Venezuela: El CubaColombianato y La Cosiata

En pocas palabras. Javier J. Jaspe / Washington D.C. 

 Las noticias que llegan de Venezuela son realmente preocupantes. El control que ejercen los agentes cubanos de los Castro sobre elementos claves de la seguridad, la identificación, las fuerzas armadas y las relaciones internacionales del país son cada vez más evidentes. Sobre Nicolás Maduro recaen no sólo los reclamos por el ejercicio usurpador e ilegítimo del gobierno luego del fraude de las elecciones del pasado 14 de abril, sino que ahora se han unido los fundados alegatos sobre su nacionalidad colombiana, lo cual lo incapacita para ser presidente por expresa prohibición constitucional. Ciertamente, estas noticias nos hacen pensar en una Venezuela bajo un régimen de CubaColombianato.

A lo anterior se agrega que la economía se deteriora gravemente, la inflación se coloca entre las tasas más altas del mundo, los apagones de luz se suceden con más frecuencia, el desabastecimiento persiste, la deuda pública se incrementa y el dólar escasea llegando a niveles estratoféricos; las elecciones del 8-D no terminan de despertar entusiasmo ante las amenazas de fraude y el empeño del gobierno en obtener poderes habilitantes para reprimir a personeros de la oposición; Maduro  regresa súbitamente de su fracasado viaje a China en la búsqueda de liquidez inmediata en dólares, cancelando su presencia en la asamblea general de las Naciones Unidas en Nueva York; mientras se detecta un contrabando mayúsculo de drogas de procedencia venezolana en Francia, y los ruidos de sable en los cusrteles se escuchan con más intensidad. Veamos.

Decimos que el control cubano del gobierno se hace cada vez más evidente, no sólo por el hecho de que Maduro es un egresado de la escuela de cuadros del partido comunista cubano, sino porque a pesar de la crisis económica que vive Venezuela, el subsidio petrolero a la isla antillana se mantiene intacto con un costo brutal en terminos de divisas. Este subsidio se ha hecho sentir en la reducción de las reservas internacionales líquidas del Banco Central y la elevación del nivel del dólar paralelo, cuya cotización ya pasó la barrera de los 40 bolívares por dólar.

El control cubano de las relaciones internacionales también se ha hecho patente, con la reciente actitud del gobierno madurista en relación con Guyana, al no haber dejado constancia de protesta alguna ante la decisión del gobierno guyanés de otorgar concesiones petroleras en la zona en reclamación de la Guayana Esequiba, pues sabido es que Fidel Castro siempre ha sostenido que dicha zona le pertenece en su integridad a Guyana y no a Venezuela. Ësto, sin contar que los viajes de Maduro al exterior, se realizan en aviones de Cubana de Aviación, bajo el estricto control de los cubanos.

Sinembargo, el cuadro anterior parece haberse complicado, porque Maduro ha sido advertido por oficiales de la fuerza armada venezolana, sobre la necesidad de que el país haga sentir su protesta por la referida decisión del gobierno guyanés, de otorgar concesiones petroleras en el Esequibo, sobre lo cual Maduro se ha hecho la vista gorda. Este signo de marcado desinterés de Maduro por la defensa de la soberanía venezolana sobre un territorio donde el país tiene derechos, materia de eminente deber para todo militar venezolano por imperativo constitucional, habría hecho que en los cuarteles venezolanos adquieran mayor sentido las denuncias que se han formulado sobre su condición colombiana, a las cuales nos referimos de seguidas.

Las denuncias sobre la condición colombiana de Nicolás Maduro han provenido tanto de fuentes externas como internas. Por la parte externa, destacan las declaraciones efectuadas por el ex-embajador de Panamá en la OEA, Guillermo Cochez, quien presentó copia de una partida de nacimiento colombiana de Nicolás Maduro, cuya autenticidad fue puesta en entredicho por las autoridades colombianas. Pese a ello, Cochez ha insistido en su denuncia. En el ámbito interno, las denuncias han puesto el acento en alguna de las siguienes variables: (i) Maduro no ha presentado su partida de nacimiento venezolana en los actos de la vida civil donde ha participado (matrimonio, acta de defunción de su progenitora, por ejemplo); (ii) Maduro ha incurrido en contradicciones a la hora de decir el lugar de Venezuela donde habría nacido; o (iii) la partida de nacimiento de Maduro no fue presentada al Consejo Nacional Electoral para postularse como candidato en las elecciones del pasado 14-A.

Más recientemente, se ha producido un giro en la argumentación en el caso comentado. Esta argumentación sostiene que aún suponiendo que Maduro sea venezolano, también sería colombiano, ya que al ser hijo de madre colombiana, igualmente tendría esta última nacionalidad por disponerlo así el artículo 96 de la constitución de Colombia. Este último giro permite concluir que al Maduro tener una doble nacionalidad, se encontraría impedido de ser presidente de Venezuela, ya que los artículos 41 y 227 de la constitución venezolana prohiben que una persona con doble nacionalidad pueda ejercer la presidencia de la república.

