Nicaragua: una revolución traicionada

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José Ignacio Moreno León

La violenta represión en contra de las manifestaciones populares que por más de 100 días se han estado realizando en Nicaragua, contabiliza ya más de 450 muertos, cerca de 2500 heridos además de un importante número de detenidos y desaparecidos. Se trata de la justa protesta del pueblo nica frente a un régimen autoritario y represivo que, utilizando bandas criminales encapuchadas, una policía obediente que sin ningún respeto por los derechos humanos, actúan como milicias armadas tratando de silenciar el reclamo.

Relevantes figuras históricas de la Revolución Sandinista han expresado públicamente su rechazo ante el sesgo dictatorial y poco ético que ha identificado a la gestión de Ortega desde que este asumiera su primer periodo de gobierno en 1980, para retornar al poder, mediante el fraude electoral y otras manipulaciones ilegales en las elecciones de noviembre del 2006. Es así como Sergio Ramírez, el reconocido escritor y político nicaragüense, quien fuera vicepresidente en el primer gobierno sandinista en su obra Adiós Muchachos (1990), denuncia el fraude y el caudillismo promovido por Ortega en su primer gobierno y más recientemente ha hecho fuertes críticas frente a las acciones represivas.

Otro prócer del sandinismo, el sacerdote y reconocido poeta, escritor y escultor de ese país, Ernesto Cardenal, quien fuera Ministro de Cultura del primer gobierno de Ortega, también ha hecho fuertes críticas al régimen y a los fraudes electorales y carácter represivo del mismo. Así mismo, la poeta y novelista Gioconda Belli, activa participante en la gesta revolucionaria, ha denunciado la corrupta gestión y el autoritarismo de la pareja presidencial.

También Humberto Ortega, quien como comandante revolucionario estuvo al frente del ejército sandinista y ahora en retiro, ha denunciado la acción criminal de los paramilitares usados por su hermano para reprimir las protestas y ha pedido acabar con la presencia de esos grupos armados. Pero las reacciones de crítica frente al cambio autoritario, la corrupción y la represión que le ha impuesto Daniel Ortega a la llamada Revolución Sandinista, incluye a otros relevantes líderes de la izquierda continental como el ex presidente de Uruguay Pepe Mujica, quien recientemente le ha dicho a Ortega que abandone el poder.

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