De Líderes vs. Caudillos o falsos Dirigentes

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Los políticos, como líderes, han fracasado, que vean las encuestas, porque                          colocan sus intereses y ambiciones personales y de partido por encima de                                      la conciencia y de las leyes…
( Manuel Barroso, “Autoestima del Venezolano”,Caracas 1991.

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José Ignacio Moreno Leon
Análisis Libre Internacional

 En la lengua castellana con frecuencia aparecen términos que, en el argot rutinario, se manipulan dándole significados que confunden o se prestan a connotaciones muy alejadas de lo que realmente significan o representan, cuestión que sucede comúnmente  en el hablar y en las discusiones políticas. Tal es el caso de los términos lider y caudillo.

Juan Pablo II; Nelson Mandela

En el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE) se define como líder al ídolo o persona que conduce o dirige un partido político, un grupo social u otra colectividad, que actúa como modelo a seguir por ser persona honesta que piensa de manera estratégica y con visión futurista. Mientras que en el referido diccionario se define caudillo a quien actúa como jefe absoluto de un ejército, o encabeza algún grupo, comunidad o cuerpo; o a un dictador político. También se deriva este término del latín capiteles, traducido como cabecilla.

Mahatma Gandhi

Además de las definiciones formales o académicas de líder y caudillo, la trayectoria histórica de quienes se han hecho acreedores de uno u otro calificativo hacen más profundas las diferencias entre ambos, especialmente si tomamos como apoyo para valorar estos conceptos los principios éticos, la búsqueda del bien común, la conciencia cívica, la honestidad y la visión de futuro, que son atributos del líder, contrastante con la práctica maquiavélica del actuar, la promoción de enfrentamientos, el autoritarismo, la prepotencia, el déficit de valores y principios éticos que son todos defectos característicos de la conducta del caudillo.

La historia registra las cuestionables trayectorias de lúgubres caudillos, asociados a fonomenos políticos y sociales que han dejado triste huella en los entornos en donde han actuado. Frecuentemente han sido seres enfermizos, con delirios de grandeza que se promueven como salvadores de la patria y hasta de toda la humanidad;  en ocasiones operando como dictadores despóticos vinculados al militarismo y que en funciones de gobierno o poder son autoritarios, sin escrúpulos ni valores, violadores de derechos humanos, con frecuencia populistas y permisivos frente a la corrupción, entre otras razones para asegurar la lealtad incondicional de sus seguidores a quienes manipulan según sus conveniencias individuales.

Bajo el patrón de caudillos resaltan a nivel mundial Mao, Lenin, Stalin, Hitler, Mussolini, Franco, Gaddafi, Mugabe y Hosni Mubarak. Pero America Latina es quizás una de las regiones en donde ha florecido en abundancia la plaga de los caudillos con sus secuelas de autoritarismo, demagogia  y corrupción, y que han sido pesado lastre para el progreso de la región. Entre estos especímenes destacan Somoza y Daniel Ortega (Nicaragua), Stroesner (Paraguay), Perón y los Kirchner (Argentina), Trujillo (República Dominicana), Velasco Alvarado (Peru), Plutarco Elias Cardenas (México), los Castro (Cuba), Noriega (Panamá), Evo Morales (Bolivia).

El líder se puede identificar no sólo en la política, sino igualmente en otras actividades del quehacer humano, especialmente en el mundo de los negocios y organizaciones empresariales en el que se destaca por saber promover el trabajo grupal, el espíritu de cuerpo, y la capacidad para delegar y motivar a los miembros de su organización para el logro de los fines de la misma mediante el esfuerzo compartido. Una característica fundamental del líder de las organizaciones de la nueva economía es la habilidad para mantener actualizadas sus capacidades, competencias y destrezas, en función de la dinámica tan versátil que imponen las nuevas realidades mundiales.

Es en el campo de la política donde se revelan, de manera destacada, los contrastes entre el líder y el caudillo o autócrata y falso dirigente. El líder en una organización política es reconocido como jefe que orienta y motiva a su partido por su rectitud moral y virtudes éticas, la capacidad de persuasión, habilidades que le sirven para conducir democráticamente a sus seguidores y así lograr el reconocimiento de sus adversarios y de la ciudadanía en general, a quienes motiva con su ejemplo e influencia para el logro compartido de grandes cambios y la búsqueda del bienestar colectivo.

[box_dark]El líder político es fundamentalmente un agente de cambio que actúa con visión de futuro y con trasparencia y humildad para reconocer y corregir sus errores, y así poder exigir la misma conducta de sus equipo de seguidores.[/box_dark]

De nuevo la historia es una buena referencia para identificar personalidades que, por sus notables ejecutorias, han sido ejemplo de líderes destacados. A nivel mundial resaltan en esta categoría figuras como George Washington, Mahatma Gandhi, Wiston Churchill, Konrad Adenauer, Martín Luther King, Nelson Mandela y Juan Pablo II. Y en America Latina Alberto Lleras Camargo (Colombia), Napoleón Duarte (El Salvador), Juan José Arévalo (Guatemala), Juscelino Kubitschek (Brasil), José Joaquín Trejo (Costa Rica), Eduardo Freí Montalvo (Chile).

Dos señalamientos muy pertinentes se nos ocurre citar para cerrar esta entrega  y destacar aún más las características de un demócrata y genuino líder,  a fin de evitar el mal uso del término que, como indicamos al principio, con frecuencia se lo aplican a caudillos cuya cuestionable trayectoria autoritaria como operadores políticos dista mucho de lo que representa un auténtico líder. El premio Nobel de la Paz, Óscar Arias, ex presidente de Costa Rica y emblemático líder político latinoamericano, expresó en una sentencia muy precisa, lo que podemos resumir como la diferencia entre un líder y un caudillo, señalando que: “Hay una diferencia sencible entre un dictador (caudillo) y un demócrata (líder): Si el demócrata no tiene oposición, su deber es crearla, mientras que el sueño del dictador es eliminar toda oposición.” Rishi Sunak, el joven nuevo Primer Ministro del Reino Unido, en pocas palabras resalta la figura del liderazgo cuando afirma que “El liderazgo es no vender cuentos de hadas (populismo)…es enfrentar desafíos…”

Franklin D. Roosevelt, Winston Churchill

Dejamos a juicio del interesado, según los perfiles que se han señalado, la identificación de quienes han sido en nuestra historia contemporánea los verdaderos líderes y  cuales los caudillos del país. Y sobre todo, para con esos resultados contrastantes, tratar de identificar, en la crispada realidad actual,  a quienes con caretas de falsos líderes y con notable déficit ético y pobreza moral e intelectual, no pueden discimular su conducta caudillesca, demagógica y de perversos manipuladores de la política con visión cortoplacista y no como un servicio público,  sino sólo con intereses partidocraticos y personalistas y con frecuencia crematísticos.

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