Foto: Composición de Sofía Jaimes Barreto. cinco8.com
: Composición de Sofía Jaimes Barreto Sofía Jaimes Barreto
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por Gustavo Coronel.
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LAS TEORÍAS CONSPIRATIVAS COMO AGENTES DE EMBRUTECIMIENTO
Lo que comenzó hace décadas con aspecto inofensivo y hasta jocoso se ha ido convirtiendo en una de las grandes fuentes de embrutecimiento a nivel planetario y amenaza con crear una sub especie humana que ya no podría llamarse Homo sapiens. Habría que darle otro nombre eliminando lo de sapiens, quizás Homo insensatus?
Producía hilaridad eso de difundir la especie de que Hitler no había muerto en su bunker sino que vivía en la Patagonia sembrando hortalizas, o que Carlos Gardel no había muerto en el accidente aéreo de Medellín y le habían hecho una cara nueva o que Elvis Presley no había muerto y trabajaba de mesonero en Nueva Orleans.
Poco a poco estas creencias simplonas y absurdas, propias de quien se resiste a aceptar la muerte de alguien famoso, tal como ya se preparan los seguidores de Maradona para elaborar la suya, poco a poco -repito – se fueron convirtiendo en teorías conspirativas de significativa complejidad. Por ejemplo, hay una que afirma que los americanos nunca fueron a la Luna y que todo fue una patraña filmada en algún desierto del oeste estadounidense. De igual manera, hay miles de personas que juran que la Tierra es plana, a pesar de las numerosas fotos tomadas desde el espacio que muestran a nuestro planeta como un hermoso globo azul. Esta gente hasta tiene su reunión anual, muy concurrida.
Hay millones de creyentes en que las vacunas matan a la gente y no permiten que vacunen a sus hijos, exponiéndolos a toda clase de enfermedades. Con motivo de la pandemia que nos azota ha surgido una corriente muy fuerte que se opone a la idea de vacunarse cuando esté lista la vacuna contra el corona virus. Más aún, en esta misma línea de pensamiento, hay millones que hablan contra el uso de la máscara contra el Covid 19, ya que la consideran como una forma de esclavizar al ser humano, como un atentado a su libertad individual y no como un acto de sensatez y de solidaridad con sus semejantes.
En los últimos años la intensidad y la variedad de teorías conspirativas ha aumentado casi exponencialmente, ahora mezcladas, con efectos destructivos para la sociedad, con la actividad política. Veamos algunas de las más recientes.
EL ESTADO PROFUNDO
Una de las primeras teorías conspirativas generadas por el gobierno de Donald Trump como herramienta electoral recibió el nombre de El Estado Profundo, la cual postula la existencia de un gobierno paralelo y misterioso, dentro del gobierno estadounidense, creado por gentes que desean destruir a la nación. En esta conspiración estarían involucrados el FBI, la CIA y el Pentágono, entre otras instituciones. Pensar así llevó al presidente Trump, en reunión con Putin, a descalificar a sus propias agencias gubernamentales que hablaban de la intromisión rusa en las elecciones de 2016 y a absolver públicamente a Putin de ese crimen.
Esta teoría conspirativa de El Estado Profundo fue desarrollada por Steve Bannon, asesor de la campaña presidencial de Trump, quien por cierto ha sido acusado de robo al utilizar un millón de dólares del dinero recogido para “construir la pared con México” para sus gastos personales.
EL GRAN RESETEO
Con este nombre el World Economic Forum, organización tipo Think Tank que agrupa a unas mil empresas, de las más importantes del mundo, ver lista en: https://www.weforum.org/partners#C, elaboró unos escenarios posibles para el año 2030, en los cuales menciona una tendencia llamada Stakeholder capitalism, orientada no ya solamente a beneficiar a los accionistas sino a todas las partes interesadas (los Stakeholders), lo cual añadiría una dimensión mucho más humana y solidaria a la distribución de los beneficios corporativos. Estos escenarios hechos públicos por el Foro de Davos han sido tomados por extremistas como Glenn Beck, el mismo Steve Bannon arriba citado, el aliado más importante de Trump en Fox News, Tucker Carlson, un arzobispo llamado Carlo María Viganó, entre otros, para crear una teoría conspirativa según la cual el Gran Reseteo es un plan de dominación mundial a cuya cabeza están el comunista y pedófilo Joseph Biden, el infaltable George Soros, Bill Gates, el príncipe Carlos de Inglaterra y el papa Francisco para dominar al mundo y hasta quitarle la comida de la boca a la gente, como nos advierte un comentarista llamado César Vidal en sus artículos, ver No tendrás nada y serás feliz.
En carta a Donald Trump el arzobispo Viganó ha llegado a acusar a Bill Gates de liderar ese Gran Reseteo, utilizando la obligatoriedad de la vacuna contra el virus para someter a la humanidad, ver carta here.
En esta carta Viganó le dice a Trump, traduzco extractos de la carta: “El arquitecto de este plan es una élite global que quiere esclavizar a la humanidad. En algunas naciones ya este plan está aprobado y financiado. Detrás del plan está la gente poco escrupulosa del Foro de Davos, quienes quieren imponer una dictadura mundial, según la cual deberemos renunciar a la propiedad privada y someternos a un programa de vacunación contra el COVID 19 promovido por Bill Gates…. quienes no acepten estos términos serán confinados en campos de concentración o arrestados cono su casa por cárcel… etc. etc. etc. “.
Este no es un loco suelto, gritando en una plaza vacía sino todo un arzobispo escribiendo a su amigo y aliado, el presidente de los Estados Unidos, a fin de que reaccione contra este “crimen”. ¿No es esto aterrador?