Rumbo a la Santidad… Ahora Si!

 .

José Ignacio Moreno León *

Análisis Libre

En una entrega anterior sobre el tema referíamos que en este nuevo año, en que se cumple el 29 de junio el primer centenario de la desaparición física del Siervo de Dios y Venerable José Gregorio Hernández, la Iglesia Católica venezolana se ha propuesto impulsar una serie de actividades para resaltar la obra y memoria de este venezolano ejemplar que esta en camino de convertirse en el primer santo de nuestro país.

No contábamos para el momento del artículo referido, con el hecho de que  concluyendo el año, las autoridades eclesiásticas  encargadas en el país  del proceso de beatificación terminaron la recopilación y validación de los documentos y testimonios científicos de un nuevo presunto milagro del doctor Hernández, cuyo expediente el 18 de enero fue entregado directamente por nuestro Cardenal Baltazar Porras a la Congregación de la Causa de los Santos, organismo del Vaticano responsable del estudio de los casos sometidos por autoridades eclesiásticas para el reconocimiento de posibles milagros que manifiesten expresiones de santidad de un notable cristiano y que, luego de su valoración positiva son propuestos al Sumo Pontífice para la beatificación o canonización; en el entendido que el primer paso hacia la declaración de santo (canonización) lo constituye el reconocimiento de un primer milagro que permite a la Iglesia Católica declarar al milagroso como Beato de la Iglesia.

En esta ocasión se trata del caso de una niña indígena -para entonces de apenas 10 años- quien, el 10 mayo de 2017, en un remoto lugar del estado Apure resultó gravemente herida por un disparo que le perforó el cráneo, durante un intento de robo a su padre. Luego de ese dramático suceso y un penoso traslado durante más de tres horas en canoa por los ríos de la zona hasta el hospital de San Fernando, la niña moribunda por la copiosa perdida de sangre y grave daño cerebral, fue operada por un equipo médico, con las restricciones frecuentes en esos centros hospitalarios, pero con la fe puesta en el Médico de los Pobres por el cirujano que llevó a cabo esa delicada intervención y por los padres y familiares cercanos de la paciente. Se destaca que el equipo de galenos al principio no creyó en la salvación de la menor, dada la gravedad de su lesión cerebral y las críticas circunstancias en que se realizó la intervención quirúrgica. Lo milagroso del caso es que la menor logro superar su grave estado sin que hasta la fecha, como lo certifican científicamente los médicos tratantes, manifieste ninguna secuela negativa del delicado transe sufrido. En el expediente sometido al Vaticano se incluyen las afirmaciones de los médicos, quienes firmemente manifiestan no encontrar ninguna explicación científica para la feliz recuperación plena de la paciente, quien al momento goza de buena salud. Todo lo cual reúne las condiciones exigidas para el reconocimiento del caso como un hecho milagroso, que de ser validado en Roma permitirá que el Papa Francisco reconozca al doctor José Gregorio Hernández como Beato, permitiendo así que la iglesia local le rinda formalmente culto público. Luego vendrán seguramente un nuevo milagro para que, de acuerdo a los cánones eclesiásticos, este ilustre científico trujillano, universitario y ciudadano ejemplar, y sobre todo un apóstol entregado al ejercicio del bien, sea elevado a la santidad y permitido su culto por toda la iglesia católica universal.

La santidad de José Gregorio Hernández fue ampliamente reconocida y promovida desde su trágica muerte, tal y como lo hemos referido en el artículo anterior; fue por eso que desde 1949 el entonces Arzobispo de Caracas Mons. Lucas Guillermo Castillo comenzó el proceso de la Causa de Beatificación y Canonización, el cual luego de una prolongada interrupción, fue reactivado en 1957, para que en 1972 José Gregorio fuera declarado por el Vaticano como Siervo de Dios y en enero de 1986, el Papa Juan Pablo II decretó Venerable al doctor Hernández en reconocimiento a la heroicidad de sus virtudes cristianas. Luego en 1986 y en 2009 la Vice postulación venezolana presentó a la Congregación de la Causa de los Santos sendos presuntos milagros que no cumplieron los requerimientos exigidos por esa Congregación para ser reconocidos como auténticos milagros.

Dados los elementos que conforman el nuevo presunto milagro, no parece haber dudas que el caso a que hemos hecho referencia cumple con los estrictos requerimientos eclesiásticas que exigen la absoluta seguridad de que la curación sea instantánea, no explicable desde el punto de vista médica y para lo cual se haya invocado la interacción exclusiva del Venerable José Gregorio Hernández -como lo afirmó el cirujano que practicó la intervención-, todo lo cual se demuestra en los documentos sometidos al Vaticano por el Cardenal Porras. Por ello nos atrevemos a señalar que ¡ahora sí!, el Siervo de Dios y Venerable Doctor José Gregorio Hernández se encuentra rumbo a convertirse en el primer santo venezolano -un santo del pueblo salido de la universidad como apóstol de la medicina -, en circunstancias que mucho bien le va generar a nuestro país en las difíciles realidades que estamos viviendo.

    •  Director General del CELAUP, ex Rector Universidad Metropolitana  [email protected]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *