En Pocas palabras. Javier J. Jaspe
analisislibre.org / Washington D.C.
Según las noticias que nos llegan de Venezuela, parece haber un amplio consenso de que el modelo aplicado por el finado Hugo Chávez y hoy día por el ilegígimo NicolásMaduro para gobernar por más de quince años, bajo la tutela cubana, se encuentra irremediablemente en quiebra. Por su parte, en consonancia con esta percepción, la encuesta datanálisis del pasado octubre revela que 80.1% califican como malo el modelo economico, mientras 68.1% desea que el gobierno de Maduro termine este año (46.3%) o sea removido a más tardar mediante referendo revocatorio en el 2016 (21.8%); sólo 25% de los encuestados se pronunció a favor de que Maduro llegue hasta el final de su período en 2019 (http://prodavinci.com/2014/10/20/actualidad/7-claves-para-comprender-la-nueva-encuesta-de-datanalisis-por-eugenio-g-martinez/) …. Nos referimos brevemente a la aludida quiebra en los párrafos que siguen.
El modelo chavista/madurista/catrocomunista (en lo adelante: “Modelo”)
Los entendidos señalan que el Modelo habría sido inspirado en el esquema recomendado por el argentino Norberto Ceresole (“Caudillo, Ejército, Pueblo”), uno de los asesores de Chávez, basado en la idea de estructurar una alianza entre gobierno, pueblo y fuerzas armadas. Con el tiempo, bajo la influencia castrocomunista cubana y algunos ideólogos como Hans Dieterich, Chávez integró al modelo el objetivo de implementar el llamado socialismo del siglo XXI, pero en la práctica el Modelo lo que ha servido es, entre otros nefastos logros, para aumentar el rol del gobierno en la economía, sojuzgar a la sociedad civil, destruir el sector privado productivo y reprimir a la divergencia, en el propósito de instaurar el castrocomunismo en Venezuela.
Algunos han mirado la referida alianza como una “union cívico-militar”, aunque no pocos ironizan llamándola más bien “union militar-cívica”, dado el predominio mayúsculo que tiene en ella el elemento castrensea. Para otros, simplemente, lo que Chávez hizo fue instaurar el militarismo o una dictadura militar en el país, lo que ha resultado ser cierto, como se evidencia en el grado de ingerencia que han ejercido y ejercen los militares en los gobiernos de Chávez y Maduro con la asquiescencia cubana (http://www.lapatilla.com/site/2014/07/11/manuel-malaver-el-militarismo-se-trago-al-chavismo-y-al-madurismo/); (http://www.eluniversal.com/opinion/140709/mas-dictadura-militar). Ingerencia que le ha dado acceso a un número importante de oficiales a posiciones en el gobierno, donde han fracasado estruendósamente, no sólo porque no se encuentran capacitados, sino porque en su desazón optan por aplicar la verticalidad de la lógica militar aprendida en guerras imaginarias, a asuntos que deben ventilarse conforme a patrones del mundo civil (http://www.lapatilla.com/site/2014/11/06/jose-machillanda-el-fracaso-de-la-logica-militar/).
Durante el gobierno de Chávez, los 3 elementos del modelo (gobierno, pueblo, fuerzas armadas), prácticamente se convirtieron en dos, ya que el gobierno y las fuerzas armadas se concentraron en la cabeza del indicato teniente-coronel, no sólo como jefe del gobierno, sino al mismo tiempo como lider de las fuerzas armadas bolivarianas. Por tanto, el Modelo quedó reducido a una dualidad: Chávez, bajo el control castrocomunista cubano, y el pueblo.
El financiamiento/funcionamiento del Modelo
Como quiera que se considere, en su version tripartita o dual, el funcionamiento del Modelo fue posible, gracias al aluvión de importantes ingresos petroleros que fueron recibidos por el gobierno. Estos ingresos le permitieron a éste mantener una política de creación de las llamadas “misiones” y subsidios (a la gasolina, por ejemplo), becas, importaciones para el abastecimiento de bienes de consumo básico, asistencia médica gratuita con el concurso de médicos cubanos, construcción de viviendas de interés social y otras dádivas a la población de menores recursos, cuando no a través de prebendas, aumentos de sueldos, financiamiento de vehículos, un canal de television, dotación de viviendas, promociones y ascensos a las fuerzas armadas. Esta política en el orden interno fue acompañada por otra en las relaciones con el exterior, la cual ha incluido, entre otros, el subsidio a la economía cubana, ayudas a otros gobiernos amigos (los del ALBA o Unasur, por ejemplo), financiamiento de proyectos improductivos, subsidios a través de Petrocaribe, y adelanto de otros emprendimientos para favorecer prácticas corruptas.
