.
–
Solo a finales del Siglo XIX Venezuela se encontró en una situación de caos similar a la actual
.
» …lo que tenemos en la Venezuela de hoy, es que está en manos de la guerrilla del ELN, de las FARC, de los carteles de la droga y de la minería, de las milicias bolivarianas, de Hammas, Hezbollah, los cubanos, las FAES, los Colectivos y el hampa común…»
.
William Cárdenas Rubio-Vargas
Análisis Libre, Madrid
Los 20 años de Socialismo del Siglo XXI con los que Venezuela ha iniciado la presente centuria, nos han retrotraído, desde el punto de vista geopolítico, a la Venezuela de finales del Siglo XIX, y esto, salvando las diferencias, será lo que se encontrarán quienes pretendan encargarse de los destinos del país, una vez que se desplace el actual régimen.
Desde mi modesta opinión, ahora mismo lo complicado no es salir de Nicolás Maduro, su gobierno caerá en cualquier momento y veremos el desenlace. Lo que más me preocupa es cómo va a dejar el país. En todo el Siglo XX no se vio un escenario similar de caos político, desviación social, ruina y pobreza.
Tendríamos que remontarnos a los tiempos de la Guerra de la Independencia o a los finales del XIX para encontrar una Venezuela tan paupérrima y fracturada. No sólo desde el punto de vista económico y social, también en lo político, y evidenciaremos que guardamos actualmente alguna semejanza con lo que se vivió en aquella época.
La Venezuela del siglo XIX estaba caracterizada por el fraccionamiento de los liderazgos, que en los estados y regiones ejercían caudillos anárquicos, que se enfrentaban entre ellos manteniendo a la sociedad en permanente zozobra, en medio de grandes dificultades económicas.
Primero fue Cipriano Castro y luego Juan Vicente Gómez, quienes tuvieron que enfrentar el reto de la unificación nacional, para lo que no dudaron en combatir a los que mantenían una situación que atomizaba las diferentes regiones.
Y lo que tenemos en la Venezuela de hoy, es que está en manos de la guerrilla del ELN, de las FARC, de los carteles de la droga y de la minería, de las milicias bolivarianas, de Hammas, Hezbollah, los cubanos, las FAES, los Colectivos y el hampa común, con la aquiescencia de un estado dirigido por una gran organización criminal.
Derrotarlos y volver a unificar la nación dentro del marco de la democracia y el estado de derecho será un reto monumental, que exigirá un grandísimo esfuerzo, una mayor claridad de ideas, y algo sin lo cual será imposible lograrlo: Unas Fuerzas Armadas unidas, que se coloquen del lado de la Constitución, para el rescate de la democracia y la libertad.
Cipriano Castro tuvo que combatir igualmente a la llamada “Revolución Libertadora”, protagonizada por quienes se negaban a perder sus privilegios, que utilizaron sus reservas económicas para tratar de revertir la situación.
También ahora habrá que lidiar algo parecido, pues todos aquellos que serán llamados a rendir cuentas ante la justicia, no dudarán en utilizar todo su poder, y los millones de dólares mal habidos que han sacado del país, para tratar de que nuestra democracia no logre sus objetivos, conspirarán para tratar de enturbiar los procesos electorales, a fin de doblegar la voluntad de los votantes, y no dudarán en hacer uso de la violencia.
Finalmente, Cipriano Castro sufrió el bloqueo del Puerto de La Guaira por las grandes potencias europeas, que reclamaban inmensas acreencias. Hoy son China y Rusia, entre otros, quienes aparecen como acreedores y, en consecuencia, partes interesadas en cómo se va a resolver nuestro conflicto
Estos serán los verdaderos obstáculos a vencer y quien no lo tenga claro, mejor que se dedique a otra cosa, a menos que esté pensando en “cambiar todo para que nada cambie”. Si ese fuera el plan, eso no lo perdonará nuestro pueblo y las consecuencias de tal aventura se llevarán por delante a quienes pretendan volver a engañarnos, pues no es eso lo que quieren los venezolanos.
La única fórmula para vencer es derrotar todo lo que significa el Socialismo del Siglo XXI, sin reservas de ninguna especie. Que se lo piensen bien, porque estos procesos van generando en la sociedad una cuota muy peligrosa de revanchismo, y el pueblo venezolano podría reencauzar ese sentimiento natural hacia derivas impredecibles, especialmente cuando se producen 120 años de retroceso.
Excelentes trabajo. De gran valor histórico