30 abril 1945: Cuando el tirano nazi se aplicó su propia “Solución Final”

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José Ignacio Moreno Leon
Análisis Libre

La historia de los tiranos siempre ha estado salpicada de graves violaciones de derechos humanos, genocidios y otras calamidades que han sufrido los pueblos en donde ha imperado la tiranía. Pero igualmente han sido común en estas sátrapias la promocion de purgas internas, en las que los caudillos dominantes se apoyan para combatir a seguidores que intentan cuestionar su poder o representan amenazas a la autoridad y arbitrariedades del despota.

 Son notables los sórdidos ejemplos de esas satrapias que en la historia contemporánea ilustran los señalamientos anteriores y en las que se reflejan conductas sicopaticas y asesinas de esos tiranos. Iosif Stalin, fue un espécimen de caudillo militar que entre 1928 y 1953 impuso un régimen dictatorial en Rusia mediante un férreo sistema de terror no solo contra los adversarios, imponiendo purgas y hambrunas causantes de más de 20 millones de muertos y los terribles Gulag como centros de detención para prisioneros políticos, sino igualmente para acabar con quienes, aún siendo seguidores,  trataron de cuestionar su autoridad, como fue el caso de León Trotski, a quien mandó asesinar en Mexico. Mao Ze Dong, es otro ejemplar de caudillo casi discípulo del tirano ruso, quien durante su férrea tiranía comunista provocó en China más de 70 millones de muertos con sus purgas del Gran Salto y la Revolución Cultural con participación de su esposa, y llegó inclusive a excecrar a líderes como Den Xiaoping. La satrapia maoísta de Pol Pot con sus sanguinarios Khamer Rouge o Jemeres Rojos generó en Camboya, durante casi cuatro años el genocidio de más de 2 millones de seres humanos, incluyendo igualmente algunos de sus seguidores que intentaron cuestionar su empeño genocida de implantar una revolución dogmática para crear un hombre nuevo o autómata . En America Latina la dictadura comunistas de Fidel Castro en Cuba muestra igualmente la semblanza común de despotas y tiranos implacables en su empeño de imponer sus regímenes; asi el fusilamiento el 13 de julio de 1989  del general Arnaldo Ochoa Sánchez -que había sido considerado Héroe de la República-  y del coronel Antonio de la Guardia repite la historia de un sátrapa deshaciéndose de seguidores muy cercanos que se atrevieron a cuestionar su autoridad.

El dramático caso emblemático de un tirano genocida lo protagoniza Adolf Hitler, de cuyo suicidio se cumple un nuevo año este 30 de abril. Este nefasto personaje, según psiquiatras de la Universidad de Múnich, es un ejemplo de esquizofrénico o psicopata esquizoide. Otros estudiosos de su perfil sicologico  llegaron a explicar su tiránica conducta como resultado de su impotencia sexual, e incluso como secuela de las varias enfermedades que sufrió en su niñez y juventud, tales como encefalitis,  dilatación de la tiroides  y sifilis. Para Douglas Kellogg’s y otros especialistas Adolf Hitler fue un psicopata histérico o paranoico, cuyas rabietas y arranques de ira eran sólo una especie de farsa histérica promovida para imponer por la fuerza su empecinada voluntad.

Hitler, nacido en Braunau am Inn, Austria en 1889 fue el hijo de un aduanero de Baviera en su tercer matrimonio con su prima que trabajó como criada en Viena; se especula que su abuelo Johann Hiedler era de origen judio y se cambió su apellido a Hitler, lo que para el futuro jerarca Nazi sonaba más fuerte y fácil de recordar. El joven Adolf fue un mal estudiante y fracasó en varios intentos por ingresar como alumno a la Academia de Bellas Artes de Viena con sus aspiraciones de convertirse en notable pintor. Fue precisamente en esa ciudad donde Hitler empezó sus primeros pasos  en la política bajo la influencia del pangermanismo que exaltaba la raza aria y promovía la hostilidad hacia los judios  y el anti marxismo, esta mezcla de posturas las fue alimentando además con un profundo rechazo hacia las instituciones democráticas.

