La fuerza armada venezolana: traidora a la constitución y a la nación

  •  Ejemplos concretos que demuestran el asalto al poder por parte de la fuerza armada venezolana

     el abuso del nombre de bolivar para designar un régimen criminal ha desprestigiado la memoria del libertador

     la venezuela libre y democrática del futuro deberá tratar de eliminar este cáncer

«El poder militar es una herramienta de la política»  (General en Jefe Gustavo Rangel Briceño, 2008)

 

Gustavo Coronel
Análisis Libre Internacional

La Fuerza Armada Venezolana es culpable de traición a la patria. Es una acusación que hago con pleno conocimiento de su gravedad. Al hacerla no digo que todos los miembros de la Fuerza Armada son culpables. Existen al menos dos niveles de culpabilidad en el seno de esta institución: (1), la de los miembros activamente aliados con el régimen, utilizando su poder militar para beneficiarse a título personal, saqueando a la Nación venezolana, apuntalando un régimen dictatorial, actitud que viola claramente su juramento profesional y su compromiso de defender nuestra soberanía y respetar  la constitución; y, (2), la de los miembros quienes no son cómplices activos del régimen dictatorial pero quienes guardan sumiso silencio, lo cual – por omisión – también  los ha llevado a violar la constitución que les exige, en su artículo 350,  actuar para restituir la democracia perdida.

Existen dignos miembros  de la Fuerza Armada (no sé cuántos son) que resisten esta aberración y han pagado por ello siendo objeto  de represalias de todo tipo, desde el aislamiento en sus cargos hasta el exilio, la cárcel y la muerte.

El balance de la institución es francamente negativo. El resultado neto de su actuación durante el siglo XXI ha contribuido a la mayor tragedia que recuerde la nación venezolana desde la guerra federal, una tragedia que ha traído pobreza, humillación, represión, exilio y muerte a miles/millones de venezolanos. 

UNA HISTORIA DE AMBICIONES POCO PROFESIONALES

La Fuerza Armada venezolana se ha comportado, casi siempre, como una institución pretoriana, es decir, con vocación de poder político. Durante los últimos 120 años su relación con el estado ha estado caracterizada por: (a),  la existencia de un despotismo militar más o menos corrupto durante la dictadura de Juan Vicente Gómez; (b), un corto período de profesionalización, desde 1936 a 1945, el cual fue remplazado por las intervenciones militares en el poder, desde 1945 hasta 1958 (c),  un equilibrio dinámico entre el estado y la fuerza armada en base a concesiones mutuas, como fue el caso de la etapa democrática de 1958-1998  y, (d)  la implantación de un sistema de dominación militar- cívico, a lo Chávez-Ceresole y, posteriormente, a lo Maduro-Padrino López, durante el período 1999-2020.

Durante la etapa democrática, 1958-1998, las Fuerzas Armadas tuvieron momentos estelares en los cuales orientaron sus esfuerzos hacia las tareas del desarrollo. Sin embargo,  ver: https://www.redalyc.org/pdf/267/26702006.pdf: “en esta etapa se intensifica la relación de las fuerzas armadas con los partidos políticos, iniciada en la década de los sesenta, lo que dio lugar a prácticas de corrupción y relaciones clientelares entre los militares y los partidos políticos, afectando el proceso de institucionalización”.

El camino hacia la traición tiene su germen en esos años y se manifestó abiertamente al llegar Hugo Chávez al poder.

 LA MAGNITUD DE LA TRAICIÓN DURANTE LA ETAPA 1999-2024

Con la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999 comenzó una etapa durante la cual la democracia venezolana, resentida por la progresiva mediocrización del proceso bipartidista que había comenzado en 1958 fue abandonada por mucho del pueblo, el cual pensó que Hugo Chávez representaría un cambio radical positivo.  Hugo Chávez, remplazó el sistema democrático por  un estado vulgar, autoritario y represivo hasta llegar a la dictadura abierta, con el consentimiento inicial  y la participación activa posterior de la Fuerza Armada venezolana.

