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William Cárdenas Rubio
@ analisislibre.org
Este domingo 26 de mayo habrá elecciones europeas, municipales y autonómicas en España, lo que significa que los madrileños deberán escoger a sus representantes `políticos para el ayuntamiento y la Comunidad de Madrid.
Madrid es la capital de España, la ciudad más importante del Reino y su locomotora desde el punto de vista económico, social, cultural y político. Pero es asimismo, de las más importantes de Iberoamérica y una de las más relevantes de Europa. No en vano Madrid fue durante algún tiempo, capital del mundo.
No obstante, su presente y su futuro están en peligro, pues corre el grave riesgo de caer en manos de populistas de ideas marxistas comunistas trasnochadas, que han fracasado reiteradamente, de manera especial en tiempos recientes.
En efecto, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que ya no es ni la sombra de lo que fue en manos de Felipe González, presenta como candidato a la Comunidad a Ángel Gabilondo, un catedrático y político socialista, en cuyo currículum lo más destacable es haber participado (2009-2011) en el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, gestión de triste memoria para el pueblo español.
El riesgo está en que, si los partidos de izquierda que se presentan a las elecciones lograran la mayoría para alcanzar el gobierno de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, quien le hace honor a su nombre, va a estar en manos del partido de Pablo Iglesias Unidas Podemos y, particularmente a las órdenes de Íñigo Errejón, que ha presentado su candidatura separada de Podemos, en una fórmula de alianza con la actual alcaldesa de la capital, Manuela Carmena.
Y de Íñigo Errejón podemos esperar cualquier cosa. Su participación como mercenario ideológico en el gobierno venezolano de Hugo Chávez y posteriormente de Nicolás Maduro, lo descalifican de antemano por su pasado anti demócrata al servicio de un gobierno violador de derechos humanos, con vínculos con el terrorismo y el narcotráfico e incontables casos de corrupción, que han llevado a Venezuela a la actual tragedia que hoy vive.
Y por ello, Errejón jamás ha tenido la delicadeza de pedir perdón a los cientos de miles de venezolanos que viven en España. Peor aún, jamás se ha desmarcado de su apoyo al tirano Nicolás Maduro, por el contrario, lo que ha hecho ha sido pronunciar aquella infeliz frase de que “los venezolanos comen tres veces al día”, cuando el mundo entero conoce las necesidades y penurias por las que atraviesa nuestro pueblo, con niños famélicos que mueren por inanición.
Con estas credenciales, es lógico que los madrileños, y especialmente los venezolanos que aquí vivimos y los acompañamos en su destino, estemos más que preocupados por lo que significaría para todos el triunfo de esta izquierda marxista, meláncólica, revanchista y trasnochada, que nada tiene que ver con la izquierda social demócrata del pasado y que hace bandera del prohibir y trata de intervenir en la vida de todos, para imponer una supuesta moral de dudosa validez.
Amanecerá el próximo lunes y veremos los resultados.