Malandro con arsenal nuclear

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Vladimir Putin , identificaciòn de espìa de la KGB, acreditado como agente de la Stasi en Alemania comunista I 1985

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Germán Gil Rico  
Anàlisis Libre Internacional

El malandro* intento correr, luego de arrebatar la cartera a una anciana. Un policía que vigilaba en las proximidades lo atrapó y mientras le colocaba las “esposas” el malandro comenzó a gimotear, a explicar que robaba porque tenía mucha necesidad y a pedir que lo dejara libre, jurando por su “mamaíta” que no lo haría de nuevo. El policía tuvo compasión y lo dejó ir. Caminaron en direcciones opuestas. El malandro dobló en la esquina y asaltó una joyería. Porque el malandro no es persona de fiar. No tiene moral. La experiencia con las Zonas de Paz, donde acuartelaron todo el malandraje de los llamados Colectivos, armados por Hugo Chávez, para que se “regeneraran” y defendieran la revolución asesinando opositores, es asiento de bandas como la que comandó el Koki quien, sintiéndose fuerte,  enfrentó a la Policía Nacional y a la Guardia Nacional con armamento de guerra. Tenía el propósito de tomar por asalto la ciudad. Igual que Ernst Röhm, el de las brigadas Nazi, que fue dado de baja por la Gestapo que lo utilizaba, cuando su amenaza llegó a las puertas de sus cuarteles. El Koki, informó la prensa, finalizó igual.

Hoy la suerte de la humanidad, la vida en el planeta pende de los arrebatos de un malandro sociópata de torva mirada,  empeñado en reconstruir el Russkiy Mir (Mundo Ruso) tenido como doctrina nacional y máxima conquista no alcanzada por el bárbaro Gengis Kan o Iván el Terrible, tampoco por Pedro el Grande ni Catalina. Todo el que se hace del poder absoluto, como es usual en Rusia, se siente en deuda con el destino manifiesto. Un mandato telúrico.

Vladimir Putin no podía ser la excepción. A un ex KGB y dueño de todo el poder, nada le cuesta ordenar “atentados” contra ciudadanos de origen y habla Ruso, desatar los demonios de una Guerra Civil y luego intervenir para “salvaguardar” la vida e intereses de las “víctimas”, ocuparlo, establecer gobiernos títeres y despojarlos de territorios estratégicos. Georgia es vivo ejemplo.

A Ucrania se la tenía jurada. Extensión territorial, rica en minerales estratégicos con tecnología de avanzada y desarrollo agropecuario, con excedentes suficientes para la exportación. Ucrania no se siente bien con el gobierno ruso. El recuerdo del Homodolor en el que le asesinaron 5 ó 6 millones, es una profunda herida que no puede sanar. Por eso cuando se produjo una fisura en el telón de acero, escapó hacia la libertad. Putin no la perdona.

El hostigamiento a Ucrania ha sido permanente. En 2014, Rusia introdujo los tanques en su territorio, para “proteger” los ciudadanos de origen ruso de la persecución fascista. Se anexó a Crimea que, en el curso de su larga historia, ha sido ocupada y arrancada de Ucrania por kurdos, turcos y rusos, hasta que, en 1954, Nikita Kruschev la devolvió a Ucrania, pero aplastada con la bota de la URSS. Las disputas por ese territorio la ha estimulado la estratégica salida a Europa por el puerto de Sebastopol, utilizado por todos los invasores y asiento de la flota Rusa en el Mar Negro. Las potencias occidentales no midieron, con el debido cuidado, la magnitud de  esos movimientos y los objetivos en la mira. Putin busca abrir espacios que distancien las fronteras rusas de la Unión Europea y conservar la salida expedita por el Mar Negro al Mediterráneo.

De tiempos inmemoriales Rusia se ha expandido ocupando territorios de países vecinos, por lo que no es novedoso el que a Georgia le arrebatara Ossetia del Sur y Abjassia e inventara las repúblicas independientes Doneysk y Lugansk en el Dombass, territorio ucraniano. En Kiev bombardea hospitales y escuelas. Quiere asesinar el mayor número de ucranianos, demoler toda edificación. La represión aguarda a quienes se salven. Restablecer Ruskiy Mir, la Gran Rusia, el destino manifiesto. Para lograrlo, arrasará con todo, no dejaría piedra sobre piedra en Ucrania. Si lo dejan, elevará la “mira”. Apuntará más lejos y disparará por elevación. ¡Cuidado!

El malandro es un psicópata, amoral y con ARSENAL NUCLEAR.

  • Malandro: pillo, persona joven] Que comete robos u otros actos delictivos.

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