En otras palabras, el gobierno estuvo en capacidad de mantener a realazos un fuerte apoyo popular interno, incluyendo la creación de un partido politico (PSUV), una milicia de reservistas y los colectivos paramilitares armados, para supuestamente defender a la revolución, pero en realidad utilizados para reprimir a la disidencia y hostigar al sector privado. En el orden externo, el gobierno era favorecido por el voto diplomatico de gobiernos de otros países hacia donde se inclinaron sus relaciones comerciales, tales como, aquellos proveedores de armas (Rusia, por ejemplo), o con quienes desarrolló negocios petroleros (China, por ejemplo) o les comisionó la realización de proyectos en viviendas (Irán, por ejemplo), construcción de obras de infraestructura (Brasil, por ejemplo), o servicios de comunicación por satélite (China, por ejemplo).
Visto desde otra perspectiva, al contar con sobrados recursos financieros, la gran mayoría de libre disponibilidad y sin control ni rendición de cuentas, como los transferidos por el BCV, PDVSA y el gobierno chino a Fonden, el Fondo Chino y otros parapetos fiscales, el gobierno de Chávez, en su afán totalitario castrocomunista, expandió el uso de medios de represión economica sobre la sociedad civil y especialmente, su sector privado, asumiendo unidades productivas, confiscando tierras y empresas sin justa indemnización, cuando no instrumentando una política rigurosa de control cambiario, fijación de precios, y regulación de tasas de interés bancario.
Por otra parte, también como expresión de su carácter centralizador y dictatorial, el gobierno extendió su control hacia otros organismos del Estado, tales como, el banco central (BCV), PDVSA, el Consejo Nacional Electoral, la Fiscalía General de la República, la Contraloría General de la República, y la defensoría del pueblo. Ésto, sin contar, el dominio ejercido sobre las gobernaciones en manos chavistas, la creación de las llamadas comunas para sustituir los gobiernos locales y alcaldias, la creación de distritos militares para restarle poder a las gobernaciones, o la reducción arbitaria en el traspaso de los fondos que corresponden a las gobernaciones y alcaldías en manos de la oposición, entre otras medidas, para atentar contra los avances institucionales realizados por el país en materia de descentralización territorial y no territorial.
La quiebra del Modelo
El advenimiento del gobierno de Maduro
Las elecciones ganadas por la oposición el 14 de abril de 2013 demostraron que el Modelo se encontraba en situación bien comprometida en el fervor popular. Esta apreciación no cambia por el hecho de que Maduro, en complicidad con sus correligionarios en el CNE, se haya negado a realizar la auditoria integral de los resultados y permanezca ilegítimamente en el poder, ya que las mismas cifras oficiales arrojaron una diferencia minima entre Maduro y el candidato de la oposición, Henrique Capriles.
Prescindiendo de la discusión sobre las aludidas elecciones, nótese que en el momento que Maduro asume la presidencia del país, debe reconstituirse el carácter tripartito del Modelo, ya que al no tener aquél la condición de militar ni poseer ascendencia alguna sobre las fuerzas armadas, lo lleva a la necesidad de tener que apoyarse en la élite de oficiales que fue considerada como confiable por parte de los Castro en Cuba, cuyo liderazgo algunos atribuyen o atribuían a Diosdado Cabello, actual presidente de la Asamblea Nacional…
Factores de la quiebra
Los factores motivantes de la quiebra son variados, pero pueden verse desde una doble perspectiva. En primer término, resulta de bulto que uno de los factores más importantes, sino el que más, lo constituye la dificultad experimentada por el gobierno de Maduro para financiar el funcionamiento del Modelo. Los abultados recursos petroleros fueron groseramente dilapidados, los precios del petróleo han bajado, PDVSA se encuentra en serias dificultades hasta el punto de tener que importar petróleo y las reservas en poder del BCV o en fondos paralelos como Fonden o el Fondo chino están exhaustas, con lo cual no es posible atender el ritmo de gastos que exige la política de realazos antes referida, ni interna ni externamente. A pesar de ésto, Maduro sigue subsidiando fielmente al gobierno cubano entregándole su cuota petrolera con toda puntualidad, agravando aún más las necesidades de obtener financiamiento para sufragar el gasto publico interno y obtener divisas para cubrir las necesidades del país, con lo cual ha aumentado sustancial y peligrósamente los niveles del endeudamiento público.