Pese a las importantes implicaciones que la nacionalidad Colombo-Venezolana de Maduro tiene para el desarrollo de la vida política e institucional de Venezuela, las denuncias antes referidas  se han hecho conocer principalmente a través de cierta prensa y cadenas electrónicas por Internet. Entre éstas se destacan las manifestaciones realizadas por algunos diputados de la oposición, quienes afirman tener las pruebas sobre la doble nacionalidad de Maduro. Esta aparente falta de interés general por el tema puede ser atribuido a la presión oficial ejercida por el gobierno madurista, y/o a la falta de motivacióm de la dirigencia de la oposición democratica, la cual parece encontrarse centrada en las actividades encaminadas a su participación en las elecciones municipales del próximo 8 de diciembre.

Otra cosa podría suceder en el ámbito militar, donde la doble nacionalidad de Maduro tiene importantes efectos, dado que el presidente de la república es el comandante en jefe de las fuerzas armadas nacionales. Por tanto, columnistas de prensa venezolanos han sostenido con gran acierto lo siguiente:

“Ser Comandante en Jefe de la FAN es un asunto muy serio, y no pueden ejercer ese cargo quienes tengan sus lealtades divididas. ¿Cómo saben los militares para quién gobierna Maduro? ¿Para los intereses nacionales venezolanos o para los colombianos?

Surgen otras interrogantes, no menos importantes: ¿cómo saber si Maduro está chantajeado por los gobiernos de Colombia y de Cuba? ¿Cómo no sospechar que si Maduro desobedece sus órdenes, entonces ellos revelarán el secreto de su verdadera nacionalidad?

Para que no se rompa la cadena de mando y para que siga vigente el principio de obediencia debida, Maduro debe demostrar a la Fuerza Armada y a todo el pueblo venezolano que él no es colombiano y además que no tiene doble nacionalidad, para lo cual debe enseñar una copia certificada de su partida de nacimiento y dar una explicación seria sobre sus verdaderos orígenes.” (ver: “Las FAN y la nacionalidad de Maduro”, por Luis Semprum, en:  http://www.eluniversal.com/opinion/130814/la-fan-y-la-nacionalidad-de-maduro. Más recientemente, del mismo autor, ver: http://www.eluniversal.com/opinion/130925/capriles-no-quiere-ser-presidente.

Jose Antonio PaezPero también existen razones históricas que no son desdeñables. Efectivamente, es bueno recordar que el movimiento separatista de Venezuela de la Gran Colombia se inicia con un evento conocido como “La Cosiata”, nombre con el cual circulaba en forma secreta entre los implicados, la conspiración para iniciar el movimiento que al final condujo a dicha separación. Precisamente, La Cosiata tuvo entre sus motivaciones fundamentales, el descontento de Páez y otros patriotas venezolanos con el gobierno e instrucciones que desde Bogotá ejercía e impartía el general colombiano, Francisco de Paula Santander, entonces Vicepresidente encargado de la presidencia de la Gran Colombia, por encontrarse El Libertador Simón Bolivar en la llamada Campaña del Sur que lo llevó a liberar a lo que es ahora Ecuador y Perú, y a la creación de Bolivia.

Al parecer, la negativa de Páez a cumplir órdenes de Santander, le valió que fuese destituido de su cargo como Intendente del Departamento de Venezuela y llamado a Bogotá para enfrentar juicio frente al Congreso. Páez se negó a concurrir a Bogotá, y como cristalización de La Cosiata, el 30 de Abril de 1926, el Concejo Municipal de Valencia lo aclamó y pidió su reposición como comandante general de Venezuela. Páez asumió el mando del gobierno de Venezuela y se negó a obedecer las órdenes del gobierno central en Bogotá. En los próximos tres años se sucederían los hechos que al final llevaron a la separación definitiva de Venezuela de la Gran Colombia en 1830.

Concluyo, indicando, que La Cosiata demuestra que la repulsa al ejercicio del mando de un colombiano sobre Venezuela y sus fuerzas armadas tiene una base histórica sólida e innegable. Mal, entonces, podría evitarse que la condición colombiana de Maduro deje de producir sus efectos en los cuarteles venezolanos que albergan los herederos del ejército que acompañó a El Libertador, Simón Bolivar, para que se aplique cuanto antes la constitución venezolana vigente y Maduro cese inmediatamente en el ejercicio de la presidencia de la república.

En otras palabras, las noticias que llegan de Venezuela, ante la influencia que ejercen los agentes cubanos de los Castro y la denunciada condición colombiana de Nicolás Maduro, hacen pensar que el país se encuentra sometido a un régimen de CubaColombianato, el cual ha demostrado su absoluta incapacidad e ineptitud para solucionar los graves problemas que enfrenta el pais y más bien los ha agravado. Pese a que las denuncias sobre la nacionalidad Colombo-Venezolana de Maduro, dada sus graves consecuencias para la vida política e institucional de la república, no han tenido la repercusión general que tales denuncias merecen, las mismas no han dejado de producir sus efectos en el medio militar, por las implicaciones de orden constitucional y por razones históricas que estarían vinculadas al movimiento de La Cosiata que contribuyó a la separación de Venezuela de La Gran Colombia. Al tener una doble nacionalidad, Maduro no puede constitucionalmente continuar en el ejercicio de la presidencia de la república, la cual ya de por sí viene desempeñando ilegítimamente, al haber desconocido los resultados de las elecciones del pasado 14 de abril. Veremos…

 

 

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