogado competente y ambicioso, se convirtió al cristianismo. La familia de Engels fueron estudiantes brillantes. Estaban bien educados; leían con voracidad literatura europea y se interesaron por los debates pùblicos contemporáneos; Marx era experto en filosofía griega antigua.

 La aversión a la «sociedad burguesa» no impidió a Marx y Engels beneficiarse de la industria capitalista y de dicha sociedad burguesa. El padre de Engels había adquirido una fábrica textil en Manchester. El hijo trabajó allí hasta 1870, asegurándose unos ingresos y aprendiendo del capitalismo desde dentro.

   El futuro se especificaba. Marx y Engels predijeron una lucha final entre la y el bajo el capitalismo. El resultado, decían, era inevitable: la supremacía del proletariado.

  El proletariado era un término que usaban cada vez con más frecuencia los intelectuales socialistas para referirse a la clase obrera. Marx y Engels veían a los obreros empleados como el futuro redentor de la humanidad. Dedicaban escasa atención a los desempleados. Ellos, como la mayoría de los burgueses de la época, no tenían tiempo para quienes ocupaban el estrato más bajo de la sociedad, quienes no contaban con ocupación regular, despreciaban al llamado lumpen proletario… La gran revolución creían requerían una fuerza activa de trabajadores industriales organizad capaces y alfabetizados.

 La esperada transformación no estaría restringida a las . En respuesta a sus críticos. Marx y Engels admitieron que el comunismo viene a destruir esas verdades eternas, la moral, la religión, y no sustituirlas por otras nuevas; viene a interrumpir violentamente todo el desarrollo histórico anterior. Esa era la perspectiva a largo plazo. Por el momento, no obstante, se limitaban a demandar ciertas reformas. Sólo pretendían abolir la propiedad de tierras  y los derechos de herencia. También exigían un impuesto sobre la renta gradual. Planeaban < la extensión de fábricas e instrumentos de producción de propiedad estatal>. Aspiraban a una educación universal y libre. Exigían la obligación universal del trabajo y proponían la creación de ejércitos industriales, especialmente para la agricultura. Aspiraban a la absolución de la familia. Resumieron su posición en palabras asombrosas: < Los obreros no tienen país. Mal se les puede quitar lo que no tienen. El proletariado debe en primer lugar adquirir supremacía política, debe alzarse para ser la clase líder de la nación>. 

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