El segundo orden de factores se encuentran ligados a los elementos mismos del Modelo. Veamos:
Gobierno – A más de un año desde que tomó posesión de la Presidencia, Maduro ha demostrado hasta la saciedad que no está facultado para dirigir la República. Los ejemplos sobran, y en complemento con lo indicado en relación con el pueblo y las fuerzas armadas en los párrafos que siguen, bastaría traer a colación ahora, entre ellos: la manifiesta ineptitud de Maduro para enfrentar la grave crisis que vive el país, con inflación desbordante, aumento del desempleo, servicios públicos deficientes, escasez de dólares, inseguridad y desabastecimiento, para nombrar sólo algunos flagelos enfrentados diariamente por los ciudadanos; su nefasta política de sangre y fuego en contra de las manifestaciones populares de la primera parte del año, causante de casi 50 víctimas (es decur más que el número de estudiantes asesinados recientemente en México), cientos de torturados y millares de detenidos; su denodado empeño en subsidiar y subordinarse al gobierno cubano, aplicando el llamado “Plan de la Patria” para profundizar el grado de control gubernamental sobre la sociedad civil; y la promulgación e implementación del decreto ley de precios justos como con base en la ley habilitante, con el fin de perseguir al sector empresarial privado e institucionalizar el saqueo de los comercios iniciado con el tristemente célèbre “Dakazo” (http://www.el-nacional.com/opinion/editorial/Dakacito_19_517938202.html).
Pueblo – Como resulta de toda evidencia, es el pueblo el principal perjudicado con el mal gobierno de Maduro y el que soporta los flagelos arriba mencionados, todo lo cual repercute en la baja aceptación y apoyo popular que registra dicho gobierno en las encuestas, según indicamos arriba. Así, la gente debe soportar la ignominia de largas colas para comprar bienes de primera necesidad o de consumo durable, en las escasas oportunidades en que se encuentran disponibles, incluso ahora que el gobierno ha organizado una feria navideña para aparentar un estado de bienestar que nadie cree. Esta situación se ha agravado, por cuanto el sector privado ha sufrido la consecuencia directa de las erradas y represivas políticas gubernamentales, incluida la falta de divisas para importar insumos necesarios a la realización de sus ciclos productivos. La galopante inflación devora rápidamente los salarios y hasta la alternativa de obtener algunos productos en los tarantines de los vendedores ambulantes o buhoneros se encuentra sometida a la feroz represión oficial. El ambiente de inseguridad campea por doquier y poco remedia esta situación la cacareada ocupación militar de los principales centros urbanos efectuada por 130 mil soldados en los dos últimos meses del año, más bien interpretada por algunos como una manifestación de la cúpula militar para no dejar dudas sobre quién gobierna realmente en Venezuela.
Fuerzas Armadas – En Venezuela es vox populi que las fuerzas armadas se encuentran fuertemente descontentas, no sólo porque a pesar de las prebendas y distinciones que reciben de Maduro, a fin de cuentas los militares y sus familiares son parte del pueblo y deben soportar en alguna medida las dificultades antes aludidas, sino tambien por el tratamiento que dió Maduro a la reciente crisis suscitada luego del asesinato del diputado Robert Serra y de cinco miembros de un colectivo paramilitar, durante el pasado mes de octubre. Nos referimos a la decisión de Maduro, luego de su viaje de consulta a La Habana, de remover al general Miguel Rodriguez Torres del ministerio de interiores, designar a la Almirante Carmen Meléndez en sustitución de éste y nombrar al general Vladimir Padrino, sin que se conozca precedente alguno, con el doble carácter de ministro de la defensa y jefe del comando estratégico operacional de las fuerzas armadas bolivarianas (CEOFANB): http://www.el-nacional.com/politica/poderes-FANB-solo-hombre_0_511748843.html.
