Estupor en Argentina: salen presos para ir a mítines del gobierno

Un preso por asesinar y quemar viva a su esposa. Otro vinculado con la muerte de decenas de jóvenes en una discoteca, son algunos de los casos denunciados. Su ventaja: ser partidarios del gobierno de Cristina Fernández.

Alejandro Rebossio. El País.

Las imágenes de un baterista de rock que acaba de ser condenado por quemar viva a su esposa tocando en un concierto fuera de la cárcel en un escenario decorado con el rostro de Néstor Kirchner ha desatado un fuerte debate entre la viuda del expresidente argentino y sucesora, Cristina Fernández, y la oposición.

El batería Eduardo Vásquez, un miembro de la barra brava del River Plate sentenciado por homicidio, y otros presos, han salido varias veces de las cárceles donde cumplen su condena para participar de «actividades culturales» de un colectivo de convictos kirchneristas llamado Vatayón Militante.

Vásquez, batería de la banda Callejeros, la misma que protagonizó el concierto en el que murieron 194 personas en el incendio de la discoteca Cromañón en 2004, está detenido desde 2010 por el asesinato de su esposa, Wanda Taddei.

El periódico más vendido de Argentina, Clarín, que denunció que los presos salían para participar de actos políticos del kirchnerismo.

Diputados de la oposición también han puesto en duda que se tratara de actos culturales y cuestionan que personas recién condenadas gocen de salidas transitorias.

¿REINSERCIÓN SOCIAL?

Tras conocerse la investigación de Clarín, la presidenta de Argentina dijo que se trata de una de las 20 ONG que junto con sindicatos e iglesias trabajan en la “reinserción social del preso”.

El ministro de Justicia, Julio Alak, reaccionó ante el artículo de Clarín diciendo que el Servicio Penitenciario Federal, que depende de él, organiza actos “culturales” para la “resocialización” de los presidiarios. Alak aseguró que todas las salidas transitorias para participar de estas actuaciones cuentan con la autorización de jueces. Los magistrados se basan en los informes de buena conducta que redacta el propio Servicio Penitenciario.

Tanto Clarín como el periódico Página/12 han denunciado que agentes penitenciarios suelen ajustar esos informes a cambio de propinas.

La polémica se recrudeció ayer cuando uno de los magistrados de la Corte Suprema de Argentina, Eugenio Zaffaroni, conocido por su amistad con altos funcionarios del Gobierno de Cristina Fernández, declaró que las salidas transitorias “comienzan a funcionar después de la mitad del cumplimiento de la pena”.

No es el caso de Vásquez, que en junio fue condenado a 18 años de prisión por matar a su esposa. Tampoco es el de Rubén Pintos, que en noviembre pasado fue sentenciado a cadena perpetua por el asesinato de otro miembro de la barra brava del River.

LE CANTA A CRISTINA

El 14 de junio Eduardo Vásquez fue condenado a 18 años de prisión por el homicidio de su mujer, muerta tras las graves quemaduras que le provocó en 2010. Pero esa condena no cambió en nada su relación con el universo kirchnerista en las cárceles.

Diez días más tarde, el 24 de junio pasado, Vásquez volvió a salir del penal junto a otros presos para participar en otro «acto cultural» de apoyo al gobierno de Cristina Fernández.

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