La naturaleza autoritaria de Hugo Chávez fue advertida por muchos venezolanos desde el inicio. Su juramento ante una constitución “moribunda” debió suscitar el rechazo de todos los demócratas pero fue aceptado por el liderazgo político de la época sin chistar. La convocatoria ilegal a una Asamblea Constituyente originaria fue aceptada y apoyada por muchos demócratas. En 1999 la actitud de soberbia anti-democrática del gobierno de Chávez era aparente pero solamente Jorge Olavarría tuvo el coraje de denunciarla abiertamente en su discurso del 5 de Julio de 1999, diciendo verdades que le fueron criticadas por un liderazgo político (Henrique Capriles)  y militar (Alto Mando)  cobarde, de baja calidad ciudadana, ya enamorado del “hombre fuerte

El gobierno de Hugo Chávez se convirtió en una verdadera alianza “cívico-militar”, en base a la doctrina del anti-semita Norberto Ceresole, una alianza patrocinada abiertamente por Chávez en base a estrategias elaboradas en La Habana. La participación militar  progresiva en la conducción del gobierno representó el abandono de su misión profesional, fueron los primeros signos evidentes de la traición.

 Los militares venezolanos pasaron de ser simples gendarmes del caudillo a compartir el poder.

Un extraordinario trabajo de Transparencia internacio0nal, Capítulo Venezuela, ver: https://transparencia.org.ve/wp-content/uploads/2018/06/La-Fuerza-Armada-Venezolana-tiene-luz-propia-en-la-corrupci%C3%B3n.pdf  presenta considerable información sobre la participación directa de la Fuerza Armada venezolana en el gobierno/régimen del chavismo, bajo Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

Ya para fines de 2017, de los 32 ministerios existentes doce de ellos estaban bajo el control militar:

Ministro del Poder Popular para el Eco socialismo y Aguas Ramón Celestino Velásquez (4/1/2017-ACT) Coronel de la Aviación

Ministro del Poder Popular de Obras Públicas César Alberto Salazar (4/1/2017- ACT) Almirante

 Ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz Néstor Luis Reverol Torres (8/2016- ACT) Mayor General del Ejército

Ministro del Poder Popular para el Transporte Juan de Jesús García Toussaint (21/6/2017- ACT) Mayor General del Ejército

Ministro del Poder Popular para la Defensa Vladimir Padrino López General

 Ministro del Poder Popular para la Agricultura Productiva y Tierras Wilmar Castro Soteldo Teniente Coronel

Ministro del Poder Popular de Pesca y Acuicultura Ángel Belisario Martínez Almirante

 Ministro del Poder Popular para la Alimentación Luis Alberto Medina Ramírez (24/8/2017- ACT) General

 Ministro del Poder Popular para la Energía Eléctrica Luis Motta Domínguez Mayor General de la Guardia Nacional

Ministro del Poder Popular para Hábitat y Vivienda

 Manuel Quevedo General de Brigada

Ministro del Poder Popular para la Nueva Frontera de Paz Gerardo José Izquierdo Mayor General del Ejército

 Ministro del Poder Popular de Petróleo, Manuel Quevedo Mayor General

 GOBERNADORES                     

Seis gobernadores eran militares:

Coronel Ramón Carrizales Apure; Vicealmirante Carmen Meléndez  Lara;  Comandante Jorge Luis García Carneiro Vargas;  General de Brigada Rodolfo Marco Torres Aragua; General en Jefe Henry Rangel Silva Trujillo;  General de Brigada Justo Noguera Pietri Bolívar, todos ellos miembros del partido de gobierno, el PSUV.

PDVSA

Cuatro militares estaban en la Junta Directiva de PDVSA, incluyendo el presidente y la Vicepresidente Ejecutiva:

Mayor General Manuel Quevedo Presidencia;  Vicealmirante Maribel Parra, Vicepresidencia Ejecutiva;  Capitán Guillermo Blanco Acosta Vicepresidencia de Refinación;  General Rodolfo Marco Torres.  En este caso se daba el absurdo que Maribel Parra, la Vicepresidenta ejecutiva de PDVSA era también miembro de la Junta Directiva de la empresa CAMIMPEG, contratista de PDVSA, lo cual representa un verdadero incesto gerencial, ya que había conflicto de intereses y violación de normas empresariales elementales.

CVG

Los presidentes de esta empresa matriz entre 2004 y 2017  han sido en su mayoría militares:

Antonio López Reyna; Rafael Sánchez Márquez; Francisco Rangel Gómez; Daniel Machado  Rafael Gil Barrios; Carlos Alberto Osorio; Justo Noguera Pietri.

