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BBC News, Washington
Donald Trump prometió una «gran acción» en respuesta a la decisión de Twitter de agregar un mensaje de verificación de hechos a dos de sus publicaciones.
Si bien su anuncio de una orden ejecutiva estuvo cargado de retórica -acusó a las compañías de redes sociales de ser monopolios que amenazan la libertad de expresión- será un largo proceso antes de que el decreto se convierta en una acción real, grande o no.
Las agencias gubernamentales independientes tendrán que revisar la ley federal, promulgar nuevas regulaciones, votar sobre ellas y luego, con toda probabilidad, defenderlas en los tribunales.
Para cuando todo termine, las elecciones presidenciales de noviembre podrían haber ido y venido.
Eso explica por qué Trump también está presionando por una nueva legislación del Congreso, una forma más directa de cambiar la política de EE.UU. hacia las empresas de redes sociales.
Sin embargo, el verdadero propósito de la orden del presidente puede ser simbólico.
Por lo menos, la medida hará que Twitter piense dos veces antes de intentar moderar o verificar las publicaciones en la cuenta del mandatario.
El presidente confía en Twitter para difundir su mensaje sin el filtro de los principales medios de comunicación.
Si el propio Twitter comienza a debilitar una de sus herramientas de comunicación favoritas, Trump está enviando un mensaje de que lo rechazará y, como mínimo, hará que las cosas sean incómodas para la empresa.
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¿Cuáles han sido las reacciones?
Twitter, que se menciona repetidamente en el borrador de la orden ejecutiva, declinó hacer comentarios.
No obstante, con anterioridad, el director ejecutivo de la compañía, Jack Dorsey, respondió a las críticas de las políticas de verificación de hechos en una serie de publicaciones en la que asumió su responsabilidad ante la medida.
«Continuaremos señalando información incorrecta o disputada sobre las elecciones a nivel mundial«, afirmó.
YouTube, propiedad de Google, no reaccionó de manera inmediata.
En una entrevista con Fox News el miércoles, el director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, dijo que censurar una plataforma de redes sociales no sería el «reflejo correcto» para un gobierno preocupado por la censura.
Expertos del conservador Instituto Cato, por su parte, advirtieron que la orden ejecutiva podría tener consecuencias no deseadas.
«A la larga, esta campaña conservadora contra las compañías de redes sociales podría tener un efecto devastador en la libertad de expresión», dijo Matthew Feeney, analista del Cato.