El mal ejemplo argentino: lecciones aprendidas

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José Ignacio Moreno León

Los resultados de las elecciones primarias realizadas en Argentina el 11 del presente mes representan una real evaluación de las tendencias del electorado de ese país frente a los comisios generales pautadas para el 27 de octubre y en las cuales se eligirán el Presidente y Vice presidente, quienes de no haber necesidad de balotaje , se posecionaran de sus cargos el 10 de diciembre para un período de gobierno que vencerá el 10 de diciembre de 2023. En esa contienda electoral de octubre deberán elegirse igualmente 24 senadores y 130 diputados y, en algunas provincias, el nuevo gobernador o jefe del gobierno provincial.

Importantes reflexiones surgen frente a los sorprendentes resultados de la primarias recientes, los cuales marcan unas tendencias casi inmodificables para la contienda presidencial de octubre, en las que las aspiraciones reeleccionistas del presidente Mauricio Macri se ven muy cuesta arriba por el rechazo que a su obra de gobierno se refleja en los resultados de esa contienda. El Frente de Todos del peronista Alberto Fernandez, candidato del kirchnerismo y a quien acompaña como vicepresidenta Cristina Fernandez de Kirchner, se impuso con el 47% de los votos a la coalición Juntos por el Cambio del presidente Macri, cuya organización apenas logró el 32 % de las preferencia de los electores argentinos, perdiendo además en 11 de las 13 provincias en las que triunfó en las elecciones legislativas de 2017 y logrando solo resultados favorables en Córdoba y la Ciudad de Buenos Aires.

La debacle electoral del gobierno de Mauricio Macri y la contundente repuesta del electorado argentino que, de hecho, esta plantendo el retorno al Kirchnerismo aupado por la expresidenta Cristina Fernadez de Kirchner, quien cobijada ahora en su candidatura como vicepresidenta, pretende evadir los graves juicios que le sigue la Justicia argentina por su cuestionable gestión al frente del gobierno de ese país, no hay dudas que provocan varias consideraciones para tratar de explicar las razones de la conducta del pueblo argentino y el incierto futuro del mismo de concretarse el triunfo en octubre de la formula presidencial Fernandez/Fernandez.

Frente a la crítica situación económica y social  que le dejó como herencia el populismo estatista del régimen anterior, con reservas internacionales netas prácticamente en cero y una irresponsable política de subsidios que tenía casi en la quiebra a los servicios públicos, la gestión de Mauricio Macri, equipada inicialmente con un gabinete de tecnócratas, no actuó con suficiente empeño para ventilar oportunamente los escandalosos casos de corrupción de ese regimen y asumió inicialmente un programa económico gradualista, basado en un optimista programa de endeudamiento externo que elevó la deuda en más de 90 mil millones de dólares. Sin embargo, al cambiar las favorables circunstancias internacionales que facilitaron la obtención de esos recursos, el gobierno se vió forzado a ecentuar su sesgo neoliberal, mediante un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para un programa de ajustes que los expertos locales consideran como el más drástico en la historia argentina. Dicho programa ha impactado fundamentalmente a los sectores más pobres, generado además graves consecuencias a quienes dependen de ingresos fijos y a la clase media de ese país. Los analistas mas acusiosos señalan que la gestón económica de Macri se ha fundamentado en un proyecto «sin base social, sin actores y sin burguesia emprendedora». Los cierto es que durante los primeros 3 años de esa gestión el PIB acumulado del país experimentó una cída del 1.3 %, y se estima 1.7 % para 2019,  la inflación llegó al 163 % y la actual supera el 57 %, la devaluación acumulada fué de 290 % , en relacón a la cotización oficial de diciembre de 2015 al final del gobierno del Kirchnerismo. Se señala igualmente que la crísis ha provocado un notable proceso de contracción en la inversión privada y que ha habido poca sencibilidad del gobierno ante el cierre de fábricas por efectos de las políticas económicas. En general se registra una caída en todos los niveles de la actividad económica y una tasa de desocupacón superior al 10 %. En un reciente estudio de la Pontificia Universidad Católica de Argentina se alerta sobre el impácto social de la política económica, la cual ha provocado el incremento de la pobreza urbana a cerca del 34 % con un 6.1 % de indigencia.

