Análisis Libre
Los restos del poeta Pablo Neruda serán desenterrados el lunes 8 de Abril, para someterlos a análisis con el fin de determinar si su muerte fue originada por el cáncer que padecía, o si pudo ser asesinado por la dictadura del general Augusto Pinochet, que recién se había instalado en el poder.
Los restos de Neruda reposan en la casa-museo de Isla Negra, en el océano Pacífico, donde se encuentran junto a los de su tercera esposa, Matilde Urrutia.
Una vez desenterrado sus restos serán analizados para precisar si existe la presencia de alguna sustancia tóxica, como se sospecha a partir de la declaración de su chofer Manuel Araya.
Entre los expertos al frente de la investigación se encuentran la toxicóloga estadounidense Ruth Winecker y tres españoles, el toxicólogo Guillermo Repetto, el cirujano Aurelio Luna y el médico forense Francisco Etxeberría, quien también participó en 2011 en la exhumación del presidente Salvador Allende. Estarán presentes tres observadores internacionales, el presidente del Partido Comunista (PC), Guillermo Teillier (organización en la cual militó Neruda); el abogado Eduardo Contreras; un sobrino del poeta, Rodolfo Reyes, y el antiguo chófer de Neruda, Manuel Araya.
Las investigaciones surgieron en 2011 cuando Araya sostuvo que Neruda pudo ser asesinado, por la forma como ocurrió su muerte. Luego de un proceso de investigación previo, el juez Mario Carroza, de la Corte de Apelaciones de Santiago, decidió que habría que desenterrar los restos del poeta Pablo Neruda, concluyendo esa decisión con la exhumación de este lunes y la experticia en sus restos.
Neruda falleció en una clínica privada de Santiago, el 23 de septiembre de 1973, doce días después del golpe de Estado de Augusto Pinochet (1973-1990). Para ese momento se informó que su muerte se debió a consecuencia del cáncer, pero en 2011 Manuel Araya, su chofer, afirmó que su muerte se debió a una inyección que le inocularon ese mismo día, en vísperas de un viaje que le debería haber llevado exiliado a México, donde se podría haber convertido en un azote para el régimen.
En el 2012, en otra exhumación, se determinó que el ex ministro de Salvador Allende, José Tohá, no se suicidó sino que murió por estrangulamiento o por ahorcamiento homicida, mientras estaba internado en el Hospital Militar de Santiago, en 1974.
El caso de Neruda ha sido comparado con el del ex presidente Eduardo Frei Montalva, quien murió en 1982 en la misma clínica Santa María. Durante años su deceso se atribuyó a una septicemia, pero en 2009 una investigación judicial estableció que había muerto envenenado.
También se buscarán rastros de metástasis ósea y posibles sustancias toxicológicas de origen químico que ayuden a desvelar un misterio que, según el letrado Eduardo Contreras, puede convertirse en un “golpe a la memoria internacional”.
Araya declar´p a una escrotora llevaron a Neruda al hospital «porque teníamos miedo. Habían puesto un barco con cañones frente a la bahía y pensábamos que cualquier día podían dispararnos. La clínica Santa María era una clínica de prestigio».