Maduro ha querido reducir el nivel del referido descontento sin ningún exito, decretando un aumento de sueldo a los militares en 45% y extendiendo la carrera militar de 30 a 33 años, esto último para prorrogar la permanencia de los altos oficiales aliados de su gobierno en posiciones de comando militar. Al contrario, el disgusto de muchos oficiales y miembros de la tropa se ha tornado más evidente, en virtud de que Maduro se ha negado empecinadamente a desarmar los colectivos paramilitares, poniendo así en tela de juicio la función exclusiva que corresponde constitucionalmente a las fuerzas armadas como usuarias y guardianas del parque armado de la República (http://www.lapatilla.com/site/2014/11/02/colectivos-ejercen-funciones-similares-a-las-de-policias-y-militares/); (http://www.el-nacional.com/siete_dias/cuartel-marzo_0_515948553.html)
Lo que es más, Maduro ha designado a uno de los más connotados promotores del colectivismo paramilitar, Freddy Bernal, como coordinador de una comisión especial para intervenir y reorganizar las fuerzas policiales, quien ha prometido que al final de su misión dichas fuerzas serán revolucionarias y bolivarianas (http://crimenessincastigo.blogspot.com/2014/11/de-inspector-comisionado.html).
Efectos de la quiebra
Los posibles efectos de la quiebra no se han hecho ni se harán esperar y paso ahora a una rápida relación de algunos de tales efectos sin ser exhaustivo ni indicar orden de prelación o importancia. Aunque se trata de efectos estrechamente interrelacionados, primero mencionaré los que guardan mayor carácter economico-financiero para indicar en el párrafo siguiente otros de diferente tenor: (i) aumento del déficit fiscal e imposibilidad de seguir manteniendo el ritmo de la política de reparto (subsidios, abastecimiento de bienes de consumo o durables, regalos, becas y otras dádivas….); (ii) ante el encarecimiento del crédito por el incremento de riesgo-país de Venezuela en el mercado internacional, necesidad de obtener fuentes de financiamiento de otros países como China o de fuentes multilaterales (IMF, Banco Mundial), con el consiguiente aumento del endeudamiento publico en niveles intolerables; (iii) aumento del financiamiento interno inorganico por vía del BCV, lo cual potencia la inflación; (iv) incremento del desempleo; (v) mayor inflación, con riesgo de alcanzar niveles hiperinflacionarios; (vi) baja en las importaciones por escasez de divisas y reservas internacionales del BCV llevando el desabastecimiento a niveles críticos; (vii) reducción hasta el agotamiento de posibles (?) reservas mantenidas ocultas por el gobierno (Fonden, fondo chino, otros…?); (viii) mayor deterioro de PDVSA, con posible pérdida de mercados, la necesidad de realizar activos (Citgo, otras refinerías, barcos…), tener que importar petróleo y/o sufrir embargos por deudas contraídas o decisiones originadas en controversias judiciales o arbitrales; (ix) venta o pignoración del oro en poder del BCV; (x) disminución de los recursos para gobernaciones, alcaldías y comunas; (xi) aumento y/o creación de impuestos ; y/o (xii) posible default en el pago de la deuda pública externa e interna, o de las deudas derivadas de decisiones judiciales o arbitrales….
Otros efectos: (i) agravamiento de la inseguridad ciudadana; (ii) mayor deterioro de servicios publicos como electricidad y agua; (iii) paralización o reducción de la construcción de viviendas y obras de infraestructura (metro, por ejemplo); (iv) ante una mayor escasez, expansion del racionamiento de la distribución de bienes a la población mediante sistemas biométricos, impresión corporal de numerous, tarjetas y otros medios infamantes; (v) más medidas confiscatorias y/o propiciatorias de la invasión de propiedades privadas; (vi) imposición de nuevas limitaciones de tarifas de cobro a la educación privada; (vii) aumento de la conflictividad social, entre otras, por la protesta popular en defensa del salario, la educación, la salud, la contratación colectiva, la obtención de bienes y servicios necesarios y/o la liberación de los presos políticos; (viii) incremento de la represión policial, militar y paramilitar sobre estos conflictos, con la consiguiente violación de derechos humanos por tortura, detenciones arbitrarias y/o asesinatos; (ix) aumento de la persecución empresarial, mediante multas, saqueos y confiscaciones de inventarios con base en el llamado decreto-ley de precios justos; (x) nuevos enfrentamientos entre la policía/fuerzas armadas nacionales y los colectivos paramilitares; y/o (xi) agudización de las divisiones en el seno del gobierno, su partido (PSUV) y otros partidos politicos que lo venían apoyando…
Desenlace de la quiebra
Otra vez el mentado diálogo…?
