Venezuela: Corregir los errores

En pocas palabras. Javier J. Jaspe / Análisis Libre

Washington D.C.  

De acuerdo  con las noticias  recibidas desde Caracas, en Venezuela todavía se debaten los resultados de la contienda electoral del pasado 8 de Diciembre (8D), con base en los cuales el partido del chavismo/madurismo (PSUV) se atribuye el triunfo, mientras la oposición democratica reclama haber obtenido importantes logros, al conquistar la mayoría de las alcaldías en las ciudades más importantes del país, a pesar de las numerosas irregularidades cometidas por el gobierno con la complicidad del Consejo Nacional Electoral.

En cualquier caso, la diferencia en las votaciones del gobierno y la oposición democratica, al sumarse los aliados de uno y otro sector, reproducen en gran medida la polarización que ha caracterizado al espectro político venezolano en las últimas elecciones. Estos resultados han sido resumidos por especialistas en el tema electoral, en los siguientes terminos:

El PSUV domina 242 alcaldías (71% de los gobiernos locales. Hace cinco años ganó en 84% de los municipios). Tomando solo como referencia el voto marcado en las dos principales tarjetas, el PSUV obtuvo 5.265.930 votos (48,76%), mientras los aspirantes de la oposición capitalizaron 4.410.238 sufragios (40,84%). Si se suman los partidos aliados el chavismo alcanzó 5.818.083 sufragios (53,87%) y la oposición aglutinó 4.671.870 votos (43,26%): Eugenio G. Martínez (http://www.eluniversal.com/opinion/131219/sin-elecciones-el-chavismo-se-radicaliza)

Luego de las elecciones del 8D, y partiendo siempre de los elementos de información disponibles, no puede dejar de hacerse un balance con miras al desenvolvimiento de la actividad política de Venezuela el próximo año. Veamos:

La supuesta legitimación de Maduro – Resulta difícil compartir el entusiamo que ha manifestado Nicolás Maduro, al sostener que el resultado obtenido por el PSUV y sus aliados obra en favor de su legitimación como presidente de la república. En efecto, desde hace mucho tiempo, el derecho constitucional conoce como un principio de aplicación axiomatica, que ninguna situación ilegítima nacida de una violación constitucional, como ha sucedido con Maduro, puede dar lugar al surgimiento de una situación legítima. Por ello, con razón se ha sostenido que la “ilegitimidad democrática de origen, cuando es producto de golpes desde el Estado, jamás es redimible.” Asdrubal Aguiar: http://www.eluniversal.com/opinion/131217/ilegitimo-a-pesar-del-8d

Dicho en  lenguage más directo, ninguna ilegitimidad puede parir una legitimidad. A este respecto, existe bastante consenso entre destacados juristas venezolanos, que la ilegitimidad  de Maduro no sólo  es manifiesta con  motivo del fraude cometido en las  elecciones del pasado 14 de abril, sino que arranca desde su misma nombramiento como vicepresidente durante la enfermedad del finado Hugo Chávez, pasa por su nombramiento como presidente encargado a la muerte de éste, y continúa con su designación como candidato  a la presidencia sin haber abandonado la vicepresidencia, actos todos éstos viciados de inconstitucionalidad bajo el amparo de un Tribunal Supremo de Justicia sumiso a las instrucciones del gobierno.

Los niveles de abstención electoral fueron elevados – En Venezuela, las elecciones locales generalmente están signadas por una alta abstención y las elecciones del 8D no constituyeron una excepción a esta tendencia. En esta oportunidad, la desconfianza hacia el Consejo Nacional Electoral, decididamente parcializado a favor de Maduro, fue un factor de primer orden para que más votantes que en elecciones locales anteriores se abstuvieran de votar el 8D. Este es un cuadro que debe merecer atención prioritaria a través de un acuerdo nacional. Es necesario renovar los miembros del Consejo Nacional Electoral, a quienes dicho sea de paso desde hace tiempo se les venció su mandato, para colocar en el  ejercicio de esta alta responsabilidad, a personas idependientes de reconocida honorabilidad, que garanticen el necesario equilibrio e imparcialidad  durante las elecciones y eliminen las prácticas abusivas en favor del gobierno. Si ésto no es corregido, mucho tememos que la porción de  electores que se abstiene, como sucedió el 8D, seguirá cumpliendo el papel de mayoría silenciosa en la contienda electoral, ya que su monto supera a las respectivas votaciones obtenidas por la oposición  democratica y el gobierno. Esta es, por cierto, otra razón para negar la supuesta legimitación de Maduro como consecuencia del 8D, ya que la mayoría de electores venezolanos se abstuvo de dar su voto en provecho de tal legitimación. Es más, si se sumara la abstención a los votos obtenidos por la oposición democratica, el voto en contra de dicha legitimación sería abrumadaromente mayoritario.

