FaceApp: qué riesgos de privacidad hay al usar la aplicación de origen ruso que te permite verte como anciano

El filtro «Edad» de FaceApp permite mostrar cómo luciría un rostro en la vejez.
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BBC Mundo

Quienes conocen FaceApp desde hace un par de años saben que el filtro «Edad» de esta aplicación ha existido desde que fue lanzada para los sistemas de móviles iOS y Android.

Pero en los últimos días se ha convertido en la app del momento luego de la enorme mejora en la capacidad de ese filtro que permite al usuario «transformar» el rostro de una persona y ver cómo luciría en la vejez.

En Facebook, Instagram y Twitter han aparecido cientos de imágenes de usuarios de este filtro, así como de personajes conocidos, como políticos y futbolistas, con un aspecto de 70 u 80 años.

Como ocurrió en mayo con el filtro de Snapchat que mostraba cómo luciría una persona si fuera del sexo opuesto, FaceApp ha generado mucho entretenimiento.

Qué tan recomendable es ceder a la aplicación información personal, como la que se incluye en fotos del rostro, a cambio de un rato de diversión es una de las preguntas en el aire.

Luego de casos como el del algoritmo de Cambridge Analytica o los seguimientos de vigilancia basadas en el reconocimiento facial en Reino Unido o China, el cómo es manejada la privacidad de usuarios de aplicaciones para móviles o redes sociales ha estado en el centro del debate.

FaceApp no escapa a esto.

¿Qué hace FaceApp?

La aplicación se presenta como un servicio para lograr la «selfie perfecta».

«¡Consigue selfies con calidad de portada de revista con un par de toques! Funciona con FaceApp AI, la tecnología más avanzada de edición neural de retratos», se promociona en su descripción en Android.

Ejemplos de las características de FaceApp FACEAPP
  FaceApp ofrece varios filtros para editar el rostro, entre ellos el del envejecimiento facial (centro).

También en la AppStore de iOS explica que sus filtros pueden añadir una «sonrisa hermosa» a una foto, cambiar de género o lucir más joven o más viejo.

Esto último es lo que se ha popularizado desde hace unos días, pues aunque era una función ya ofrecida desde 2017, la capacidad de los filtros ha mejorado notablemente.

Un usuario puede tomarse una selfie o subir una foto de su rostro, o de otra persona, y en un instante obtiene el retrato de la misma en la vejez avanzada.

Este martes FaceApp se encontraba en el número 1 de la lista de aplicaciones del momento del sistema iOS, incluso por encima de Instagram.

¿De dónde surgió?

FaceApp fue lanzada hace un par de años por Wireles Lab, cuya sede está enSan Petersburgo, Rusia.

La firma tecnológica se ha visto salpicada por controversias en el pasado, un par de en 2017 cuando dos filtros fueron retirados ante las críticas por resaltar estereotipos físicos raciales.

Ejemplos de las características de FaceApp FACEAPP
 El filtro de envejecimiento del rostro ya existía en FaceApp desde 2017, aunque con resultados menos «realistas».

El presidente de la empresa, Yaroslav Goncharov, se disculpó en abril de ese año luego de que uno de sus filtros, llamado «hot» (sexy, atractivo), aclaraba la piel de los usuarios.

Otro más que permitía un cambio de raza, para lucir como afrodescendiente, indio, asiático o caucásico, fue borrado un día después de ser lanzado ante la ola de críticas que recibió.

Goncharov dijo que en el caso del filtro «hot» hubo un «efecto secundario desafortunado de la red neuronal subyacente».

La «red neuronal» a la que hizo referencia es el conjunto de algoritmos de inteligencia artificial «para modificar una cara en cualquier foto al tiempo que se mantiene fotorrealista», explicó Goncharov en ese entonces.

¿Qué datos recopila FaceApp?

Los términos de servicio de FaceApp no son muy diferentes a los de otras aplicaciones.

La aplicación señala que puede recopilar «contenido del usuario (por ejemplo, fotos y otros materiales) que publica a través del servicio».

Una mujer con un celular frente a un retrato de Vladimir Putin GETTY IMAGES
 FaceApp tiene su sede en Rusia, país en el que el presidente Vladimir Putin ha establecido su propio manejo del internet.

La app también realiza un «monitoreo» de la actividad del usuario, incluidas «las páginas web que visita» y su ubicación, y recopila «metadatos» sobre cómo interactúa el usuario con el servicio.

«No alquilaremos ni venderemos su información a terceros fuera de FaceApp», señala su aviso de privacidad.

Pero un aspecto que analistas han resaltado es que FaceApp indica que puede llevar la información a una jurisdicción diferente a la del país donde esté el usuario.

«Tenga en cuenta que podemos transferir información, incluidos datos personales, a un país y jurisdicción que no tenga las mismas leyes de protección de datos que en su jurisdicción», advierte.

El reconocimiento facial

Una polémica similar a la de FaceApp giró en torno a Facebook a comienzos de año con el llamado #10YearsChallenge, el reto de subir una foto de hace 10 años y una actual para admirar el paso del tiempo.

Algunos expertos afirmaron que eso podría servir para que plataformas como las de esa red social «entrenen» a sus herramientas de reconocimiento facial que puede ser usado tanto con fines comerciales (vender publicidad) como de vigilancia (privada o gubernamental).

Mujer con dibujos de reconocimiento facial.  GETTY IMAGES
 La policía de Londres probó un nuevo sistema de reconocimiento facial en las calles más concurridas de la ciudad.

Los expertos en seguridad informática advierten que para un usuario es muy difícil saber si el reconocimiento facial se está utilizando en aplicaciones y para qué fines.

Y al igual que en China, el gobierno de Rusia ha establecido en los últimos años controles propios al internet que pueden ir en una vía diferente al concepto de la «red sin fronteras» que predomina en el resto del mundo.

Sin embargo, del otro lado del mundo Facebook también se han visto involucrados en problemas de manejo de privacidad de sus usuarios, como el caso de Cambridge Analytica.

La organización británica en defensa de la privacidad Big Brother Watch ha descrito en el pasado el uso de la tecnología de reconocimiento facial como «peligrosamente autoritaria».

«Monitorear a personas inocentes en público es una violación de los derechos fundamentales a la privacidad, a la libertad de expresión y al derecho de reunión», señaló tras un ensayo de seguimiento facial en vivo de las autoridades en Londres.

«Estamos luchando contra esto para todos aquellos que no quieran convertirse en tarjetas de identidad andantes en una nación vigilada», advirtió.

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