Pese a los escándalos y las denuncias, la Asamblea Nacional Constituyente en Venezuela será, desde este viernes, una realidad. Y lo que queda ahora es saber quién la preside.
Y su presidenta, la excanciller Delcy Rodríguez, no solo será quien dirija la redacción del nuevo acuerdo bajo el cual se gobiernen los venezolanos. Será, también, la persona más poderosa del país. Al menos en teoría.
En la víspera de la instalación y elección de la directiva de la ANC, en principio pautada para este viernes, la especulación y el debate sobre quién será el elegido se volvió moneda corriente entre muchos venezolanos.
Algunos le apostaron a Diosdado Cabello, considerado implacable, militarista, radical y supuestamente líder de una corriente del chavismo que se contrapone a Maduro.
Finalmente eligieron a Rodríguez, cercana al presidente y miembro de las mesas de negociación del gobierno y la oposición en las últimas semanas.
La elección de Rodríguez marcará el rumbo no solo del partido que gobierna el país desde 1999, sino el de Venezuela en sí.
Se trata de una elección dentro del chavismo que marcará no solo el rumbo del partido que gobierna al país desde 1999, sino el de Venezuela en sí.
Y los venezolanos ya tienen una respuesta al último acertijo político del país: el ala «moderada» del gobierno de Maduro es, al parecer, mayoría dentro del chavismo.
Un día más de tensión
La instalación de la ANC llega en un momento de tensión en el país, tras cuatro meses de enfrentamientos entre manifestantes opositores y las fuerzas de seguridad del Estado, que han dejado más de 120 personas muertas, cientos de heridos y miles de detenidos.
La oposición convocó a una nueva marcha de protesta para este viernes.
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La instalación de la ANC llega en un momento de tensión en el país, tras cuatro meses de enfrentamientos entre manifestantes opositores y las fuerzas de seguridad del Estado, que han dejado más de 120 personas muertas, cientos de heridos y miles de detenidos.
La oposición convocó a una nueva marcha de protesta para este viernes.
Suprapoder
Como reiteró Delcy Rodríguez en su discurso de posesión este viernes, la ANC se plantea como un acuerdo originario de la nación. Un suprapoder.
Con esto, todos los esquemas del Estado pueden ser modificados por la ANC.
Y eso incluye al presidente.
El gobierno dijo desde el anuncio de la Constituyente que tiene varios objetivos: conseguir la paz, consolidar el Estado comunal ideado por Chávez y reformar el sistema judicial.
Los mismos voceros del oficialismo han manifestado la intención de, por ejemplo, remover de su cargo a la fiscal general, Luis Ortega Díaz, quien tras años de afinidad al oficialismo hoy es la más prominente crítica del gobierno dentro de las estructuras del Estado.
También han declarado que esperan inhabilitar o incluso lograr la detención de los dirigentes opositores que consideren criminales.
Y es probable que también se disuelva la Asamblea Nacional.
La oposición ha calificado a la ANC de fraudulenta, porque se omitió un referendo para preguntar al pueblo si quería o no convocarla y porque en la elección de los constituyentes la empresa a cargo del sistema de votación denunció una «manipulación» de los resultados.
Pero el gobierno y los poderes a cargo han negado las acusaciones, las han atribuido a «un ataque más de la derecha internacional«, y han insistido en que la Constituyente, no importa cuán polémica, se dará.
La puja de poder dentro del chavismo
Esta ANC busca modificar la actual Constitución, promulgada en 1999 luego de que el fallecido Hugo Chávez fuera elegido por primera vez.
En ese momento, el presidente de la ANC fue Luis Miquilena, uno de los políticos y abogados más respetados del país, quien falleció en 2016.
Y él, al ser el presidente de la ANC, tuvo más poder que Chávez.
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«Pero Miquilena no era un muchacho y no se iba a poner a inventar peleas políticas, respetaba el mandato popular de Chávez y era más un dirigente del mundo político que conciliaba con derecha e izquierda», explica Ernesto Alvarenga, historiador y constituyente en el 99.
Según Alvarenga, una importante diferencia entre las dos ANC es que en el 99 se pautaron 6 meses de duración de la misma y duró finalmente tres y medio.
«Pero ahora no sabemos cuánto va a durar y puede que pase como en Cuba, que duró 16 años en los que Fidel (Castro) gobernó por decreto», opina en entrevista con BBC Mundo.
Muchos especialistas consideran esta ANC como una medida en la «línea cubana», de la cual Maduro es un declarado admirador.
«Otra diferencia es que aquella vez estaba clara la calidad de los Constituyentes: todos eran constitucionalistas, demócratas, muy preparados, con formación académica, pero ahora vemos que son activistas políticos sin mucha preparación», añade Alvarenga.
Vladimir Villegas, también constituyente en el 99, asegura que otra diferencia con la ANC de ahora es que en ese entonces el liderazgo del presidente era indiscutido, por lo que una puja de poder entre el Ejecutivo y la ANC era improbable.
«Pero ahora esta constituyente sí genera ese posible enfrentamiento de poderes, porque no es hija del liderazgo de Maduro sino de la urgencia de Maduro de no someterse a una consulta popular», le dice el hoy periodista a BBC Mundo.
Tanto Villegas como Alvarenga adelantaron que el «madurismo» es mayoritario dentro del chavismo y por eso un aliado suyo sería elegido presidente.
Rodríguez fue la escogida y el mismo Diosdado Cabello fue quien la propuso durante la sesión.
Así hubiese una puja dentro del chavismo, la elección del presidente ya estaba acordada. Y el partido de gobierno logró, una vez más, mostrarse unido ante su gente.