«Lo que América del Sur no necesita es confusión», dijo el presidente de Brasil.
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Brasil mira con atención desde su frontera norte los últimos movimientos de Venezuela y Guyana en el conflicto que mantienen por el Esequibo, región rica en petróleo administrada y controlada desde hace décadas por el gobierno guyanés.
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BBC News Mundo
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva dijo este martes que en 2024 visitará Guyana, donde participará en el encuentro que reunirá a los países que integran la Comunidad del Caribe (Caricom).
El anuncio de la visita se produce en un momento de creciente tensión entre Venezuela y Guayana, después de que una mayoría de venezolanos votaran el domingo pasado en un cuestionado referendo a favor de la anexión a su país de la región del Esequibo.
El presidente Nicolás Maduro pidió que se apruebe una ley para declarar la creación de un estado venezolano en el Esequibo y una «zona de defensa integral de la Guayana Esequiba» en la localidad de Tumeremo.
El aumento de las tensiones llevó a Brasil, que limita con Venezuela y Guyana, a reforzar la presencia de sus tropas en la frontera.
«El Ministerio de Defensa de Brasil ha estado monitoreando la situación. Las acciones defensivas se han intensificado en la región fronteriza norte del país, promoviendo una mayor presencia militar«, dijeron la semana previa al referendo fuentes del gobierno brasileño.
Desde hace décadas Venezuela considera al Esequibo como una «zona en reclamación». GETTY IMAGES
Miedo a la guerra»
Brasil confirmó el envío de 28 vehículos blindados al estado de Roraima, que se encuentra en alerta debido a que comparte frontera con los países en conflicto.
Si bien el desplazamiento de estos vehículos ya estaba previsto para las operaciones contra la minería ilegal en la zona, el Ministerio de Defensa brasileño anunció que estarán disponibles ante una eventual escalada del conflicto.
Brasil quiere enviar un mensaje claro a Venezuela sobre la inviabilidad de escalar la crisis con Guyana, según dijeron fuentes diplomáticas consultadas por BBC News Brasil.
El presidente de Brasil aseguró el domingo pasado que espera que haya «sentido común».
«Lo que América del Sur no necesita es confusión. No podemos seguir pensando en pelearnos. Espero que prevalezca el sentido común, del lado de Venezuela y Guyana», dijo Lula da Silva.
Si bien el gobierno dice que no cree que la escalada del conflicto termine en una confrontación militar, la posición de Venezuela preocupa a Cancillería brasileña porque podría poner en riesgo la tradición de resolución pacífica de conflictos territoriales en América del Sur.
«La humanidad debería tener miedo a la guerra. La guerra sólo tiene lugar cuando falta el sentido común. Vale más una conversación que una guerra», dijo el presidente brasileño a la prensa.
«Si hay algo que necesitamos para crecer y mejorar la vida de nuestro pueblo es mantener la cabeza baja, trabajar duro para mejorar la vida de nuestra gente y no pensar en pelearnos, no inventarnos historias», añadió.
La posición de Brasil
Para Brasil la preocupación no es nueva.
Ya el 9 de noviembre, los presidentes de Brasil y Guyana hablaron por videoconferencia y, según un diplomático brasileño consultado por BBC News Brasil, el mandatario guyanés le expresó a su par brasileño su preocupación por el referendo en Venezuela.
Dos semanas después, el 22 de noviembre, Brasil decidió enviar a Caracas al embajador Celso Amorim, su asesor especial para asuntos internacionales, quien se reunió con Nicolás Maduro en la capital venezolana.
En el encuentro, según relatan las mismas fuentes, Maduro trató de tranquilizar a Amorim, quien mostró preocupación por el asunto y reforzó su posición de que la disputa debe resolverse pacíficamente.
Pocos días después, miembros de los ministerios de Relaciones Exteriores y de Defensa de Brasil comenzaron a analizar conjuntamente la crisis en la región.
Basándose en este análisis, el Ministerio de Defensa hizo pública el miércoles previo al referendo una nota en la que anunciaba la intensificación de las acciones defensivas en la frontera.
Lula y el presidente guyanés tenían previsto reunirse hace unos días en Dubái, en Emiratos. Árabes Unidos, durante su visita al país con motivo de la cumbre del clima de la ONU (COP 28), pero el encuentro bilateral no llegó a celebrarse.
Brasil y Guyana -que mantienen relaciones diplomáticas desde 1968, dos años después de la declaración de independencia de la antigua colonia británica- tienen una buena relación desde hace tiempo.
Brasil y Guayana comparten una frontera de 1.605 km con una conexión terrestre por el puente sobre el río Tacutu, inaugurado en 2009, y que es clave para la comunicación entre los dos países.
La frontera entre Venezuela y la región del Esequibo está formada predominantemente por densos bosques, lo que dificulta el movimiento de tropas y vehículos blindados.
Para Augusto Teixeira, profesor visitante en el Departamento de Estudios de Guerra del King’s College de Londres, las pocas zonas que estarían disponibles en la frontera para una incursión venezolana solo permiten el uso de unas pocas fuerzas de infantería a pie.
Las relaciones entre Brasil y Guyana se profundizaron a partir de los años noventa con el creciente número de brasileños que fijaron su residencia en el país vecino, según la cancillería brasileña.
Brasil calcula que unas 300.000 personas viven en Esequibo y que un conflicto en la zona podría tener repercusiones económicas y sociales en las regiones brasileñas cercanas.
Un elemento que también preocupa al gobierno brasileño es la incertidumbre sobre el proceso de toma de decisiones dentro del gobierno de Maduro.
Poco después de que el pasado viernes la Corte Internacional de Justicia ordenara a Venezuela no tomar ninguna medida “que modifique la situación que actualmente prevalece” en el territorio en el Esequibo, Maduro escribió en las redes sociales que no reconoce al tribunal como instrumento para resolver la disputa con Guyana y volvió a llamar a la población a participar en el referendo celebrado el domingo.
«No pueden atentar contra el derecho de la comunidad venezolana a expresarse a través del voto», dijo en ese momento Maduro.
El temor entre parte de la diplomacia brasileña es que Maduro explote políticamente la disputa sobre el Esequibo de cara a las elecciones presidenciales de 2024.
La respuesta militar
Expertos en relaciones internacionales entrevistados por BBC News Brasil están divididos sobre la posibilidad de que la crisis en torno al Esequibo desemboque en un conflicto armado.
Para el investigador Lucas Carlos Lima, de la Universidad Federal de Minas Gerais, el costo para Venezuela es demasiado alto como para que esta opción sea viable.
«De hacerlo, Venezuela estaría violando el derecho internacional y podría generar diferentes reacciones dentro de la comunidad internacional y de los países de la región», dijo Lima.
Diplomáticos entrevistados por BBC News Brasil dijeron que el gobierno de Lula ha estado enviando mensajes claros al gobierno venezolano sobre la imposibilidad de escalar la crisis con Guyana.
«Nuestro compromiso común con la integración de América del Sur es reiterar a cada uno de nuestros doce países nuestro compromiso con la solución pacífica de las controversias», dijo el canciller brasileño Mauro Vieira.
Para Lucas Carlos Lima, Brasil ha tratado de evitar un aumento de las tensiones en la región.
«Brasil también tiene parte de sus fronteras con Guyana determinadas por arbitraje y no quiere que este tipo de acuerdo pacífico se convierta en una disputa», dijo el especialista.