por Gustavo Coronel
Sr. Presidente:
Entrevistado por CNN en Español usted hizo algunas declaraciones que ilustran el alto grado de hipocresía y confusion ética al cual han llegado algunos presidentes de América Latina en torno a la situación venezolana. Al expresar su “especial interés” por lo que sucede en Venezuela usted comienza por decir que en Venezuela “la constitución debe ser respetada a rajatabla”, algo con lo cual nadie estaría en desacuerdo. De inmediato, sin embargo, usted habla de una oposición “pequeña, que quiere la caída del régimen mientras que la oposición mayoritaria desea llegar través de lo electoral”, sugiriendo que es esa “pqueña oposición” la que viola la constitución.
Su postura es hipócrita, por cuanto usted habla de una parte de la la oposición como la transgresora pero olvida las numerosas violaciones que el régimen de Nicolás Maduro ha llevado a cabo en contra de la constitución. Son estas violaciones sistemáticas a los derechos de los venezolanos por parte del régimen las que han llevado a la crisis actual.
Añade usted que es necesario que “exista racionalidad…porque nadie va a poder gobernar con ese clima de confrontación que tiene Venezuela” pero, de nuevo, hace este pedido de manera sesgada, criticando a quienes “levantan la bandera de los derechos humanos y no dejan funcionar al gobierno”. Termina usted diciendo: » en cualquier sociedad hay núcleos de gente que está disconforme y que discrepa, pero si se lleva la actitud a la tremenda, no se puede convivir……. Cualquier cosa es mejor que la guerra».
Estas aseveraciones representan claramente una toma de posición a favor del régimen dictatorial y abusivo de Nicolás Maduro. Usted lo hace porque su país ha sido beneficiario de la irresponsable prodigalidad del régimen venezolano. Como presidente de Uruguay usted ha sido comprado por el dinero petrolero venezolano.
Fíjese que, mientras usted decía esto, en la Universidad de Carabobo, situada a unos 160 kilómetros de Caracas, se llevaba a cabo un asalto por 50 motorizados armados al servicio del régimen, quienes secuestraron activos de la universidd, causaron destrozos en sus instalciones y robaron profesores y estudiantes de sus pertenencias. Es este clima de terror y caos contra el cual luchan los venezolanos. Usted dice: “cualquier cosa es mejor que la guerra”. Es que esta ya es una guerra, señor. Una guerra asimétrica, ejecutada por ese régimen que tanto lo ha beneficiado a usted como presidente de Uruguay. Repito que esos beneficios son la razón para que usted intervenga con desverguenza en los asuntos venezolanos para apuntalar al régimen.
De ser un Tupamaro violento en sus años mozos, luchando contra un régimen militar, ha pasado usted, en su vejez, a ser celestino de un régimen militarizado, escudado detrás de la falsa premisa de que una dictadura que se dice de izquierda debe ser buena.
Hay una leyenda en el escudo de la provincia oriental del Uruguay, 1813-1817, con la cual estoy de acuerdo: “Con la verdad no ofendo ni temo”.