Amparado en la compleja realidad que vive  Argentina, el peronismo resurge de nuevo con reales opciones de poder, a pesar de la pésima gestión anterior del Kirchnerismo y de la expresidenta, quien ahora como candidata a la Vicepresidencia acompaña al abogado y profesor universitario Alberto Fernandez como el candidato presidencial. No hay dudas sobre maquiavélica maniobra de Cristina Fernandez Kirchner de ampararse en la inmunidad que le daría su cargo como vicepresidenta para evadir la justicia por los graves casos de corrupción y  manejos ilícitos que se le señalan, entre los cuales destacan asociaciones ilícitas, lavado de dinero, encubrimiento y administracion fraudulenta, con 6 causas abiertas, 4 de corrupción  en las que también estan involucrados sus dos hijos y ex-altos cargos de sus gobierno y empresarios afines. A esto se agrega la acusacion por el delito de «administración infiel» en perjuicio de la administración pública por el caso del llamado dólar futuro que, en operaciones de compra venta de esta moneda, le hizo perder al Estado cerca de 3500 millones de dólares; y se le imputan cobro de comisiones por otorgamiento de obras públicas por mas de 600 milones de dólares y numerosas operaciones de sobornos registradas durante 10 años, por las que ya hay 14 detenidos, 43 imputados y 13 arrepentidos quienes han admitido haber pagado jugosos sobornos a la ex-presidenta y a altos cargos durante su anterior gobierno. Más recientemente el gobierno de Macri ha logrado reactivar el expediente por el caso de la muerte del fiscal Alberto Nisman, que habia sido engabetado durante el gobierno de Cristina, y a quien el referido fiscal la acusaba de haber firmado un memorandum de entendimento con Irán, asegurando impunidad a los sospechosos iraníes del ataque terrorista a la Asociación Mutual Israelí que dejó 85 muertos.

Por todos las oscuras realizaciones públicas de su compañera de fórmula presidencial, resulta éticamente  cuestionable la candidatura  de Alberto Fernandez quien además fué jefe de gabinete de Nestor Kirchner (2003-2007) y también de Cristina, con quien rompió en el primer año. Sus críticos lo califican de «camaleónico»por haber estado vinculado al ultraliberalismo de Domingo Cavallo y luego al populismo y estatismo izquierdoso de los Kirchner. Sin embargo ahora el potencialmente triunfante candidato se promueve como un liberal progresista de izquierda que, según sus propias palabras está «inaugurando la rama del liberalismo progresista peronista», sin dejar de cuestionar la justicia argentina y a los procesos que se la siguen a su eventual vicepresidenta.

 Con esos antecedentes referidos, el futuro a corto plazo de Argentina luce bastante siniestro. Y el desenvolvimiento histórico de su realidad política, nos hace recordar la estrofa de Cambalache, el popular tango que escribiera en 1934 Enrique Santos Discépolo cuando en voz de Gardel acusa: El mundo fué y será una porquería. En el quinientos seís. Y en el dos mil tambíen. Pero más recientemente estos hechos rememoran los tiempos críticos de principios del 2000, con el corralito y la renuncia del presidente radical De la Rúa y de su sucesor interino Adolfo Rodríguez. Tiempos de grán inestabilidad y desconocimiento de la legitimidad de la dirgencia política. Tiempos en los que, en su angustia y desesperanza, el pueblo argentino clamaba, en afiches y graffitis que cubrian partes importantes de espacios urbanos de Buenos Aires y otras ciudades del país : QUE SE VAYAN TODOS !

Podemos concluir que, de la compleja realidad argentina actual, se deriva un mal ejemplo, no solo por los errores de la gestión del gobierno de Macri, sino igualmente por la endeble cultura política y de valores que asoma la sociedad de ese país  al apoyar mayoritariamente una fórmula gubernamental que, además de significar el posible regreso a las nefastas políticas estatistas del populismo peronista, está amparando la impunidad frente a los casos mas graves de corrupción y manejos inmorales de la gestión pública que registra la historia contemporánea de ese país austral.

Mal ejemplo que debe servir de referencia para que en las fórmulas democráticas de gobiernos para erradicar los vicios del estatismo y del populismo, se promuevan los valores éticos y morales en la gestión pública, combatiendo oportunamente y sin reservas la corrupción, y se formulen -sin vicios tenocráticos ni economicistas-,  políticas que, en el esfuerzo por ordenar la economía, le den la adecuada consideración a los efectos sociales de las mismas, en la búsqueda de un desarollo humano sustentable. Es decir, un desarrollo que debe ubicar a la persona humana como protagonista y beneficiaria directa de ese proceso y que no puede estar orientado por el materialismo, ni el consumismo, ni el fundamentalismo del mercado, sino que debe promover -en libertad-, la erradicación de la pobreza y fomentar la inclusión social, no solo como objetivo de justicia, sino igualmente como como antídoto frente al neopopulismo autoritario y estatista que representa la más grave amenaza antidemocrática.

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