Estamos hablando de la quiebra de un modelo que no parece tener arreglo posible pues no hay posibilidades de ponerlo a funcionar nuevamente sin seguir destruyendo a Venezuela. Esto lo decimos, porque ya han comenzado a surgir voces estimuladas por el gobierno, Unasur y hasta algunos voceros de la oposición, abogando por la realización de una segunda ronda del llamado diálogo, cuya primera reunión fracasara rotundamente a mediados de año, sirviendo exclusivamente al propósito del gobierno de Maduro para ejercer con mayor fuerza su política represiva en contra de la protesta popular y de paso obtener una recuperación en las encuestas. De insistirse en volver al mentado diálogo, éste no haría sino prolongar la agonía de un modelo que ha resultado a todas luces inconveniente para el país, según lo explicado arriba, ya que el panorama petrolero luce incierto y por más que se recuperen en alguna medida los precios, éstos no llegarían a tener los niveles que permitieron financiar al modelo en el pasado.
En efecto, para que así fuese, dichos niveles requerirían alcanzar, una vez hechos los ajustes de los valores nominales a cifras reales, montos cercanos a $150 el barril petrolero, un número bastante improbable. Es más, en el supuesto negado de que puedan obtenerse precios como éste, lo cierto es que difícilmente la producción de la deteriorada PDVSA estaría en condiciones de aprovecharlos, y aún si lo hiciera, los fondos obtenidos por el gobierno de Maduro estarían condenados a ser dilapidados, sin ton ni son, de la misma forma como, según fue explicado, fueron derrochados los recursos petroleros que se obtuvieron para financiar el Modelo en el pasado.
Liquidación del Modelo quebrado y su reemplazo por un modelo productivo
Por tanto, el Modelo quebrado debe ponerse en liquidación hasta su defintiva extinction, mientras más temprano posible, mejor para el país. En este orden de ideas, representa alentador ver en las noticias que nos llegan de Venezuela, que cada día adquiere mayor aceptación la necesidad de que el Modelo autocratico/militarista que nos ocupa, con el cual se expandió desmesuradamente el papel del gobierno y los militares asumieron en su conducción un papel ajeno a sus funciones constitucionales, exacerbándose el carácter rentista y la dependencia de la economía venezolana del petróleo, sea sustituido por un modelo productivo. Modelo productivo éste a ser implementado en un ambiente de democracia y libertad, con los militares ejerciendo su deber constitucional al servicio de la República sin parcialización política alguna, y donde, entre otros atributos, se privilegie a la sociedad civil, se liberen los controles y se incentive al sector privado en la generación de empleo, reduciendo la dependencia del ingreso petrolero y localizando el papel del gobierno en su función de regulación y la provision de servicios esenciales inherentes al Estado y de aquellos que el sector privado no se encuentre en capacidad de atender…
Terminación del gobierno de Maduro
En pocas palabras, la liquidación del indicado modelo chavista/madurista/castrocomunista y su sustitución por un modelo productivo pasa necesariamente por poner punto final, tan pronto como sea posible, al gobierno de Maduro. En consecuencia, el logro de este objetivo requeriría armonizar a los venezolanos que concuerden con esta idea, y especialmente a quienes forman parte de la oposición democrática. De esta idea se sigue que la oposición democrática no debe perder de vista este objetivo, en la oportunidad de prepararse y luchar con el fin de lograr condiciones para tener un CNE imparcial y ganar las elecciones de la Asamblea Nacional en 2015 y, al mismo tiempo, seguir desarrollando iniciativas, tales como, la posible convocatoria a una constituyente y/o la celebración de un congreso nacional de ciudadanos… Todas estas iniciativas son importantes, pero a nuestro juicio deberían concurrir hacia la necesidad de poner fin al Modelo en quiebra y al gobierno de Maduro, en correspondencia con lo que es ya el sentimiento mayoritario nacional, según lo revela la encuesta de Datanálisis citada al comienzo de este artículo….Veremos…