BBC Mundo
La camarógrafa que se dio a conocer mundialmente por agredir a varios migrantes que intentaban escapar de una redada de la policía en Hungría pidió disculpas.
«Siento sinceramente lo ocurrido. Prácticamente estoy en estado de shock por lo que hice y por lo que están haciendo conmigo«, dijo Petra László en una carta publicada en varios medios húngaros.
László fue captada por las cámaras mientras pateaba a una pequeña migrante en la frontera entre Serbia y Hungría y también mientras le ponía una zancadilla a otro migrante que intentaba escapar mientras cargaba a un niño.
Las imágenes generaron una oleada internacional de rechazo contra la actuación de László, y posteriormente su despido de N1TV, el canal donde trabajaba como camarógrafa.
De acuerdo con la versión de la mujer, una suerte de estampida se generó cuando se encontraba cubriendo la situación de los migrantes en un puesto de control fronterizo, luego de que la policía intentará impedirles el acceso a Hungría.
Entonces cientos de personas comenzaron a correr hacia donde ella estaba con su cámara, lo que la hizo entrar en estado de pánico.
«Es difícil tomar decisiones correctas cuando uno está en pánico. Yo no pude hacerlo», se justificó la camarógrafa.
Además de perder su empleo, László ha sido públicamente condenada a través de las redes sociales: en Facebook se abrió la página «Muro de la vergüenza Petra László», que cuenta ya con más de 35.000 «me gusta».
Y la fiscalía húngara también presentó una acusación formal en su contra por vandalismo, lo que podría acarrearle una sentencia de varios años prisión.
«Solo soy una mujer, una madre ahora ya sin trabajo, que en una situación de pánico tomó una decisión equivocada», se disculpó la camarógrafa.