La inmigración entre los temas inspiradores del voto latino

En pocas palabras.
Javier  J. Jaspe
Washington D.C. 18 de Julio de 2012

 No es que las medidas para sacar al país de la crisis económica, aumentar el empleo, reducir el déficit fiscal y mantener controlada la inflación, dejen de interesar a la cada vez mayor creciente población latina que votará en estas elecciones presidenciales. Tampoco, que no le preocupen a esta misma población, las amenazas de cortar el financiamiento e incrementar la edad de jubilación para poder recibir el Seguro Social, o la posible privatización de Medicare o la revocatoria de la llamada Ley de Cuidado de Salud Asequible dictada por el presidente Obama, instrumento este último mediante el cual cerca de 9 millones de hispanos estarían teniendo acceso a cobertura de salud, según se pregona desde el lado Demócrata.

Por supuesto que todos los anteriores y otros tópicos que forman parte de la agenda de Demócratas y Republicanos en la actual contienda electoral, unos más y otros menos, despiertan el interés o la preocupación, según el caso, de la población latino/hispana que votará en estas elecciones para elegir al próximo presidente de los Estados Unidos. Sinembargo, a estas alturas,   uno de los temas que parece estar inspirando mayormente el voto de los latino/hispanos estaría representado por la posición que éstos  perciben mantienen Demócratas y Republicanos, en torno al contingente de inmigrantes latino/hispanos que actualmente se encuentren en situación ilegal en los Estados Unidos.

El indicado asunto tiene necesariamente pegada electoral, ya que el contingente de inmigrantes ilegales latino/hispanos se cifra generalmente en unos diez millones, de los cuales, posiblemente unas dos terceras partes son de origen mexicano. Esta última idea, por su parte, estaría basada en los recientes estudios del Pew Research Center, donde se afirma que, de una población hispana de 50 millones de personas viviendo en los Estados Unidos, aproximadamente unos 33 millones se declaran de origen mexicano (http://www.pewhispanic.org/2012/06/27/the-10-largest-hispanic-origin-groups-characteristics-rankings-top-counties/). De allí se colige, pues, que si la mayor parte de la población latino/hispana es de origen mexicano y ella constituye el principal contingente del voto latino/hispano, es lógico que a éste le motive la suerte de la mayoría de inmigrantes ilegales latino/hispanos, también de origen mexicano, a la hora de votar en las elecciones para presidente del presente año.

Si bien hasta lo que va del año, poco es lo que Demócratas y Republicanos han hecho para avivar el debate en la materia aludida, luego del abandono del proyecto llamado Dream Act en el 2010, debe destacarse la iniciativa tomada por el presidente Obama a mediados de junio pasado, de dictar una providencia administrativa con el objeto de diferir por dos años el proceso de deportación y darle permiso de trabajo a inmigrantes ilegales que se encuentren dentro de ciertas condiciones. Estas condiciones incluyen, entre otras, que sean menores de 31 años y hayan llegado a los Estados Unidos antes de haber cumplido los dieciseis años, que estén cursando o hayan cursado estudios o sean veteranos, y que no hayan sido objeto de condena penal.

La indicada medida no tardó en ser seguida por críticas esporádicas de oposición desde el lado Republicano (la medida complicará obtener una solución definitiva del problema…., el Congreso fue echado a un lado por el presidente…., es una típica medida demagógica para captar el voto latino/hispano….), pero lo cierto es que no ha dejado de producir cierto alivio entre los jóvenes inmigrantes ilegales favorecidos y sus familiares, quienes han agradecido la oportunidad de salir de la vida clandestina y poder obtener de manera abierta un trabajo remunerado y bajo condiones similares a las que se ofrecen en el mercado legal. Esta circunstancia, además de otros efectos nada despreciables de la medida comentada, como la de contribuir a activar con nuevos negocios y manos de obra una economía en fase de bajo crecimiento, así como la de permitir a los jóvenes beneficiarios un marco propicio para pagar sus impuestos, no han dejado de producir la sensación de que dicha medida podría ser prorrogada y hasta llegar a alimentar parte de la solución definitiva del problema durante el próximo período presidencial.

En pocas palabras, y aunque faltan los detalles para su implementación efectiva, la medida dictada por el presidente Obama sobre la inmigración ilegal, si bien no constituye una solución de fondo al problema planteado, parece estar siendo percibida como un paso al frente que puede significar un avance positivo en la solución de largo plazo del problema planteado. Si esta percepción se consolida, y no hay respuesta alternativa adecuada del lado Republicano, no abrigamos duda de que la misma contribuirá a orientar el voto latino/hispano hacia el candidato Demócrata en las venideras elecciones presidenciales del 6 de noviembre. Veremos….

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