Los presidentes militares de las empresas filiales  han sido:

CVG Venalum Aluminio primario: General de División  Edgardo Alfonso Zuleta Rausseo

CVG Alcasa Aluminio  General de División Noel Martínez

SIDOR Hierro General Justo Noguera Pietri

Briqven Comercialización de Briqueles General de Brigada  Giovanny Tovar

CVG Ferrocasa Construcción  General Juan Antonio Ferro Fernández

 

Empresas adscritas al ministerio de la Defensa

Existen docenas de empresas adscritas al Ministerio de la defensa. Por ejemplo, OCAMAR es una empresa de servicios portuarios,  plagada de corrupción, le hace competencia al Puerto de Puerto Cabello ofreciendo tarifas más baratas pero de dudosa calidad. Según nos reporta Transparencia Internacional, capítulo de Venezuela en el informe citado, en once años estas empresas nunca han presentado cuentas

Sector Alimentación.

De los once ministros que han estado a cargo de la misión alimentación, diez han sido militares. Este sector ha sido un monopolio del sector militar y es uno de los más corruptos del régimen.

Rafael Oropeza, General 2004 –  2008;

Félix Osorio,  Coronel del Ejército 2008 – 2010;

Carlos Alberto Osorio Zambrano, Mayor General 2010 – 2013;

Félix Osorio, Coronel del Ejército 2013 – 2014;

Hebert García, Mayor General 2014;

Iván José Bello, Coronel 2014 – 2015;

Rodolfo Clemente Marco Torres, General 2016 – 2017;

 Carlos Alberto Osorio Zambrano, Mayor General 2015;

 Luis Alberto Medina Ramírez, Mayor General

 En Septiembre 2016 se llegó a una cursi distribución de funciones creando  supervisores por rubros alimenticios, dándole a un militar la responsabilidad (y el poder) sobre la distribución de ciertos alimentos, a saber:

Aceite: General de Brigada Jorge Pérez. • Arroz: General José González. • Avícola: Contralmirante Ángel Rueda. • Azúcar: General de Brigada Ludwing Palima. • Carne bovina: General de División Luis Jiménez. • Café: Contralmirante Juan Jiménez. • Caraotas: General de Brigada Reynzer Rojas. • Artículos de higiene personal: General de Brigada Fernando Prieto. • Farmacéutico: General de División Juan Rivas. • Harina de Maíz: Vicealmirante Freddy Lozada. • Lácteos: General de Brigada José Gregorio Pérez. • Maíz Amarillo: General de División Javier Antonio Rosales. • Margarina: Contralmirante Adolfo Contreras. • Papel higiénico, toallas sanitarias y pañales desechables: General de Brigada Manuel Vera. • Trigo: General de División Francisco Yánez. • Pescado: Vicealmirante Luisa María Lozada. • Carne porcina: General de Brigada Rubén Barreto. • Soja: General de Brigada José Jesús Hernández.

FINANZAS

Los militares han tenido participación decisiva en el manejo de las finanzas públicas. En 2017 controlaban siete organismos financieros, incluyendo bancos y empresas de inversión, en los cuales manejaron durante ese año la suma de Bs. 23.000 millones y unos 3500 empleados. En su informe Transparencia Internacional, Capítulo Venezuela  pregunta: ¿Cuál es el capital de esos entes? ¿Cuál es la inversión que se ha hecho y cuánto es el valor de sus bienes muebles e inmuebles?  ¿Cuáles son los beneficios reales, financieros y no financieros de estos entes?  ¿Qué tanto se usan estas estructuras para controlar sectores, grupos, comunidades y electores?

Para ninguna de estas preguntas ha habido respuestas.

SENIAT. Por largo tiempo el sistema de recolección tributaria ha estado en manos de David Cabello, hermano de Diosdado Cabello, ambos militares, el último indiciado como Zar del narcotráfico.

En la agroindustria, la construcción, industrias, turismo, telecomunicaciones, en todos los sectores del régimen hay significativa participación militar. Los militares son contratados por la administración pública sin control alguno. El informe de Transparencia Internacional, capítulo Venezuela, menciona la cantidad de unos 1200 militares activos contratados a título individual por el estado, derivando por lo tanto dobles ingresos, presumiblemente sin control alguno.

