Su orquesta, es de todos los venezolanos, es su legado al país entero y no a una parcialidad que desea excluir a la otra mitad.
A su nivel no se puede ser una cosa y todo lo contrario, repasaba sus declaraciones horas después de haber sido derrotada la rebelión cívico-militar del 4 de febrero del 92, dirigida por ese mismo Chávez: «Hemos vivido una lamentable situación caracterizada por la insurgencia de un sector contra el orden constitucional de la República, pero mucho más allá de ello hemos presenciado la aplastante solidaridad nacional y mundial, en torno de la democracia venezolana, sistema dentro del cual nuestro pueblo ha decidido vivir y luchar. Para el mundo artístico el régimen de libertades consagrado por la Constitución y la Ley, constituye el marco por excelencia para el desarrollo de la iniciativa creadora y para la soberana expresión del pensamiento intelectual».
Ustedes son personas cultas e inteligentes, han beneficiado de un sistema político que les permitió crecer, formarse, ascender y realizar una obra, participar en ese acto destinado a legitimar el mayor atentado que ha tenido el sistema constitucional venezolano en estos últimos años, es una responsabilidad muy grande, utilizar para ello la representación de los 400.000 jóvenes y niños que forman parte de las orquestas, mancha su impecable trayectoria y de verdad es una lástima.
Lo que siento es una decepción profunda, pero es que los grandes hombres son humanos y tienen las mismas debilidades de todos.
La historia nos muestra múltiples ejemplos sobre las relaciones estrechas que siempre han existido entre las manifestaciones artísticas y el poder. La creación es un campo donde el ser humano-artista intenta representar o traducir lo real, vehicular su visión y sus emociones sobre el mundo en que se desenvuelve, dar respuestas o proponer una concepción. Por ello la necesidad que siente el poder ideológico por controlar y depurar los medios de expresión y de creación.
Por ello al contrario de muchos, sí creo en que el artista debe formar parte de los procesos, debe estar en la vanguardia de las ideas y no convertirse en instrumento de una ideología.
Cuando dudaba escribir estas líneas un amigo me hacía recordar Bertolt Brecht …cuando se quiere luchar contra la mentira y la ignorancia se debe escribir la verdad… aunque se le desfigure por doquier.
Por ello termino citándolo «es difícil resistir a los poderosos y muy provechoso engañar a los débiles. Incurrir en la desgracia ante los poderosos equivale a la renuncia, y renunciar al trabajo es renunciar al salario. Renunciar a la gloria de los poderosos significa frecuentemente renunciar a la gloria en general. Para todo ello, se necesita mucho valor. Cuando impera la represión más feroz».
*Ex Cónsul de Venezuela en París. Presidente de Venezuela-Futura, Francia. Columnista El Universal, Caracas.
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