La emboscada madre del Castrochavismo

por Germán Gil Rico

Luego de 14 años de trapacerías y desmanes nadie, en sano juicio, pensará que el Comandante Bellaco en Jefe, súbitamente tocado por el espíritu de la democracia, aceptará de buena gana los resultados del conteo de los votos, con los que la voluntad ciudadana le hace entrega de la nota de despido del cargo y el inicio del preaviso que correrá hasta el 10-01-2013, cuyo significado trasciende la expulsión de un cargo público por lamentable incompetencia y lo coloca frente a las exigencias de la Rendición de Cuentas y los sofocones que genera esa obligación constitucional.

El Castrochavismo se ha desgañitado denunciando un tenebroso plan desestabilizador que la Unidad Democrática y Capriles Radonski esconden, nadie sabe dónde, para activarlo cuando el CNE divulgue los resultados del escrutinio y los votos no lo hubieren favorecido. De no ser por la monstruosidad que encierra, la acusación formaría en el archivo de las ridiculeces más extravagantes. Sin embargo, como las palabras vertidas en los altos niveles políticos no son tan ligeras como para ser llevadas por el viento y a la gente de esa calaña debe leérseles al derecho y al revés, mucho más al revés que al derecho, es menester denunciarlas.

Para muestra un botón. Cuando la Unidad Democrática escogió su abanderado en Elecciones Primarias, organizadas de acuerdo con las exigencias del CNE, incluido el uso de máquinas de votación, los amaestrados altavoces del PSUV cuestionaron la idoneidad del CNE al denunciar que era falso el que hubiesen votado 3 millones de ciudadanos. Es decir, que los números habían sido manipulados. En esencia, que el CNE cometió fraude. La prepotencia del hegemón no admitía que había sido derrotado en la primera y libérrima instancia, puesto que había diagnosticado que con mucho andar la asistencia llegaría escasamente a 1 (un) millón.

Aun cuando su tránsito vital y accionar político han sido fraudulentos, no va a gritar ¡FRAUDE! Eso le vendría muy mal y me da por creer que su capacidad del ridículo, en ese renglón, se colmó con el episodio de la Elecciones Primarias. Como la Unidad Democrática está preparada para detectar e impedir sus trapacerías, optarán por el tortuoso camino de los hechos. Así, durante la noche larga del 07-10 las presiones se harán sentir: primero, en la demora en publicar los resultados; segundo, con la desinformación voceada por los medios gubernamentales y pro-gubernamentales, y tercero, en la calle mediante detonación de petardos y el estruendo de los escapes libres de motos operadas por las avanzadas de grupos terroristas como La Piedrita, etc. Pero, oficialmente, no dirán esta boca es mía. Ellos son de esa tesitura.

El silencio del Comandante Bellaco en Jefe y del coro de lambiscones, y ni siquiera la orden de repliegue de sus hordas, darán por concluidas las hostilidades. El Bellaco en Jefe es miedoso y comienza a heder cuando ve correr la sangre de otros por disparos que pudieron haber hecho blanco en su humanidad, pero es un conspirador y golpista innato. Por eso con los hermanos Castro, que además de asesinos insignes son los más acabados manipuladores que ha parido Cuba, tiene en la gualdrapa la verdadera y última carta. Su “Plan B”. Es tan ultra “B” que ordenará su ejecución en el mismo momento en que lo de a conocer a sus acólitos.

Los hermanos Castro estudiaron la Constitución de la República y le preguntaron al Bellaco en Jefe ¿Qué ocurriría si el día de la juramentación de Capriles Radonski los diputados no reúne el quórum reglamentario, ni en los días subsiguientes y si los miembros del Tribunal Supremo de Justicia hacen lo mismo? Nosotros tampoco lo sabemos y la Constitución en su Capítulo II no tiene ninguna previsión. Cerraron la rueda.

En la MUD deben estar conscientes de la crisis que desencadenaría una irresponsabilidad de tal magnitud y conocen la solución jurídica. Pero la movilización popular debe ser la respuesta previa. La gente en la calle derrotaría el golpismo Castrochavista. La amenaza de VACÍO DE PODER y sus consecuencias impredecibles se desvanecería quedando a salvo la democracia.

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