LA CORRUPCIÓN MILITAR

La corrupción del sector militar en función de gobierno ha sido trágica. Un informe del Diario de las Américas, ver: https://www.diariolasamericas.com/america-latina/vinculan-altos-jefes-las-fuerzas-armadas-venezuela-el-crimen-organizado-n4131121  ofrece datos alarmantes sobre la magnitud y extensión de la corrupción en las fuerzas armadas venezolanas. Dice: “La incorporación de altas figuras del Gobierno de Venezuela, en la lista de Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) en la que se incluye al propio presidente Nicolás Maduro, al vicepresidente Tarek El Aisami, ministros, importantes figuras del Gobierno y altos jefes militares, compromete al Gobierno de manera estructural con el crimen organizado. Así lo han señalado autoridades federales e importantes informes emanados del senado de Estados Unidos”. Es decir, hace a los militares venezolanos miembros de una cleptocracia regional  en la cual están involucrados delincuentes políticos, corporativos, civiles y militares, todo un ejército del crimen.

 Los crímenes incluyen narcotráfico, lavado de dinero, contrabando de extracción, importación de comida con sobreprecios, fraudes en los sistemas de distribución de alimentos y sobreprecios en la compra de armamentos. Entre los narcos mencionados están Hugo Carvajal, Luis Motta Domínguez, Néstor Reverol, Luis Acosta Carles, Henry Rangel Silva y Diosdado Cabello. Entre los lavadores el informe menciona a Alejandro Andrade, Rodolfo Marcos Torres, Adrián Velásquez, Claudia Díaz Guillen.

CONTROL DE CAMBIOS

En este sector la corrupción ha sido monumental. Por ejemplo, el caso del general Manuel Barroso, quien  entre 2006 y 2013, es decir durante siete años, fue presidente de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), el organismo responsable del robo de 25 mil millones de dólares, según denunció el exministro de Hugo Chávez, Jorge Giordani. Luego este militar fue enviado a Brasil como Agregado Militar en aquel país, protegido por el Clan de Diosdado Cabello. Ver: https://www.infobae.com/america/venezuela/2019/11/13/quien-es-manuel-barroso-el-general-chavista-acusado-por-corrupcion-que-esta-atrincherado-en-la-embajada-de-venezuela-en-brasil/

LA CORRUPCIÓN DOCTRINARIA

Quizás peor que la inmensa corrupción material llevada a cabo por los miembros de la Fuerza Armada a todos los niveles, desde el alto mando militar, pasando por los centenares de generales de historietas, hasta llegar a los soldados rasos y la grotesca milicia de desocupados, debemos resaltar el crimen cometido contra los principios y valores de la institución por sus líderes.

El discurso del liderazgo militar entregado al chavismo ha sido uno de llamado a defender hombres y tribus, no a la Nación, o sus leyes y  sus ciudadanos, lo cual es la verdadera razón de ser de una Fuerza Armada. Todos los ministros de la defensa de la era chavista/madurista han alimentado la tesis de que la institución está al servicio de la “revolución”, que quienes no se identifiquen con esa “revolución” jamás podrán llegar al poder político, ya que ellos, los militares bloquearán ese acceso. Ese liderazgo consagra en sus discursos un golpe de estado permanente. Ver: https://www.youtube.com/watch?v=RNYO9dGRi9s .

Esta postura traidora es la misma que han asumido todos los líderes de la Fuerza Armada venezolana desde 1999 en adelante. Han sido 23 largos años de traición sin atenuantes, sin disimulo.

ENLODARON EL NOMBRE DE BOLÍVAR

Al actuar de esta manera despreciable, traidora, entreguista de nuestra soberanía, saqueadora de los bienes de la nación lo hicieron en el nombre de una revolución Bolivariana.  En el nombre de Bolívar los militares venezolanos  han lavado dinero, traficado drogas, contrabandeado y convertido las alcabalas en centros de expoliación de la gente humilde. En el nombre de Bolívar entregaron dinero venezolano y soberanía a los castristas cubanos y a sus satélites en toda la región latinoamericana. Llevaron a cabo un programa Bolívar 2000 que fue nidos de corrupción y robo. Han justificado con el  nombre de Bolívar la represión, la tortura y la muerte. Al arrastrar el nombre de Bolívar por el pantano maloliente de sus actuaciones los miembros corruptos de la Fuerza Armada venezolana han lograd el anti-milagro de desprestigiar el nombre del héroe nacional ante los ojos del pueblo. Para ello no ha sido necesario hablar mal de Bolívar sino cometer crímenes, robar, victimizar a todo un pueblo en el nombre de Bolívar. Ha sido un crimen por asociación, quizás el peor de los crímenes. 