La unidad democrática debe mantenerse – Como generalmente toda derrota es húerfana, ya comienzan a escucharse los reclamos entre los miembros de la unidad democrática para echarse la culpa de los resultados. Primero, debe decirse que tales resultados no fueron malos y sería de una grave inconsecuencia no reconocer los avances logrados en relación con la elección anterior (más alcaldías en más importantes plazas, por ejemplo). Luego, hay que tomar en  cuenta los abusos cometidos por el gobierno con la complicidad del Consejo Nacional Electoral.

Finalmente, nunca hay que descartar la posibilidad de un fraude electrónico cometido por los caminos opacos que conducen al dominio que ejerce el gobierno cubano sobre el sistema automatizado electoral venezolano, como lo han denunciado destacados analistas al referirse a este tema. Lo anterior es sin contar que la unidad democratica venezolana ha obtenido substanciales incrementos en las votaciones obtenidas en los procesos electorales sucedidos a raíz de su conformación como plataforma para la acción política.  Estos resultados los ha logrado de  manera casi heroica, frente a un gobierno que reúne a su favor todos los elementos del poder publico,  incluido los recursos petroleros y el apoyo de la élite  militar que lo  controla,  lo  cual le de mayor mérito  a tales logros.  De manera, pues, que si bien deben hacerse los análisis para  detectar  las fallas o errores cometidos durante la pasada gesta electoral del 8D, el horizonte a seguir debería ser el de afianzar la unidad democratica y  prepararla para enfrentar al gobierno en su empeño de profundizar durante el próximo año las  acciones para consolidar el castrocomunismo en Venezuela. Es más, este enfrentamiento estaría llamado a constituir la tarea prioritaria y principal de la unidad democrática, en vista de que no habrá nuevas elecciones sino a la vuelta de dos años.

Diálogo con falta de respeto por el adversario no es diálogo –  El gobierno ha demostrado no tener respeto por la oposición democrática, elemento previo necesario para que se produzca un diálogo productivo en beneficio de la superación de los problemas que acogotan al país, causados por las malas políticas del finado Hugo Chávez y ahora de Maduro. La falta de respeto hacia la oposición democrática ha quedado en evidencia, a sólo pocos días después de las elecciones, con la decisión gubernamental, a todas luces violatoria de la constitución, de erigir estructuras burocráticas paralelas para obstaculizar y anular las acciones de las legítimas autoridades locales de la oposición democrática  electas el 8D. Siguiendo el modelo inconstitucional que aplicó Chávez en Caracas para expropiar las competencias del Alcalde Alfredo Ledezma, ahora se ha extendido este mecanismo para aplicarlo en otras localidades importantes del país. En esta materia no hay que llamarse a engaños, el gobierno no dará tregua en su empeño de aplicar en Venezuela las recetas castrocomunistas suministradas por los Castro, entre las cuales se encuentra el desconocimiento de las autoridades de la oposición democrática, la negativa a suministrarles los recursos financieros que les corresponden legalmente y la expropiación de sus funciones para asignárselas a estructuras paralelas que no tienen asidero constitucional.

Algunos puntos para la acción de la unidad democrática el próximo año – Ante las  importantes y numerosas tareas que tiene planteada la unidad democrática el  próximo año es poco  lo que puede contribuirse en un artículo. Sinembargo, aún con estas limitaciones de espacio, pareciera que algunas acciones como las que se comentan brevemente a continuación  parecen evidentes:

 

  • Luchar contra la dominación cubana y la consolidación del castrocomunismo en Venezuela. Esta lucha es prioritaria, pues Venezuela tiene planteada el logro de una segunda independencia, esta vez de la dominación cubana, con el agravante de que quienes propician esta dominación y la consolidación del castrocomunismo lo hacen desde el propio gobierno y, en el caso de Maduro y otros que lo acompañan, han sido indoctrinados por los Castro para lograr tales propósitos. Esta lucha conduce a eliminar el subsidio petrolero a la economía cubana y romper las cadenas a través de las cuales el gobierno cubano ejerce control sobre las fuerzas armadas venezolanas, los organismos de seguridad del país y sus más importantes instituciones, como PDVSA y el  Banco Central. Por lo demás, son las políticas aconsejadas por los Castro y aplicadas por el finado Chávez y ahora Maduro, las que han llevado al país al borde del colapso, con el aumento de la inflación y del precio del dólar a niveles estratoféricos, el deterioro de servicios públicos como la electricidad, la escasez de productos de primera necesidad, la muerte de innumerable de ciudadanos en manos del hampa y la presencia permanente de un clima de inseguridad que afixia a los venezolanos.
  • Exigir transparencia en las cuentas públicas. El gobierno debe suministrar información relevante y fehaciente sobre el manejo de las finanzas públicas. Entre otras,  información sobre cómo se gastan e invierten los recursos petroleros; cuáles son los compromisos asumidos con China, Rusia, Irán y otros países; la cantidad de recursos que se manejan a través del Fonden, el llamado fondo chino y otros mecanismos paralelos al presupuesto; el tamaño de las reservas líquidas del Banco Central; las cifras de los subsidios petroleros a Cuba y otros países miembros de Petrocaribe; y a cuánto monta la deuda pública tanto interna como externa. Esto último es importante, pues el país se ha endeudado y sigue endeudándose para seguir subsidiando a la economía cubana y a la de otros países con gobiernos amigos de Maduro, mientras no hay recursos para atender las multiples necesidades de los venezolanos. Esta sinceración en las cuentas públicas incluye igualmente la eliminación o reducción del subsidio interno a la gasolina, mediante un ajuste de precios que responda a un acuerdo nacional sobre el destino de los recursos que esta medida produzca. Cualquier intento del gobierno madurista de apropiarse de estos recursos para financiar el subsidio a la economía cubana, el aumento de la burocracia, la compra de armamentos, prácticas corruptas y otras manifestaciones del gasto improductivo, debería ser objeto de un decidido rechazo por parte de la unidad democrática.

