El embajador Freddy Alvarez Yanes, ex Presidente del Colegio de Internacionalistas de Venezuela (CIV) en carta dirigida al Presidente (e) de Venezuela, Juán Guaido. solicita la aprobación de una nueva Ley del Personal del Servicio Exterior, dado que la anterior Ley, de 1962 la cual fue derogada en el 2001. Desde 1999, al asumir la presidencia el teniente coronel Hugo Chávez, la diplomacia venezolana dió inicio a una una marcada desprofesionalización y militarización…
Freddy Alvarez fue presidente del CIV durante cuatro periodos, y Embajador en las repúblicas de Irak e Israel, actual profesor titular en la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV.
Carta a Presidente (e) Juan Guaidó
Tengo el honor de dirigirme a usted, en mi carácter de ex presidente del CODEIV, con la finalidad de hacer de su conocimiento lo siguiente: La Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela, con mas de 60 años de existencia, de la cual soy Profesor Titular, ha graduado hasta el momento unos 3000 internacionalistas, siendo de destacar que anualmente egresan unos 80 nuevos profesionales de la misma, que fueron adecuadamente formados y capacitados para desempeñarse con propiedad y conocimientos suficientes, como especialistas en Relaciones Internacionales, y en consecuencia aptos para ingresar previa aprobación de un Concurso de Oposición, al Servicio Exterior de la República, en cualquiera de sus tres ramas: diplomática, consular o interna.
Como seguramente usted conoce, estos métodos de selección fueron suspendidos en el año 2005, después de 40 años de estar vigentes, y por tal motivo, los funcionarios que ingresaron a la Cancillería, de allí en adelante, fueron escogidos a dedo, sin ningún tipo de requisito previo, obedeciendo en consecuencia al amiguismo o compadrazgo político, trayendo esto lógicamente una marcada desprofesionalización del Servicio Exterior. Esto es fácilmente comprobable con solo mirar los currículos de los funcionarios de que se trate cuya gran mayoría no tienen la formación necesaria ni en Diplomacia ni en materia consular. Basta con buscar los nombres y profesiones de estas personas en las embajadas y consulados de la Republica, donde se encuentran para comprobar que la gran mayoría son militares y otros con profesiones totalmente alejadas de la disciplina internacional.
Sobre la base de lo anteriormente expuesto, el gremio de los internacionalistas ha hecho innumerables esfuerzos para intentar la aprobación de una nueva Ley del Personal del Servicio Exterior, sin que ello haya sido posible. Recientemente comenzó a manejarse la idea de convocar un gran Foro Nacional con la sana idea de concientizar a los interesados a manifestarse sobre la inconveniencia de continuar con esta practica de designar a personas no calificadas para desempeñar estos cargos en la Cancillería. El gremio intentó igualmente, sin éxito, hacer que el Plan País, por usted ideado, hiciese suyo este planteamiento, y también el propósito quedo en la nada, lo que hace suponer que no tenían algunos de sus integrantes, el menor deseo de cambiar lo que hasta el momento está ocurriendo.
Señor Presidente, le puedo asegurar que un número considerable de internacionalistas lo apoya en la difícil tarea que le ha sido encomendada y que viene desempeñando con aciertos y uno que otro lamentable error subsanable, sobre todo en materia de política exterior. Tiene el gremio al que pertenezco la absoluta convicción que la mayoría del personal designado por usted para ocupar cargos de embajador o cónsules, no tiene los requisitos mínimos en cuanto a formación académica ni experiencia para desempeñar acertadamente tales funciones. Es posible que entre loa 30 o 40 nuevos jefes de Misión, todos tengan la mejor intención de servir bien a usted y a la patria, pero es evidente que eso solo no basta. Creo que, del número indicado, algunos, no todos, si tienen formación suficiente, pero la gran mayoría no la posee. Los internacionalistas de ninguna manera están buscando el monopolio de la carrera diplomática y consular. Por la experiencia de larga data que tuve en ambos servicios, hasta llegar a embajador, puedo atestiguar que lo ideal para conformar un equipo idóneo tanto para la carrera diplomática como consular, debería considerar que el mismo estuviese conformado, además, por personal afín. Cuando hago esta afirmación, me refiero también a los abogados, economistas, estadísticos, sociólogos, politólogos y comunicadores sociales, pero definitivamente en ambos servicios no tienen cabida los militares como tampoco los ingenieros, médicos biólogos y otras disciplinas honorables, pero de ninguna manera en el Servicio Exterior donde no tienen nada que buscar, al menos en las ramas diplomática y consular. No obstante, si pudieran ingresar como personal técnico auxiliar como es el caso de los Agregados militares, económicos, petroleros, agrícolas, científicos etc. Aquí cabe como anillo al dedo el famoso dicho zapatero a sus zapatos. Seria inimaginable nombrar a un internacionalista, por ejemplo, domo director de un Hospital o como Jefe de Cirugía del mismo. O también que el mismo profesional fuese designado para calcular una represa hidráulica o para dirigir tropas militares Quisiera finalizar estas líneas manifestándole, como dije antes, que el gremio mayoritariamente respalda la causa oposicionista y democrática que usted encabeza. Por ese motivo, nuevamente se pone a su disposición, sin ningún interés especial que no sea otro que el de por todos los medios posibles a su alcance dedique parte de su ocupado tiempo a pensar seriamente en la conveniencia de tener un Servicio Exterior altamente profesionalizado como el que existía en Venezuela antes de la llegada al poder de Chávez y luego Maduro. Entre ambos, destruyeron la antigua Cancillería que desde 1962, fecha en la que se aprobó la Ley del Personal del Servicio Exterior, hasta el año 1999 era un orgullo nacional toda vez que era vista como una Cancillería modelo ubicada en un sitial de honor en nuestro continente.
@freddyalvarezy
Excelente llamado de atención al Presidente (E) Guaidó para que tome nota de un tema que cuando llegue el momento no se podrá resolver de un día para otro sino que requerirá de un tiempo de preparación de recursos humanos para un ejercicio que es PROFESIONAL y que -sin estar reñido con las preferencias políticas de cada quien- debe ejecutarse segun los intereses del Estado en ejercicio de políticas claramente concebidas y expresadas.
Excelente carta del Embajador Álvarez.
Como ex colega aprecio la iniciativa y espero que sus palabras tendrán éxito.