Golpes, tirones de pelo, patadas, arañazos y desmayos en la sede diplomática de Venezuela en Vigo
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Golpes, tirones de pelo, patadas, arañazos y desmayos en la sede diplomática de Venezuela en Vigo. Ocurrió en 2007 y ha salido a la luz más de seis años después a raíz de un auto judicial que ordena el embargo de bienes del consulado para hacer frente a los honorarios del despacho de abogados que representó a una de las implicadas en la pelea. El relevo institucional en octubre de 2007 se convirtió en una reyerta entre la consulesa saliente y la delegación entrante. El asunto se trató con la más estricta discreción, pese a que las denuncias cruzadas fueron investigadas durante cuatro años por el Juzgado de Instrucción número 6 de Vigo, y la supuesta agresora tuvo que prestar declaración en dos ocasiones. En noviembre de 2011, después de la incomparecencia de la imputada y la imposibilidad de localizarla, se decretó el archivo de la causa.
Los hechos se remontan al 10 de octubre de 2007 cuando Belkys Llamira Cedeño Ocariz -jueza de Caracas destituida unos meses antes por abuso de autoridad- llegó a la ciudad para tomar posesión del cargo de cónsul general por nombramiento del actual presidente, Nicolás Maduro, entonces ministro del Poder Popular para la Relaciones Exteriores del Gobierno Bolivariano de Venezuela. En aquel momento, la titular de la oficina diplomática era Jeanet Miño Rosales, nombrada tres años antes y que aquel día se encontraba en la oficina de Marqués de Valladares (ahora la sede se encuentra en la calle Velázquez Moreno). Al desconocer su sustitución -así lo aseguró en su primera declaración para realizar el acta de denuncia verbal-, se opuso al relevo alegando que no había recibido ninguna comunicación oficial.