La Euritmia, alegoría en piedra de Colmenar Viejo, en la fachada del Museo del Prado
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“Euritmia:
Del latín eurythmia. Se conoce como euritmia a la virtud de moverse de modo armonioso y buscando la belleza”. “Es una disciplina de movimiento artístico que usa alma, cuerpo y espíritu.”
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William Cárdenas Rubio (*)
Análisis Libre Internacional
El Toreo, escrito en mayúsculas, además de la expresión artística más plástica de las Tauromaquias, es la que ha evolucionado más en los últimos siglos. De hecho, es la manifestación vinculada a la Fiesta de los Toros en la que se cuida la ética, pero por encima de todas las cosas, la estética.
Es esto lo que convierte al Toreo en un Arte sublime, donde un hombre o mujer acepta el reto de enfrentarse a un toro fiero y orecer su vida, confrontando los más atávicos conceptos de la lucha del hombre contra la naturaleza, representada por el Toro, con el valor añadido de crear momentos artísticos de gran brillantez.
No siempre fue así. En sus orígenes el Toreo a pie pasaba más por la demostración de especiales destrezas y facultades físicas, que permitían al hombre dominar al toro como razón fundamental. Pero con su evolución en los últimos tres siglos, aquella confrontación inicial que hoy se mantiene en su esencia, ha pasado a convertirse en una bella danza mortal, en la que uno de los actores, el toro, mantiene sus mismo propósitos, persigue al torero para incluso matarlo, como ha sido siempre, y no para comérselo, pero en el Torero predomina ahora una razón estética.
El cambio lo ha introducido el hombre, quien ha sido capaz de evolucionar para en medio de esta mágica y arriesgada danza crear belleza, con mayor o menor intensidad dependiendo del artista, en un proceso de gestación que no abandona esos momentos límites en los que el hombre se juega la vida, lo que hace al Toreo un arte único.
Ello ha sido lo que ha seducido a los intérpretes de las demás bellas artes que han encontrado en el Toreo fuente de inspiración para construir toda ese impresionante acervo artistico e histórico de pintura, escultura, literatura, fotografía, cine, teatro, etc que existe en museos y colecciones particulares, vinculado a la Tauromaquia.
Los nombre de esos artistas y autores es interminable y por sólo citar unos pocos, van desde Francisco de Goya a Picasso, pasando por Dalí, Roberto Domingo, Ruano Llopis, Zuluaga, Botero, Sabina, Andrés Calamaro, y muchos más, o escritores y pensadores como Federico García Lorca, Ortega y Gasset, Vargas Llosa, Alberti, Nicolás Fernández de Moratín, Heminway, Valle Inclán, José María Cossio, Bizet, García Márquez, Sabater, Pérez Reverte, Antonio Gala, Sanchez Dragó, Camilo J. Cela y muchos pero muchos más.
Ahora bien, cuando te acercas a este aspecto del Toreo, vas a hallar que hay tantos estilos como escuelas; éstas se fundan en reservorios de ciudades, pueblos, países o incluso continentes. Y los toreros en este proceso evolutivo, van desarrollando los matices que hacen cada vez más grande y sublime este Arte.
Pero en esta ocasión vamos sólo a ocuparnos de su parte estética, concientes de que para llegar a ella hay que tener un elemento como base fundamental, que es el valor, y otro indispensable, que es la técnica y el conocimiento de la lidia de toros de lidia.
Y es aquí donde nos encontramos de frente con esa virtud sublime que alcanza el hombre cuando atiende el llamado de la Euritmia, que es descrita por los modernos diccionarios de la siguiente manera:
“Euritmia: Del latin eurythmia. Se conoce como euritmia al hecho de moverse de modo armonioso y buscando la belleza. Este movimiento sirve para expresar los estados de ánimo y por ello se transforma en un medio de comunicación”. “Es una disciplina de movimiento artístico que usa alma, cuerpo y espíritu.”
La Euritmia ha estado presente en los ruedos de los dos continentes, en la persona de algunos, muy pocos y escogidos intérpretes, bañados con su varita mágica. Así, dicho por el propio Juan Belmonte, Rafael Gómez “El Gallo” fue uno de ellos; pero también lo han sido el Petronio del Toreo Rodolfo Gaona, Curro Puya, Cagancho, Lorenzo Garza, Silverio Pérez, Rafael de Paula, Curro Romero, Paco Camino, J.M. Manzanares, José Ortega Cano, Morante de la Puebla y Juan Ortega, capaces de hacernos ver y vivir momentos de excelsa belleza en los ruedos del mundo.
Algunos de estos “Toreros Artístas”, no han tenido que recurrir a los secretos de la Euritmia, porque estaban o están dotados de una forma personal de torear que les ha permitido representar carteles de toros en cada lance o muletazo. Se diferencian de los que hacen el Toreo con naturalidad, por sus formas de interpretar las suertes.
Pero estamos hablando de otra cosa, cuyo origen conocido está en la Teoría de la Proporcionalidad de Marcus Vitruvio Polión, contenida en su Tratado de Arquitectura, escrita para el Emperador Augusto en el año 15 a.J.C, donde se describen las carácterísticas del “Hombre de Vitruvio”, que Leonardo Da Vinci recogió en todas sus proporciones en la Cuadratura del Círculo del año 1.492, considerada como pináculo del Arte en la historia de la humanidad
Hay Toreros, muy pocos, que se han esmerado en conseguir esas cotas de arte que proporciona la Euritmia. Uno de ellos, creo que el más macerado de todos, es un gran amigo con el que compartí algúna tarde en el cartel, Carlos Escolar “Frascuelo”, Decano de los Matadores de Toros en activo.
El Toreo de Frascuelo es la versión más elaborada que existe en nuestro tiempo
de esa forma de moverse cuerpo y alma frente al toro de manera armoniosa buscando la belleza, y lo más insólito, es que lo consigue un dia si y otro también. Es la versión más rematada del Arte del Toreo que he conocido, resultado de 50 años sin haberse retirado nunca de su profesión.
Sin embargo, como hemos abandonado lo que antes significaban los años en un oficio, como aporte de experiencia y sabiduría, y actualmente como a cualquiera mayor de 40 años se le discrimina, los empresarios no le contratan, impidiéndonos disfrutar de la Euritmia en su más genuina expresión.
(-) William Cárdenas Rubio, Asociación Internacional de Tauromaquia.
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