Segun dice Jose Emilio Castellanos en su excelente sitio www.analisislibre.org la sección de valijas diplomáticas de la cancillería venezolana es dirigida por un ciudadano de origen uruguayo, quien al parecer tiene la triple nacionalidad uruguayo-argentina-venezolana. No tiene formación académica conocida. El inform de Castellanos agrega que este señor, Juan Gerónimo Caruso Falero, jamás había tenido relación con el mundo diplomático, pero vínculos familiares con el Director de Gabinete y Vice Ministro Temir Porras Ponceleón lo colocaron al frente de la sección de valijas diplomáticas en la Cancillería venezolana. Curuso Falero, el jefe de la sección de valijas diplomáticas de la cancillería venezolana, es tío político de la señora Andrea Jaurena, la esposa del Director de Gabinete y a la vez Vice Ministro (aunque este cargo no existe en el ordenamiento legal venezolano) Temir Porras Ponceleón, quien fue “jefa” de su tío en la Cancillería. Por si fuese poco, se afirma que un hijo de Caruso también trabaja en Cancillería.
En la división de valijas trabajan unas 40 personas, la mayoría sin formación para esta función, casi todas reunidas en el sótano del edificio administrativo de la Cancillería.
Es aun imposible saber (si es que lo llegaremos a saber algun dia) cuales son las ramificaciones de esta situación y hasta donde llegan las responsabilidades criminales. Lo que si es posible decir es que esta tragedia corrobora lo que hemos venido diciendo sobre la cancillería venezolana, ese nido de incompetentes, tránsfugas y hampones declarados. Cuando el crimen de Kenia y sus ramificaciones se combinan con la incitación a un golpe militar en Paraguay hecha por Nicolás Maduro y el apoyo del régimen al asesino sirio Al Assad, no hay duda alguna que estamos una de las horas más tristes de la política exterior venezolana.