Análisis Libre
PES – Cerigua.- Si algo tienen en común los gobiernos de Rafael Correa, Cristina de Kirchner y Hugo Chávez es en que los tres utilizan una estrategia de comunicación, en las que priva un enorme y costoso aparato de propaganda, así como un arbitrario control de la información estatal.
De acuerdo con Ricardo Trotti, en su columna Mensajes y Sociedad titulada: Más Propaganda y Menos Información, contrario a los principios constitucionales que limitan la propaganda oficial y demandan transparencia, Chávez no informa claro y efectivamente del cáncer que sufre; Correa crea medios de comunicación que no los utiliza como públicos y Kirchner utiliza la radio y televisión para emitir anuncios de dudosa urgencia y relevancia.
A criterio de Trotti, los gobiernos de Venezuela y Argentina se niegan a crear leyes de acceso a la información pública, existentes en la mayoría de países latinoamericanos, en tanto en Ecuador, la norma que obliga al Estado a ser transparente se eliminará cuando sea aprobada la Ley de Comunicación, que impone ética y restricciones a los medios privados, olvidándose de los medios públicos.
Los tres Mandatarios ocultan la creación de monopolios estatales de información mediante sus críticas continuas a los oligopolios privados, a los que tildan de mercantilistas, corruptos y mentirosos; La Ley de Comunicación de Ecuador posee muchas semejanzas con las leyes de medios creadas en Venezuela y Argentina, las cuales han servido para limitar a la prensa privada, crear medios públicos y programas periodísticos afines al gobierno, en los que se potencia la polarización ideológica y la confrontación de clases, aseguró el periodista.
Según el texto, desde que Chávez asumió la presidencia venezolana, en junio de 1999, hasta junio del presente año, las radios y televisoras de ese país han sido obligadas a transmitir 2.334 discursos; en tanto Correa, desde el 2007, ha emitido más de mil cadenas nacionales y casi 300 emisiones de enlaces ciudadanos, programas en los cuales crítica por horas a opositores, jueces, ciudadanos y periodistas; Kirchner lleva 12 cadenas nacionales desde hace ocho meses.
El profesional de la comunicación aseguró que el uso moderado de la propaganda oficial es bueno y necesario; el problema es cuando los gobiernos abusan de ella en detrimento de su responsabilidad de informar en forma veraz y transparente, cuando esto sucede, el beneficio político y electoral puede ser inmediato pero a largo plazo, indefectiblemente conlleva al deterioro de la democracia y a la pérdida de confianza en las instituciones.