Bicentenario: qué tan grande es la deuda histórica de Colombia con Venezuela (y qué le debe Caracas a Bogotá)

Colombia celebra este 7 de agosto el aniversario de la batalla que confirmó su independencia.
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Las independencias de Colombia y Venezuela son parte de una misma cruzada libertadora e incluso las dos naciones conformaron un mismo país durante algo más de una década.

Por ello, la historia de cada una es muy difícil de contar sin mencionar al vecino y esa relación histórica se ha mantenido hasta ahora, más de 200 años después.

Este 7 de agosto se cumplen 200 años de la Batalla del Puente de Boyacá, en la que Simón Bolívar selló la independencia colombiana y que repercutió en Venezuela porque terminó de consolidar la confirmación de la Gran Colombia.

Por eso repasamos algunos hitos de esta relación histórica inevitable entre ambos países en tiempos en los que se ven encontrados como rivales políticos y cuyos presidentes se declaran en las antípodas ideológicas el uno del otro.

Hoy Colombia presume un crecimiento económico sostenido (lo que no significa que no tenga problemas), mientras Venezuela atraviesa una profunda crisis económica y política,

Sin embargo no siempre fue así e historiadores apuntan que es mucho lo que Bogotá le debe a Caracas en los últimos 200 años.

Los nacimientos

El historiador Felipe Arias explica que la relación entre lo que serían Colombia y Venezuela está marcada por las luchas independentistas y destaca la unión entre «neogranadinos y venezolanos contra un enemigo común«.

«No se trata de una manifestación espontánea, sino que desde ambos lados existía una relación permanente de intercambios, sobre todo a nivel político», señala el experto a BBC Mundo.

Paso migratorio GETTY IMAGES
 Durante años, el flujo migratorio fue de Colombia a Venezuela. Hoy esa realidad ha cambiado.

Arias añade que ambas regiones en su momento recibieron a exiliados del otro lado de la frontera en las primeras décadas del siglo XIX sellando así una alianza en pos de la independencia.

Simón Bolívar, por ejemplo, llegó a refugiarse en lo que sería Colombia ante el acecho realista de Caracas.

«Es algo que también sucedería en el resto de ese siglo y en el posterior con las diferentes guerras civiles y conflictos que le tocó atravesar a cada país», concluye el experto.

Colombia declaró su independencia en 1809, pero su liberación definitiva no se produjo sino hasta 10 años después.

Venezuela hizo lo propio en 1811, aunque en los años posteriores atravesó diferentes turbulencias políticas y las tropas realistas no se retirarían sino hasta 1823.

Entre 1819 y 1830, junto a Ecuador y Panamá, conformaron la Gran Colombia, el llamado «sueño de Bolívar», proyecto que finalmente se disolvió por diferencias entre las élites gobernantes respecto a la administración del país.

«Tras la separación en 1830 y el surgimiento de las repúblicas, los dos países se han convertido en el vecino más importante del otro«, explica el historiador venezolano Ronal Rodríguez.

El experto, en su ensayo «Colombia y Venezuela: breve historia de una hermandad», destaca que pese a las diferencias por delimitaciones territoriales que siguieron en las siguientes décadas «siempre se evitó la confrontación y la relación se ha caracterizado por el dialogo y la vía diplomática como el camino para resolver las diferencias».

Venezolano con paquetes GETTY IMAGES
 Ante la escasez, muchos venezolanos cruzan la frontera para adquirir productos.
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Durante el resto del siglo XIX, ambos países atravesaron numerosas guerras civiles, insurrecciones militares y golpes de Estado.

Arribaron al siglo XX bajo diferentes realidades políticas: Colombia en medio de una guerra que le costaría la pérdida de Panamá (1903) y bajo el control de centralistas conservadores, mientras que Venezuela con mucha conflictividad política, pero ya con la influencia de ideas liberales en la construcción de su Estado.

País petrolero y país cafetero

Tanto colombianos como venezolanos ya explotaban el café y el petróleo, respectivamente, a finales del siglo XIX, pero fue recién en la centuria siguiente que elevarían sus productos bandera a niveles de gran industria y motores de la economía nacional.

Los dos países llegaron a posicionarse entre los primeros productores y exportadores en sus mercados respectivos y ello repercutió en los ingresos de ambos.

Sin embargo, diferentes problemas políticos y económicos marcarían diferentes suertes para cada uno.

La etapa conocida como «La Violencia», que empezó en 1946 y derivó en la aparición de las guerrillas en Colombia, propició la fractura del proyecto agrario colombiano ante el éxodo masivo de campesinos hacia las ciudades en busca de seguridad.

Billetes venezolanos GETTY IMAGES
 Durante décadas, el tipo de cambio del bolívar fue superior al peso colombiano. Esa situación ha cambiado.
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Las exportaciones de café siguieron viento en popa, pero los campesinos y migrantes rurales quedaron en una situación de enorme vulnerabilidad.

«La prosperidad venezolana de ese entonces contrasta con una economía colombiana que tuvo ciclos mucho más inestables y selló los destinos de ambos países en el resto del siglo XX«, señala Felipe Arias.

El historiador añade que este es el punto en el que se propicia la migración de colombianos al país vecino como un fenómeno masivo.

«No solo se lo puede atribuir al conflicto armado que estaba comenzando, sino a las condiciones económicas de ese momento», concluye.

