Gustavo Coronel: Un fugaz regreso a Camelot

 

Gustavo Coronel
Análisis Libre

El lunes de esta semana hice un breve viaje de regreso en el tiempo, a los años de 1960, cuando visité el impresionante Museo y Biblioteca de John F. Kennedy, en Boston. Es un bello edificio de limpieza de líneas externas , mantenido de manera impecable en su interior, el cual contiene un tesoro de información gráfica y escrita sobre los cortos años de Kennedy en la presidencia de los Estados Unidos.

En el recorrido al museo es posible ver y recordar el proceso que llevó a Kennedy a cambiar sus planes de vida, orientados hacia la vida académica para entrar a la vida política, debido a la muerte durante la segunda guerra mundial de su hermano mayor, quien era visto como el lógico aspirante de la presidencia en representación de la familia. Su ascenso de candidato local en Boston hacia la presidencia fue planificado en detalle, con gran eficiencia. Su campaña presidencial fue de gran creatividad., ayudado por su carisma personal, sonriente y de gran coherencia verbal. Sus discursos se distinguían por la calidad de sus metáforas.

Recorrer ese museo durante un par de horas me hizo recordar, con nostalgia, un Estaos Unidos en el cual la civilidad en la política aún existía. Me impresionó mucho ver de nuevo el debate entre Kennedy y Nixon, grabado por Kennedy en base a su apariencia física y preparación. En ese debate impresiona el respeto en los planteamientos que cada uno de los dos candidatos muestra por el otro. No hay en ese debate ninguna frase hiriente, solo razonamientos que tratan de persuadir sin ataques personales de ningún tipo. El contraste con la vulgaridad y mediocridad del discurso actual es impresionante. Allí nadie habla del  adversario utilizando expresiones peyorativas, algo que parecía característica de ellos tiranuelos ignorantes como Chávez (recuerdan lo de “Frijolito”? )  pero que ahora ha sido adoptado por candidatos en los Estados Unidos, como Trump,  para referirse a su adversario como  “el torcido”, el “dormilón” Joe, la “loca” Hilary, el “santurrón” de Santis., etc.

La civilidad era parte integral de la pugna política. La calidad de los discursos de Kennedy era notable. Tenía extraordinarios escritores a su lado, como es el caso de Teodoro Sorensen, quien escribió la mayoría de los borradores de es discursos. La efectividad del discurso era una combinación de la nobleza de las palabras y del estilo oratorio, de gran claridad y gran ritmo, de Kennedy. Al escuchar de nuevo su discurso de inauguración recordamos que le dedicó un párrafo especial a la Alianza para el Progreso, programa de desarrollo para los países de la región.

Todo acerca de esa presidencia estuvo signado por la elegancia (con excepción de sus aventuras extra maritales y su amistad con el grupito de Frank Sinatra). Las relaciones con Europa adquirieron un auge especial. Se inició el programa espacial, con gran visión y perseverancia. Se superó la crisis de los misiles en Cuba, aunque la derrota de la expedición anti castrista en Bahía de Cochinos fue un duro revés para su presidencia. Más allá de sus logros políticos, lo que pude recordar con más claridad fue el tono civilizado del ejercicio político de la época.

En el museo hay una cita de Kennedy sobre la importancia de perseverar y  mantener una visión de largo plazo en el ejercicio del gobierno. Esto es lo que nos ha faltado en Venezuela para llevar a cabo políticas efectivas de Educación Ciudadana

Regresé por dos breves horas a Camelot. De esa época quedan recuerdos imborrables: Pablo Casals tocando su cello en la Casa Blanca, el primer viaje de orbita espacial, las visitas de Kennedy y su esposa Jackie a Venezuela, el austero De Gaulle coqueteando con Jackie, las horas tensas del enfrentamiento con Krushev sobre Cuba y los intentos de Castro de iniciar la guerra nuclear durante esas horas.

 Aquellos días de la política eran casi siempre  soleados. Hoy son grises, fríos, lluviosos.

2 comentarios en “Gustavo Coronel: Un fugaz regreso a Camelot

  1. Extraordinario Don Gustavo, me hizo recordar una época que difícilmente regresará por lo menos a Venezuela Dónde el horror de la barbarie y del resentimiento se apoderó del país. Ojalá logremos recordar que fuimos adversarios políticos, no enemigos y que regrese la cordura. Gracias

  2. ING. Gustavo Coronel. – Excelente crónica de un breve viaje a Camelot. La invitación de JFK hacia América Latina con la Alianza para el Progreso y a la juventud de USA con la estructuración de Cuerpo de Paz marcaron caminos de esperanzas.
    Gracia por la rememorando.

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