MIAMI, EE.UU. – El presidente ecuatoriano Lenín Moreno instó este miércoles al gobierno de Nicolás Maduro a terminar con la “injerencia” en Colombia y permitir así la estabilidad en el país liderado por Iván Duque.
“El pedido es que Maduro saque sus manos sangrientas y corruptas de la democracia y de la estabilidad del pueblo colombiano”, manifestó el mandatario tras participar como orador principal del foro “Defensa de la Democracia en las Américas” organizado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en Miami.
Injerencia venezolana en Colombia
Moreno admitió que tanto el servicio de inteligencia ecuatoriano como el colombiano han interceptado la injerencia venezolana en las protestas que se han llevado a cabo en algunas ciudades de Colombia para manifestar contra la reforma fiscal anunciada por Duque y que luego canceló ante la presión y el rechazo de la sociedad.
“Nuestro sistema de inteligencia, al igual que el sistema de inteligencia colombiano, porque hoy por la mañana conversé con el presidente Duque, detectó una injerencia grosera por parte del régimen dictatorial y autoritario de Nicolás Maduro”, confirmó el jefe del ejecutivo de Ecuador sobre esa cuestión.
En declaraciones a la Voz de América, Moreno admitió estar preocupado por el futuro de la región latinoamericana que, a su juicio, está amenazada “por la línea del socialismo del siglo XXI” respaldada por los gobiernos de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia.
“Ojalá no estemos ingresando a otra etapa nefasta. Lastimosamente no es un sitio al que se llega porque la libertad y la democracia son un camino que hay que recorrer en beneficio de los derechos, de la tolerancia y del respeto”, agregó a la VOA al tiempo que pedía al resto de gobiernos “democráticos” seguir “luchando y peleando” por la estabilidad en la región.
“Las cosas pueden empeorar”
Ante este escenario incierto al que se enfrenta la región de América Latina, sumida en una profunda crisis socioeconómica a raíz de la pandemia del coronavirus, Lenín Moreno avisa que “las cosas siempre pueden empeorar”.
“Al igual que pasa con los agujeros negros, que se tragan todo, también (los nuevos movimientos socialistas) pueden acabar tragándose toda la institucionalidad, y por supuesto también terminan tragándose el respeto, la tolerancia y la libertad”, expresó.
Traspaso de poder
Lenín Moreno está culminando su mandato al frente del gobierno de Ecuador ya que el próximo 24 de mayo entregará el poder al presidente electo Guillermo Lasso, el ganador de las elecciones presidenciales.
El aún presidente confesó que deja “una mesa no servida” debido a que el país se ha tenido que enfrentar “momentos muy duros” debido a la crisis sanitaria del coronavirus.
Protestas se han tornado violentas, dejando a varios heridos y muertos.
“Cuando tratábamos de levantar la cabeza nos vino (las protestas) de octubre y cuando estábamos encontrando soluciones nos vino esta terrible pandemia que ya dura bastante más de un año”, declaró.
El resultado de esta “experiencia dura” se ha notado en la reducción de “miles de millones de dólares” en concepto de exportación de petróleo y deja un escenario incierto de cara al futuro. De la misma manera, el sector turístico ha quedado gravemente afectado y eso también ha tenido una incidencia en el desempleo que, según dijo Moreno, “no con excelentes resultados”.
Con todo, explica, “el enfrentamiento con la pandemia ha sido un ejercicio pedagógico que nos ha tocado aprender a todos desde la necesidad de usar mascarilla, lavarse las manos, mantener la distancia adecuada, hasta cómo vacunar”.
El reto de la pandemia
Algunos organismos internacionales como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) o la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguran que la vacuna representará el punto de inflexión en la recuperación de las economías, como ya se está viendo en países como Estados Unidos, que está registrando una vacunación a un ritmo muy elevado.
“Comenzamos con entre seis y ocho mil vacunas al día, y ahora vamos con casi cien mil vacunas al día. Nuestra intención es dejar esa experiencia al presidente electo, que ha manifestado que quiere vacunar a no menos de 9 millones de personas en los primeros 100 días de su gobierno”, dijo.
Pese a todo, Moreno es consciente de la logística que requiere la distribución de la vacuna y que, a día de hoy, dificulta la rápida administración de la dosis entre la población. Ante esto, dijo estar “a la expectativa de recibir la ayuda de los países poderosos” como Estados Unidos para acelerar el proceso.
“Ese es el resultado de ser pobres, lastimosamente. Tenemos que estar a la expensa en más de una ocasión de los países poderosos”, señaló resignado.
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