Werner Corrales Leal
Análisis Libre
Comienzo por decir que no soy un estudioso de la política francesa, y que me atrevo a hacer estos comentarios a la luz de lo que sucedió en las décadas de los años 30 y 40 del Siglo XX y parece suceder hoy en varios países europeos con sus partidos de extrema derecha.
1 Los actuales partidos de Francia (RN, Le Pen), Italia (ECR, Meloni) y España (VOX, Abascal), tienen al menos cuatro rasgos en común: a) son anti migrantes, sobre todo del Magreb y toda Africa… los comentarios de sus tres líderes sobre estos inmigrantes son francamente vergonzosos y alarmantes por supremacistas, culturalmente etnocentristas y racistas, y
generalizan sus ataques a los migrantes caracterizándolos como malvivientes, promiscuos, violadores, proxenetas y traficantes de drogas; b) se declaran nacionalistas que quieren salvar la cultura cristiana europea; c) son decididamente conservadores e intolerantes en términos de género y son vociferantes enemigos de los movimientos feministas (a quienes llaman “féminazis” y LGBTI, y d) son claramente populistas, manipulan las frustraciones de amplios sectores populares que se quejan de la “benevolencia con los migrantes” y los gays.
- Esos tres partidos comparten dos rasgos fundamentales de los nacionalistas populistas de extrema derecha de la “entreguerra”, que nacieron fascistas, se hicieron fascistas o apoyaron a los fascistas durante la guerra, rasgos que son:a) el populismo; b) el ultranacionalismo supremacista; y c) la xenofobia.
Vamos ahora a la historia… son muy conocidas las evoluciones de la falange y el franquismo en España, y del socialismo y el Fascio en Italia, pero en Francia pasó algo “interesante” con los dos partidos tradicionales de ultra derecha nacionalista, ambos terminaron apoyando al régimen de Vichy y sus líderes terminaron condenados a prisión después de la Liberation: el Francisme de Bucard y el Partí Populaire Francaise (PPF) de Doriot.
Tratando de concluir, no todo partido de extrema derecha, populista, ultra nacionalista y supremacista racial y cultural tiene que terminar siendo fascista, pero hay razones para sospechar de ellos.
Por último, la coalición que le cerró el paso a Le Pen no sólo integra en el NFP a los comunistas y a la Francia insumisa de Melechon; están en él los socialistas, el PCF y los ecologistas, entre otros.
No pareciera automático, y nisiquiera muy viable que Melenchon (anti-Israeli, pro Hamas y venerador de Chávez) sea primer ministro… El NFP estaba disuelto por rencillas entre los líderes de los partidos, sólo revivió por la sorpresa que dio Le Pen en las últimas semanas; y la coalición de Macron tiene alguna fuerza.
En fin, no creo que haya un peligro comunista en Francia, pero si un gran riesgo ultra derechista, y es mejor vacunarte mientras aún respiras bien, que correr buscando un remedio cuando ya tienes insuficiencia respiratoria.