Ser colombiano en la «Venezuela Saudita»

Diferentes estimaciones señalan que entre tres y cinco millones de colombianos cruzaron al país vecino a partir de la década del 50 del siglo pasado, pero el boom migratorio se produjo en la década del 70, cuando comenzó la era de la llamada «Venezuela Saudita».

En aquel entonces, la mayoría de los extranjeros que residían en territorio venezolano eran europeos, pero esa situación cambió velozmente con la llegada de los migrantes de Colombia.

Las personas nacidas en suelo colombiano viviendo en Venezuela pasaron de ser el 30% del total de migrantes en el país en 1971 al 71% en 1990.

Para 1975, el PIB per cápita venezolano era cuatro veces mayor que el colombiano.

Por si fuera poco, con el llamado V Plan de la Nación, entre 500.000 y 700.000 empleos fueron creados a partir de 1976 en medio del auge petrolero.

El gobierno del entonces presidente Carlos Andrés Pérez ideó ese proyecto con el objetivo de consolidar a Venezuela como un Estado capitalista y moderno sobre la base de la nacionalización del petróleo y no fueron pocos los colombianos que aprovecharon de esos cientos de miles de puestos de trabajo que se abrieron.

Migrantes venezolanos GETTY IMAGES
 Los migrantes venezolanos suman alrededor de tres millones en los últimos tres años, según datos de Colombia.
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Diferentes colombianos que migraron al país vecino durante esa época relataron a BBC Mundo cómo les sorprendía el derroche de ese entonces, cuando veían al venezolano ir de compras a Estados Unidos y vacacionar en Europa gracias al tipo de cambio favorable.

Era la época en la que en Miami bautizaron a los visitantes de Venezuela como los «deme dos», porque compraban dos pares de zapatos o dos relojes sin mayor problema. Todo les parecía barato.

Y también el tiempo en el que el boom petrolero venezolano fue la válvula de escape para la elevada tasa de desempleo que se vivía en Colombia, cuyos ciudadanos fueron a ser parte de la mano de obra que demandaba el país vecino.

«Cruzar la frontera para comprar el Toddy»

Otro elemento que marcó las asimetrías existentes entre ambos países en aquellos años fueron las empresas que desembarcaron en uno y otro lado de la frontera.

Desde aquel entonces Venezuela era un país con fuerte vocación importadora, algo que se volvería en un padecimiento décadas después, y allá llegaban productos que los colombianos solo veían en la televisión.

Así lo cuenta John Jairo Jacome, de la ciudad fronteriza de Cúcuta, norte de Colombia, quien cuenta que hasta el Toddy (chocolate instantáneo en polvo) lo tenía que ir a comprar al país vecino.

«Allá se conseguían esas marcas que no se veían. Galletas, dulces, cereales como los Corn Flakes, los Froot Loops, toda esa vaina la traía uno de San Cristobal (Táchira, Venezuela), trago también, ropa. Esas cosas se veían allá», señala el periodista cucuteño.

Jacome recuerda que muchos de su país conocieron marcas internacionales gracias a la televisión de Venezuela.

«Uno veía todos esos productos en las telenovelas venezolanas y sus programas. Uno decía ‘uy, mirá, eso no existe en Colombia'».

Migración en Colombia GETTY IMAGES
 Las filas en puntos fronterizos abiertos entre Colombia y Venezuela siempre son largas por los migrantes y los visitantes que buscan comprar productos.
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Por otra parte, el periodista señala que la diferencia del tipo de cambio entre los bolívares y los pesos colombianos era tan grande que le permitía a los venezolanos cruzar la frontera y comprar artículos de primera necesidad y alimentos a precios que les parecían increíblemente baratos.

«Durante décadas Cúcuta y otras ciudades de frontera vivieron gracias al comercio binacional. Para ellos era muy rentable venir a comprar acá», indica.

Jacome pone el ejemplo de un comerciante que amasó su fortuna gracias a venderle productos a los compradores de Venezuela.

«Tenía unas bodegas y los venezolanos arrasaban con los productos. Compraban por cantidades. Éramos la despensa de las ciudades del otro lado de la frontera«, añade.

El cucuteño concluye que todo eso se empezó a terminar en la primera década de este siglo y que la situación ya no aguantó más cuando comenzó el gobierno de Nicolás Maduro y la crisis venezolana.

Balance

Más de 40 años después del auge de la «Venezuela Saudita», las cosas han dado un giro.

Según Migración Colombia, en los últimos tres años son más de un millón y medio de venezolanos los que cruzaron la frontera y no son pocos los colombianos que, décadas después, desandaron sus pasos y retornaron a su país ante la crisis económica.

Bandera colombiana GETTY IMAGES
 Colombia, pese a la estabilidad económica lograda, tiene varios problemas, apuntan expertos.
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«Lo que se percibía de Venezuela era su prosperidad ante un país vecino con varios problemas, podemos encontrar algo similar ahora pero a la inversa», explica el historiador Felipe Arias.

El experto señala que se pueden encontrar parangones entre los actos discriminatorios que vivieron los colombianos migrantes del anterior siglo y los que padecen los venezolanos que llegaron a este país en los últimos años.

Otro elemento común que halla Arias es que fueron las precariedades económicas las que en buena medida provocaron los procesos migratorios.

De todas formas, tanto el colombiano Arias como el venezolano Rodríguez, sostienen que los dos países tienen demasiada historia en común y están muy entrelazados entre sí como para negarse el uno al otro.

Pese a coyunturas circunstanciales como las que se vivieron en 1830, 1975 o en 2019.

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