Conocer la Iglesia para entender a Francisco y al Vaticano

 

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«La  corrupción es sucia y la sociedad corrupta apesta. Un ciudadano que deja que le invada la corrupción no es cristiano, !apesta!» (Papa Francisco)

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 .José Ignacio Moreno León *  – analisislibre.org

 

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Muchas expectativas y agudas críticas habian surgido en el pais, en relación a la posición de El Vaticano -aparentemente indefinida- frente a la grave controversia surgida en Venzuela, a raíz del conflicto de poderes provocado por el reconocimiento que ha hecho mayoritariamente la sociedad venezolana y mas de 50 paises, la OEA y otras instancias internacionales, del joven ingeniero Juan Guaidó presidente del Parlamento, como Presidente encargado de la República. Esa casi angustiosa situación, especialmente de la inmensa mayoría que quiere el cambio, ha quedado resuelta con el reciente pronunciamente del Papa Francisco en su carta privada de repuesta a la solicitud de Nicolás Maduro requiriendo el apoyo del Vaticano para un nuevo diálogo. Como es sabido, la referida misiva curiosamente fue filtrada en el principal diario italiano Corriere de lla Sera, en el que se publicó parte de la misma, citando textualmente la referencia que hace el Papa a su destinatario como señor y no como Presidente, para luego  señalarle en relación a pasados intentos de diálogo que «…desafortunadamente todos fueron interrumpidos porque lo que se habia acordado no fue seguido con gestos concretos para implementar los acuerdos».

La iglesia católica, fundada por Jesucristo en el Siglo I, con San Pedro como el primer obispo y primera cabeza de la misma, ha tenido desde entonces 266 papas, incluyendo a Francisco, quien desde el 13 de marzo de 2013 se desempeña como el primer jesuita y primer latinoamericano al frente de esa eficiente organización, la cual por mas de 20 siglos ha sabido campear inteligentemente tiempos dificiles. Es igualmente Francisco el octavo soberano de la ciudad del Vaticano, constituida como Estado independiente, mediante los llamados Pactos de Letran, firmados el 11 de febrero de 1929 por el Cardenal  Pietro Gasparini, a nombre del papa Pio XI y el primer ministro italiano Benito Mussolini a nombre del entonces Rey de Italia Victor Manuel. Fue así como a partir de entonces, la República Italiana cedió los territorios y edificaciones como lugar de la Santa Sede, desde donde el Sumo Pontifice ejerce la máxima autoridad de la iglesia católica sujeto, en las relaciones con el resto de los paises, a las reglas del derecho internacional  y a la búsqueda de soluciones pacíficas a las controversias como norma de la doctrina cristiana. Todo ello apegado a la prudencia  y a los valores éticos y principios morales que rigen al cristianismo.

Las anteriores referencias son útiles para entender el inteligente comportamiento que ha tenido el Estado del Vaticano y el Papa Francisco frente a la crísis que estamos viviendo en nuestro país. Siempre apegados, sin estridencias, a su tradición diplomática de busque de soluciones pacíficas a las controversias  y crísis políticas  A estas alturas ha sido muy concreta la posición de la iglesia venezolana, la cual se ha expresado a través de la Conferencia Episcopal  y la vocería de nuestros dos Cardenales, obispos y otros notables miembros de la jerarquía eclesiástica del país, reiterando su apoyo al pueblo venezolano en la búsqueda de una salida pacífica a la profunda crísis,  y denunciando como «ilegítimo y moralmente inaceptable» el  empeño continuista de Nicolás Madura.

En relación a Francisco como el Sumo Pontífice y máximo jerarca del Estado Vaticano, su posición ideológica  y política frente al conflicto de gobernabilidad que vive el pais no deja dudas. El Papa en sus frecuentes manisfestaciones públicas sobre los problemas de la sociedad contemporánea rechaza el autoritarismo, el populismo y la corrupción. Asi se evidencia cuando afirmaba el 9-05- 2017, en declaraciones al diario alemán Die Zeit que «El populismo es malo y acaba mal», o cuando en 2015, al referirse en Nápoles al cáncer de  la corrupción Francisco  advertía: «La  corrupción es sucia y la sociedad corrupta apesta. Un ciudadano que deja que le invada la corrupción no es cristiano, !apesta!». Por todo ello ha quedado muy clara la postura del Vaticano  en la diplomática repuesta al Signore Maduro del ignaciano Pontífice que hoy ocupa el trono de Pedro.

  • Ha sido Rector Universidad Metropolitana, Caracas. Embajador en Canadá. Fundador del Servicio Aduanero y Tributario (Seniat), Ministro Energía y Minas, Ministro FIV. Parlamentario. 

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