 ¿QUE HACER CON LA FUERZA ARMADA VENEZOLANA, SI ES QUE PUDIÉRAMOS DECIDIR SOBRE SU FUTURO?

Esta es la situación de la Fuerza Armada venezolana. Nos preguntamos si hay una salida honorable para ella y nos permitimos dudarlo. La podredumbre es demasiado intensa y extensa, demasiado impúdica, demasiado orgullosa de su crimen, para encontrarle justificación. No hay perdón posible para ella.

A Venezuela le será difícil  mantener un sitio entre los países civilizados del planeta si una institución de esta calaña se mantiene viva. Nuestra redención pasa por su eliminación y la creación de un modelo diferente de defensa territorial y de seguridad.

Sin embargo, ello parece difícil en el corto plazo, no porque no exista la convicción de que deba hacerse sino porque la institución misma tiene el poder de impedirlo. Tiene las armas, se ha convertido en la gran secuestradora de la democracia y de la libertad y no está supeditada al poder civil ni a las leyes.

 Frente a esta realidad se abren diversos escenarios para Venezuela:

TRES ESCENARIOS

1- LA AUTO-LIMPIEZA

Este escenario requiere un cambio radical del poder político, de las manos del chavismo/madurismo a un gobierno democrático, con libertades ciudadanas y el apoyo de las naciones civilizadas del planeta. En ese nuevo entorno sería posible un profundo proceso de auto-limpieza que involucre, no solamente el castigo ejemplar de los traidores, sino un cambio radical de filosofía del papel del militar venezolano en la sociedad, un papel orientado a la existencia de una Fuerza Armada de modesto tamaño, muy especializada en sus tareas de defensa y salvaguarda territorial y objetivamente subordinada al poder civil.  En el mejor de los casos este sería un proceso lento, de prédicas y educación constantes, el cual siempre estaría en peligro de revertirse a la perversa filosofía pretoriana, ya sea explícita como en el chavismo o disimulada como en el sistema bipartidista adecopeyano de la segunda mitad del siglo XX.

2- EMPANTANAMIENTO CRÓNICO

Bajo este escenario la relación entre la Fuerza Armada y la sociedad venezolana permanece esencialmente inalterada, con los militares ostentando un papel de protagonistas en la vida política venezolana, obteniendo parcelas de poder y de beneficios indebidos y violatorios de su  misión. En este escenario el apoyo de la Fuerza Armada al sistema democrático tendría que comprarse, tal y como ha venido sucediendo – con pocas excepciones –  desde hace más de un siglo. El impacto de este escenario en la vida venezolana será uno de mediocrización, perpetuándose su carácter de república bananera.

3- PROGRESIVA ELIMINACIÓN DE LA INSTITUCIÓN Y REMPLAZO POR UN NUEVO MODELO DE SEGURIDAD Y DEFENSA

Bajo este escenario el país decide eliminar de manera  progresiva la estructura existente de la Fuerza Armada venezolana, remplazándola por una combinación de organismos especializados de seguridad policial y territorial de modesto tamaño, acuerdos internacionales de protección contra invasiones a su territorio y algún tipo de modelo de  ejército ciudadano, a lo Suiza. Los ejemplos a seguir no son numerosos y se encuentran en países de pequeño tamaño y escasa población. No sería fácil, admito, llevar esto a cabo, aunque, de lograrlo,  el país se podría ahorrar no solamente el inmenso costo directo e indirecto que representa mantener una Fuerza Armada esencialmente desocupada sino la continua amenaza que tal institución intervenga para desestabilizar el equilibrio político, social y económico de la Nación, como lo ha hecho repetidamente a través de nuestra historia. .

  CONCLUSIÓN

Venezuela deberá enfrentar su realidad si desea sobrevivir en buena forma, como miembro de la comunidad civilizada de naciones. De lo contrario, nuestra sociedad estará destinada a permanecer en los escalones inferiores del desarrollo material y espiritual. Sería una lástima que esto ocurriera,  ya que el venezolano posee cualidades positivas que, de ser complementadas con políticas públicas sensatas, podrían llevarlos a estructurar una sociedad razonablemente feliz. Tal como ella existe hoy no es motivo de orgullo para nadie.

 El verdadero amor no radica en desconocer o tapar los problemas y defectos de lo que se ama sino reconocerlos a fin de tomar acción para resolverlos. 

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