 

  • Combatir la implementación del llamado Plan de la Patria. Derrotar el empeño gubernamental de implantar el llamado Plan de la Patria de inspiración cubana y aprobado espuria e inconstitucionalmente como ley por la Asamblea Nacional, constituye una tarea fundamental de la unidad democrática. A pocos días de las elecciones del 8D, el país fue testigo de las arremetidas de Maduro y su gobierno en contra del sector privado comercial venezolano, para de esta manera aumentar la estatización de la economía que había sido adelantada por el gobierno del finado Chávez, a través de la confiscación de empresas privadas de carácter industrial o agrícola. Estas medidas de Maduro, presentadas con el supuesto propósito de combatir la especulación y el acaparamiento, así como de bajar los precios de electrodomésticos y productos de la linea blanca, perseguían golpear al sector privado comercial para tratar de detener la caída vertiginosa del gobierno en las encuestas electorales. Concluido el proceso electoral, los anaqueles de los comercios se encuentran vacíos, los productos ofrecidos para reponer los inventarios no llegan, los dólares para realizar las importaciones no aparecen y un número importante de empresas se encuentra al borde de la quiebra, con el consiguiente efecto en el aumento del desempleo. Esta situación pone en bandeja de plata el logro del objetivo estratégico que se propone el gobierno con el Plan de la Patria, de monopolizar las importaciones y absorber la totalidad de la cadena de distribución comercial de bienes y servicios, para consolidar el castrocomunismo en Venezuela.

 

  • Lograr la liberación de los presos politicos. El panorama que presenta la situación de los presos politicos en Venezuela es realmente preocupante. Algunos, como en el caso de Simonovis, se encuentran padeciendo enfermedades graves que requiere atención médica especializada y que hacen necesaria la aplicación de medidas humanitarias para lograr su libertad inmediata con carácter urgente. En su generalidad se trata de venezolanos que fueron condenados a través de procesos judiciales amañados, en cumplimiento de las instrucciónes impartidas por el finado Chávez, como lo han atestigüado los propios personeros del régimen que en su oportunidad recibieron las instrucciones. A algunos, como es el caso de la Juez Afiuni, se les mantiene en una situación pendiente de juicio, mientras se les hostiga amenazándoles con volver a someterlos a reclusion. La lucha de la unidad democrática debe realizarse con intensidad y sin pausa, para lograr la libertad plena de presos políticos que lo que hacen en la realidad es purgar en las cárceles el simple hecho de adversar al gobierno.

 

  • Denunciar la censura y las medidas adelantadas por el gobierno para apoderarse de los medios privados y controlar la libertad de expresión. Las arremetidas en contra de la libertad de expresión, las inició el finado Chávez con el cierre de Radio CaracasTelevisión y las ha continuado Maduro con el patrocinio de las gestiones que culminaron en la venta de Globovisión y de la cadena Capriles. Bajo el auspicio del gobierno, cotidianamente se realizan acciones encaminadas a la adquisición de periódicos, emisoras de radiodifusión y otros medios, por parte de personeros ligados al madurismo. Estas acciones vienen acompañadas de presiones para privar de publicidad a los medios, cuando no se les limita el acceso a las divisas, viéndose impedidos de adquirir el papel y otros insumos necesarios para continuar en sus labores. En algunos casos se les censura abiertamente colocando amigos del gobierno en puestos claves del proceso editorial, como se ha denunciado es el caso de la Cadena Capriles, luego de su adquisición por figuras relacionadas con el régimen madurista. En otros, los medios optan por autocensurarse por temor a las represalias del gobierno. En fin, una situación que debe denunciarse hasta su definitiva erradicación.

 En pocas palabras, después de las elecciones del 8D procede realizar los  análisis que permitan corregir los errores cometidos, con el  fin de fortalecer la unidad democrática como mecanismo para seguir liderizando el proceso de restitución de la libertad y de la democracia en Venezuela. Todo ello, acompañado de la formulación de una plataforma de acciones a realizar durante el año de graves dificultades que se avecina, para enfrentar al gobierno de Nicolás Maduro en su propósito de consolidar el castrocomunismo en Venezuela. Veremos…

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