Venezuela: De colectivos a delictivos

Por Alfredo Michelena

El régimen afronta hoy uno de los problemas más graves que puede enfrentar un Estado, la necesidad imperativa de asegurarse el monopolio de la violencia. Es su razón de ser.  Decía Hobbes que, el Estado se creó para centralizar en un solo organismo la violencia y acabar con los ejércitos particulares. Ese Leviatán debe volverse republicano al repartir el poder entre las varias ramas del Estado. Y después democrático al permitir elecciones “autenticas” y evitar lo que Toqueville llamó la dictadura de la mayoría.

El régimen ha trastocado este proceso, ha centralizado el poder, pervertido las elecciones e impuesto una  dictadura de las mayorías, que en realidad son minorías, a través de varios mecanismos, entre ellos el del temor, como enseñaba Maquiavelo.

Para imponer ese temor el régimen ha venido permitiendo que la delincuencia haya tomado las calles de Venezuela. Esto sin duda atemoriza al pueblo, tanto que la mayoría de ese millón de venezolanos preparados que están emigrando del país lo hacen por temor a la violencia y claro en búsqueda de un futuro mejor.

Los que se quedan sienten el peso de la represión no solo a través de los cuerpos represivos  oficiales sino fundamentalmente  a través de los llamados colectivos- chavistas- que pululan en los barrios y urbanizaciones populares e imponen su ley.  Para la opinión pública ellos aparecen el momentos claves de la política como durante las elecciones para amedrentar a los votantes o cuando hay manifestaciones en contra del régimen. El caso más reciente, cuando se abalanzaron contra los estudiantes que manifestaron  al comienzo del año. En este momento los llamados “colectivos de la paz” pasaron a ser “protectores de la paz», como dijo Maduro.

Pero esto de tener cientos de colectivos armados, algunos con control político territorial, contradice la esencia del Estado. En especial cuando se pierde el control sobre muchos de ellos como le comentara  Diosdado Cabello al padre de Leopoldo López.

La muerte reciente de, entre otros, José Odreman líder del colectivo “5 de marzo”, que agrupa otros 100 colectivos, a manos de la CICPC representa un aviso a aquellos colectivos que no se sometan al régimen pasarán de colectivos a delictivos. Ya nadie dice conocer a Odreman. De pasarse por las alturas del poder ahora es señalado como jefe de una banda de asesinos. Odreman antes de morir pedía respeto para los colectivos y responsabilizaba a Rodríguez Torres de su seguridad.  Al final lo botaron al basurero de la historia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *