Por Alfredo Michelena
Sendas giras desarrollaron los presidentes de Rusia y China por Latinoamérica, a la sazón de la reunión de los BRICS, en Brasil, grupo de países emergentes que conforman éstos dos con el anfitrión más la India y Sudáfrica
La expansiva presencia osuna se ha basado en el vacío dejado por EE.UU., en lo que muchos consideran es su patio trasero. Con el fin de la Guerra Fría la Doctrina Monroe se debilitó y con el 11-S la mirada al sur languideció. Y EE.UU. consolidó su papel de gendarme mundial, teniendo que -o queriendo- meterse en varios conflictos globales. Algunos impulsados por las apetencias petroleras de la administración Bush, con Dick Cheney a la cabeza. Estos conflictos han generado un costo muy alto para esos países y para los gringos, más ahora al tratar de salirse.
El imperio del oso y el del panda gigante llegaron a tierra fértil, cuando una “marea rosada” inundó Latinoamérica y varios países se alinearon con el socialismo del siglo XXI. Franquicia que en lo internacional se monta en un antiamericanismo militante basado en el “arielismo”, que nos enfrenta con la cultura anglosajona, y un antiimperialismo, con base a actuaciones reales de los norteños por esta tierras. Para la izquierda internacional hay imperios buenos e imperios malos. Y se olvidan e incluso apoyan a una Rusia que recientemente se ha tragado varios pequeños países como Abjasia, Osetia del Sur y Crimea, y está a punto de tragarse otros como Moldavia y otra parte de Ucrania. Los chinos lo han hecho con el Tíbet.
Los osos se mueven “como Pedro por su casa”. Uno con una posición más mercantilista, en búsqueda de materias primas – lo mismo de antes- a cambio de inversiones que les permitan mantener su nivel y ritmo de desarrollo, como lo plantea el “Libro Blanco” de China. Este panda gigante ha decidido enfrentar a los EE.UU. pero convirtiéndose en su más fiero competidor capitalista.
El oso ruso un poco más tosco, sigue atrapado en la Guerra Fría y es más confrontacional. Va por el mundo vendiendo armas y alardeando de su fortaleza militar. Apoya a quien se las compre y más si comparte el antiyanquismo. En esta onda, durante la gira, el oso saltó sorpresivamente de Cuba a Nicaragua, donde según la Casa Presidencial moscovita se habló de establecer una base de “mantenimiento” rusa en Nicaragua y la instalación de estaciones terrestres Glonass -sistema satelital del ejercito ruso-en ese país. ¿Qué dirá el imperio del águila calva?