Mujeres: A Conquistar la Política

 

Alexandra Hidalgo * (Honduras) / analisislibre.org

Para alcanzar el éxito una mujer debe ser mucho mejor en su trabajo que un hombre.»
-Golda Meir, Primer Ministra de Israel, 1969-1974

¿Por qué?, ¿por qué tiene que ser así?, ¿por qué las mujeres debemos esforzarnos el doble o el triple que un hombre para ser consideradas exitosas en lo que hacemos?

Golda MeierSin duda alguna Golda Meir, la ‘dama de hierro’ original, sabía de lo que hablaba. Después de todo, liderar a Israel a través de graves crisis como la masacre de atletas olímpicos israelíes, en Munich, durante 1972 y la guerra de Yom Kippur en 1973, no fue fácil; no fueron días de decisiones fáciles.

Porque las decisiones que afectan la vida de otros seres humanos jamás son fáciles, y eso lo sabe mucho mejor una madre, diría yo, que un padre.

Uno de los mejores discursos sobre la participación política de las mujeres, a mi gusto, lo dio Michelle Bachelet, hoy Presidenta de Chile por segunda ocasión, pero entonces directora ejecutiva de ‘ONU Mujeres’, el 11 de Octubre del 2011, en Helsinki, Finlandia.

Decía la Presidenta Bachelet:
‘Hasta el día de hoy muchas mujeres alrededor del mundo aún no pueden participar en política porque se los impiden factores como la violencia, la pobreza, la falta de acceso a la educación y a la salud de calidad, y sobre todo, el peso del trabajo no remunerado en casa encima del peso del trabajo remunerado, si lo tiene.

Es por causa de estos obstáculos que nuestros países pierden cientos o miles de líderes mujeres todos los años, perdiendo una importante fuente de soluciones a los problemas de sus poblaciones.’

BacheletPero lo que viene después, en el mismo discurso, es aún más interesante:
‘Yo considero que la participación política de la mujer es fundamental para la democracia y esencial para lograr desarrollo sostenible y paz social. Y ahora hay datos que demuestran que los países con mayor igualdad de género tienen mejores índices de PIB, y que el liderazgo de la mujer en el sector corporativo ha resultado en mejoras sustanciales de los índices de rendimiento. Así como sabemos que los países con mayor número de mujeres en sus estructuras parlamentarias tienden a crear leyes hacia la igualdad y presupuestos que benefician a las mujeres y niños de la nación.’

Y luego:
‘Pero aún falta mucho camino por recorrer. Al día de hoy, menos del diez por ciento del liderazgo político mundial son mujeres’.

A ver entonces cómo estamos en Honduras.

Aparte de las candidaturas presidenciales de las Sras. Nora de Melgar y Xiomara de Zelaya, cuya importancia como hitos de la participación política de las mujeres hondureñas no debemos desestimar, tenemos actualmente, si mis cuentas no fallan, 33 diputadas de 120 curules en el Congreso Nacional, lo que equivale al 27.5% del mismo.

Lo cual indicaría que estamos por encima de ese diez por ciento de promedio citado por la Presidenta Bachelet. ¿Es bueno eso? No tanto como podría parecer. Si consideramos que las mujeres constituyen el 49.98% de la población hondureña, entonces nos damos cuenta de que estamos claramente sub-representadas.

¿Por qué? Pues yo tengo una respuesta simple: las mujeres en Honduras aún no hemos forjado una consciencia de mujer.
De modo que no es tanto un asunto de porcentajes, sino de consciencia. Podríamos incluso llegar a ser el 60% o el 70% de la representación política, pero sin una consciencia de mujer seguiremos oprimidas bajo la bota grosera del machismo político latinoamericano, ese de los palenques donde se pelean nuestros gallitos.

Ojo: no estoy culpando a los hombres. Ellos simplemente toman lo que nosotras damos libremente: nuestra sumisión. Porque eso es lo que hemos sido hasta ahora: mujeres sumisas y obedientes que observan cómo el machismo catastrófico, hijo del patriarcado intolerante, fracasa una y otra vez en solucionar los problemas de esta nación, para llevar a la ciudadanía a un estado de bienestar.

¿Qué vamos a hacer, mujeres?

No hay misterios: nos unimos, nos abrazamos. Forjamos consciencia de mujer. Y luego nos vamos todas juntas a detener esta indecente miseria en la que la mayoría de los hondureños y las hondureñas aún viven.

Yo estoy lista y dispuesta

* Licenciada en Mercadotecnia, activista, emprendedora social, Honduras

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