Pedro Sánchez y José Luis Rodríguez Zapatero
-A algunos ingleses, holandeses, belgas, y nacionales de otros países europeos, les llevó siglos extender la Leyenda Negra contra España, que vendió como cierto el supuesto “genocidio” cometido por los españoles en América
-A los comunistas españoles, que ahora se hacen llamar “progres”, apenas les ha costado 25 años para construir la “Leyenda Roja”, según la cual la Guerra Civil española la ganaron ellos, sólo existieron víctimas entre los suyos, y la Transición fue un disparate que ellos están llamados a corregir.
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William Cárdenas Rubio
Análisis Libre
Ha bastado la llegada al poder de dos socialcomunistas, José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez, con un trabajo sostenido de ingeniería social, en el que se ha contado con el control hegemónico de medios de comunicación y redes sociales, para lavar el cerebro, borrar la memoria y cambiar la realidad de lo ocurrido en España en los últimos 80 años.
La Leyenda Negra se inspiró en la necesidad que tuvieron otros países europeos después de lo ocurrido durante los siglos XVI a XIX, de desmitificar lo que ha sido la mayor Epopeya del Hombre, incluida su llegada a la Luna, como lo fue el Descubrimiento y conquista de América, para poder desplazar al llamdo Imperio Español, y hacerse con el control de los centros globales de poder, lo que les repercutió en el acceso a las influencias y riquezas de todo tipo, que provenían del Nuevo Mundo.
Este fue un trabajo sostenido y agresivo, en el que se invirtieron muchos recursos y hombres, y no fueron pocas las disputas que tuvo que enfrentar el Reino de España para conservar sus territorios, hasta que finalmente, en el Siglo XIX todo se derrumbó.
Pero aquello había que acompañarlo del relato que despojara a los españoles de la parte más imortante y rotunda de su Historia, y para ello no faltó el escribidor que elucubró, sin ningún conocimiento de los hechos, acerca de la actuación moral de los españoles en el Continente Americano.
Y no hay nada peor que adjudicar a una sociedad unas culpas aunque sean inventadas, para que un complejo de inferioridad se apodere de ella y socave sus sentimientos más íntimos. Como resultado de ello, vemos que hoy no faltan jefes de Estado, incluido el Papa, exigen a España pedir perdón por lo que fue aquello, sin que se produzca una respuesta institucional que, en pleno siglo XXI, ponga las cosas en su lugar.
Por esto nos resulta fácil comprender como esta nueva “Leyenda Roja” de la ultra izquierda esté logrando un resultado parecido al de la “Leyenda Negra”, obteniendo para sus protagonistas las ventajas de ganar la batalla moral, ante una sociedad despreocupada de estos temas, y particularmente desinteresada en conocer su historia reciente.
Es así que vemos con asombro como los españoles han permitido que les cambien maliciosamente la verdad de lo ocurrido, y se vacíen de contenido sus principios y valores, sin tomar en cuenta los rios de sangre que derramaron quienes lucharon desde 1936, para evitar que España se convirtiera en un país comunista.
A tal fin, se trastoca todo lo que ocurrió antes y durante la Guerra Civil, transfigurando a los actores del conflicto, y tergiversando, especialmente, todo lo sucedido durante la postguerra.
Del Francisco Franco de entoces, sólo les interesan los fusilamientos que ordenó y el rigor del régimen que condujo, pero su intención combinada con su obsesión marxista, les impone omitir el carácter de Estadista del Caudillo, que hábilmente evitó que España participara activamente en la Segunda Guerra Mundial, ahorrando lo que habría sido verla sometida al cañoneo y los bombardeos de los aliados, durante el desarrollo y desenlace de la Guerra Mundial.
Ciudades españolas han podido correr la misma suerte de Berlín, Colonia, Budapest, Dresde, Roterdam, Varsovia y todas aquellas que fueron destruidas por el poder de fuego de unos y otros, esto por no hablar de los millones de españoles que hubieran caido en la contienda. Por esto, cuando se quita a una calle el nombre de la División Azul, se olvida que esos fueron los héroes, que pagaron con sus vidas las intenciones de Adolfo Hitler.
Ahora, sólo se exhuman cadáveres de milicianos republicanos, como si el bando nacional no hubiere tenido víctimas, y esto se adorna con una ley de Memoría Democrática, que desplaza a la verdadera memoria, y que en su aprobación es aplaudida a rabiar en el Parlamento, ante el silencio cómplice de los herederos de la victoria.
Adicionalmente, se arremete de forma sistemática contra la Transición, perfectamente prevista por el régimen anterior, sin tomar en cuenta que fue ejemplar y admirada en todas partes, que permite a los rojos su existencia como organizaciones políticas, y a la vez, sus desmanes actuales. También, con los mismos argumentos, cuestionan la Constitución de 1978, que pretenden modificar para traer la III República, por lo que abjuran de la Monarquía y apuestan por su final.
Perversamente, hoy se acusa de fascista al que exhibe la bandera española o escucha el himno nacional, para expresar el repudio generalizado a lo que significaron los últimos 80 años de historia, que han garantizado la paz entre los españoles, y dentro de los cuales, volvió la democracia, se salió del aislamiento, y España se incorporó a la Unión Europea, el proceso geopolítico más importante que ha vivido el mundo en los últimos 50 años.
Ahora, su desfasado discurso de pobres contra ricos, ha sido disfrazado por luchas entre hombres y mujeres, con banderas globalistas, como el feminismo, el animalismo, el ambientalismo, el ecologismo, el cambio climático, la xenofobia, el bienestar animal, el antitaurinismo, la sostenibilidad, etc. para engañar a la sociedad, cuando la única verdad que los inspira es el Manifiesto Comunista.
Y como protagonistas de todo ello, dos personajes nefastos para el pueblo español, principales promotores de la “Leyenda Roja”, José Luis Rodríguez Zapatero, y el actual presidente, Pedro Sánchez.
Williams, ¡extraordinario, claro, e inteligente análisis, como de costumbre!
¿Cómo articular una respuesta adecuada, eficaz y contundente de la sociedad, cuando todavía existan instituciones que defiendan el Estado de Derecho constitucional y democrático?
He ahí el reto que tenemos, si no se quiere retroceder a escenarios de que se suponía superados en la historia.
Eso ya es historia Universal, lo que quieren res ver a España metida con la izquierda asesina y nada democrática, que vivan la Democracia abierta
Excelente análisis de la tragedia española con lamentable incidencia en Venezuela. Gracias por su dedicación a favor de las víctimas de crímenes de lesa humanidad contra los venezolanos y los descendientes de los hispanos radicados en Yaracuy.