En 1913 Hitler se traslada a Múnich para evadir el servicio militar, pero al inicio de la Primera Guerra Mundial y con la declaración de guerra a Francia, se enrola como voluntario y forma parte en varios frente belicos durante 1915 y 1916, resultando herido en una pierna y al regresar posteriormente al frente con el grado de cabo en 1918 le fue concedida una cruz de hierro de primera clase.  De nuevo por un colapso fue hospitalizado en la Alta Baviera, enterándose a final de ese año del fin de la guerra y de la humillante derrota de Alemania con la muerte de dos millones de alemanes. Además con el Tratado de Versalles, el 28 de junio de 1919 Alemania perdía  un octavo de su territorio y todas las colonias, su flota mercantil y militar. El país que había sido arrasado por la guerra  debía además cancelar 132 billones de marcos de oro por resarcimiento por daños de guerra y reducir su ejército a 100 mil efectivos, disolver el Estado Mayor y se le prohibía la construcción de aviones de guerra, tanques, submarinos y otras armas ofensivas.

La extrema derecha y la izquierda alemanas se opusieron al Tratado y se generó una gran controversia, lo que facilitó que Hitler en menos de seis meses se convirtiera en el líder del partido de los trabajadores que en 1920 se constituyó formalmente como Partido Nacional Socialista con un programa contrario al tratado de Versalles, anticomunista, antisemita y por la reconquista del territorio perdido durante la guerra. Desincorporado del ejército Hitler se dedicó enteramente al partido y en julio de 1921 dio la primera muestra de su carácter represivo y autoritario en la política, al poner fin tajante a una maniobra rebelde entre sus seguidores y provocar una reforma estatutaria del partido para concentrar todo el poder en sus manos como presidente del mismo, iniciando una activa propaganda de masas por lo que, según estudiosos de su actuar, llegó a convertirse en “el mayor demagogo de la historia”.

Para Hitler la propaganda de masas era fundamental para el control político. Así lo señala en su obra Mi Lucha (MEIN KAMPF), precisándo que la misma debe dirigirse solo a las masas, en un simple leguaje para que pueda ser digerido por los más humildes, confiándose en que las grandes mentiras deben limitarse a pequeñísimos  puntos, demostrando que el enemigo siempre es el mismo y sobre el cual debe desencadenarse un fuego constante. Por estas y muchas otras referencias de demagogia y manipulación política, MEIN KAMPF es reconocida como una biblia de frecuente consulta por tiranos y demagogos.

Luego de un activo proceso de manipulación política y de promoción de su partido nazi, Hitler logra el 30 de enero de 1933 ser investido con el cargo de Canciller del Reich y con el apoyo de Goebbel -su fanatico y fiel colaborador-, inicia el férreo control de la información y propaganda.  Goering, otro lacayo y corrupto, convertido en ministro  del Interior, sirve incondicionalmente a Hitler en una férrea campaña para lograr el control absoluto del gobierno, lo  que se concreta cuando el 27 de febrero de 1933 se incendia el Reichstag o Parlamento, ocasión  que le sirvió de excusa para desencadenar una violenta persecución de sus opositores, incluyendo contra quienes dentro de su propio partido cuestionaban algunos de sus procedimientos. A partir de entonces y como dueño incuestionable de Alemania, el Fuhrer emprende un ambicioso plan bélico y de conquista de Europa y unificación, en un único Reich, de todos los pueblos de raza alemana. Con la invasión de Polonia el 1 de septiembre de 1939 Hitler dio inicio a la Segunda Guerra Mundial que en sus comienzos le permitió al ejército nazi victorias contra Dinamarca, Noruega, Países Bajos, Bélgica, Francia y Rumania. Luego vendría una serie de sangrientas confrontaciones bélicas, destacándose la Operación Barbaroja que fue el fallido intento de las tropas alemanas en la invasión a Rusia, a mediados de 1940, y el desembarco de Normandía el 6 de junio de 1944 con tropas inglesas y de los Estados Unidos, coincidiendo con la penetracion de las tropas sovieticas hacia Rumania, Bulgaria y Polonia, todo lo cual marcó el rumbo de la derrota del ejército del Fuhrer y el fin de esa devastadora  contienda con la rendición incondicional de Alemania ante las fuerzas aliados el 7 de mayo de 1945.

Se calcula que en ese dramático conflicto internacional murieron 40 millones de civiles y 20 millones de soldados. La historia recoge además dos hechos que revelan el carácter diabólico del tirano que dio origen a ese conflicto mundial. El primero llamado La noche de los cuchillos largos que reseña la purga criminal ordenada por Hitler contra Erns Rohm, su amigo y también veterano de la Primera Guerra Mundial, y 85 de sus seguidores, todos los cuales fueron asesinados el 30 de junio de 1934,  con la excusa de estar conspirando contra el Fuhrer. El otro hecho identificado como La noche de los cristales rotos, recoge el combate antisemita abiertamente iniciado por el tirano, cuando entre el 9 y el 10 de noviembre de 1938 ordenó una oleada de violencia contra la población hebrea  residente en la Alemania nazi, bajo la coordinación encubierta de Goebbels, lo que provocó el incendio de más de 100 sinagogas, la destrucción de 7.500 establecimientos  y la detención de 20 mil judios.

Uno de los sesgos más resaltante de la mentalidad criminal y esquizofrénica de Adolf Hitler se manisfesto atraves del Holocausto provocado por su obsesión para el exterminio de la raza hebrea,  en una campaña que se extendió a todos los territorios conquistados durante la guerra, empezando en Polonia, con el establecimiento de campos de exterminio y el primer gueto  en Lodz en diciembre de 1939; luego a finales de 1940 el gran gueto de Varsovia en el que fueron confinados casi medio millón de judios, el gueto de Treblinka en el que murieron 870 mil y el de Sobibior 200 mil. En 1941 Hitler promueve la llamada Solución Final con la idea de exterminar a todos los judios con la aplicación masiva de cámaras de gas “Zyklon B” en el centro de exterminio de Auschwitz que provocó la muerte de más de un millón de personas y hornos crematorios en Treblinka, además del gueto de Terezin, donde también perecieron decenas de miles de judios. Con esta asesina campaña se estima que el nazismo generó el exterminio de cerca de 6 millones de judios, incluyendo más de un millón de niños.

Para poner un toque de mayor dramatismo al Holocausto, provocado por el sicopata nazi y sus cercanos seguidores, ellos mismos se aplicaron su solución final cuando a la llegada de las tropas rusas a Berlín, los capos nazis, confinados en el búnker de la Cancilleria, optaron por el suicidio, así Goebbels, su mujer y sus 6 hijos recurrieron a suicidio masivo y Hitler y Eva Braun, hicieron lo mismo el 30 de abril de 1945 ingiriendo una ampolla de cianuro, sus cuerpos fueron sacados y colocados en el cráter producido por una bomba, rociados con gasolina y quemados, terminando así la nefasta trayectoria de uno de los más abominables tiranos del siglo pasado.

[box_dark]Como señaló en su momento Bertolt Brecht: ¡Ese monstruo, una vez estuvo a punto de gobernar el mundo!. Los pueblos se libraron de ello, pero no cantemos victoria demasiado pronto: el rezago del que nació es todavía fecundo.”  ¿ Y como calificar el caso del nuevo Zar ruso Vladimir Putin, contra el cual la Corte Penal Internacional tiene una orden de detención por crímenes de guerra, ademas de sus criminales acciones contra instalaciones y la población civil, en su obsecado intento de invasión a Ucrania..?[/box_dark]

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