Albinson Linares / The New York Times
Los temores de la oposición venezolana se han cumplido: el Consejo Nacional Electoral (CNE) volvió a retrasar la convocatoria para el referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, y con ello echa por tierra sus esperanzas de sacar al chavismo del poder por esta vía antes de 2019.
Las condiciones aprobadas por el CNE el miércoles convierten el proceso en una gran carrera de obstáculos: en solo tres días y en horario de oficina la oposición deberá recoger casi cuatro millones de firmas y, además, tendrá que conseguir el 20 por ciento del padrón electoral en cada estado de Venezuela. Es decir, así logren el total de firmas, el revocatorio no se podrá realizar si en alguna entidad no se llega a la meta del 20 por ciento.
El CNE emitió un comunicado en el que se precisa que el revocatorio podría efectuarse “a mediados del primer trimestre de 2017”.
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Pero la paciencia de muchos venezolanos se agota. El país vive una profunda crisis económica y Maduro cuenta con el apoyo de menos del 20 por ciento de la población, según algunas encuestas. El Fondo Monetario Internacional ha estimado que la inflación superará el 720 por ciento este año.
Es por eso que la oposición se ha movilizado en los últimos meses. La única forma de que se pueda acortar el mandato de Maduro que finaliza en 2019 es que se celebre un revocatorio antes del 10 de enero de 2017 y la oposición lo gane.
La oposición, que controla la Asamblea Nacional y está representada por una coalición llamada Mesa de la Unidad Democrática, anunció que el lunes responderá a las condiciones del CNE en un acto masivo.
Pero muchos ya han expresado su frustración.
Luis Emilio Rondón, el único de los cinco rectores del CNE cercano a la oposición, se abstuvo de votar durante la aprobación de esta fase del referendo por considerar que “no contribuye al ejercicio pleno de los derechos políticos de los venezolanos”.
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El analista político Piero Trepiccione percibe todas las reglas impuestas por el CNE como un “campo minado” que demuestra la desesperación del gobierno ante la crisis generalizada que se vive en Venezuela: “Ellos saben que en todas las encuestas de opinión pública más del 80 por ciento de los ciudadanos quieren que se realice el revocatorio y más del 70 por ciento desea ir a firmar para revocar, eso supera con creces el 20 por ciento necesario. Por eso retrasan todos los procesos”.
Por su parte, los partidarios del gobierno de Maduro han acusado a la oposición de cometer fraude en la primera fase de recolección de firmas para el revocatorio.
“Las mentiras tienen patas cortas”, señaló Jorge Rodríguez, alcalde de Caracas y miembro del buró político del partido de gobierno, “Veo improbable que se haga un referendo revocatorio en 2017 por un fraude a la Constitución y la República”.
Sin embargo, el documento del CNE establece que la próxima recolección de firmas se hará los días 26, 27 y 28 de octubre y especifica que luego del conteo y la validación, el anuncio de la realización del referendo se realizará a inicios de diciembre, fecha a partir de la cual inician los 90 días reglamentarios que tiene el organismo para efectuarlo.
En su comunicado, el CNE divulgó que el corte del padrón electoral que será utilizado es el del 30 de abril de 2016, que abarca 19.465.638 electores, por lo que la oposicióndebe recoger en tan solo tres días un mínimo de 3.893.128 de votantes para que el referendo se lleve a cabo.
Las condiciones no terminan allí: la recolección deberá reunir el 20 por ciento del padrón electoral de cada uno de los estados de Venezuela, una condición que no se exigió en agosto de 2004, cuando los opositores perdieron un referendo contra el presidente Hugo Chávez.
Luis Salamanca, ex rector del CNE y experto en temas electorales, calificó la condición de porcentaje estatal como irreal: “Es de locos porque el presidente Maduro fue elegidoa nivel nacional, es decir, se sumaron los votos de todos los estados porque el país entero es una sola circunscripción”.
Salamanca asegura que en las elecciones presidenciales de 2013 Maduro perdió en estados como Zulia, Lara o Táchira pero, al final, todos los votos se sumaron para su victoria: “En algunos estados ganó y en otros perdió pero él es el presidente de todos los venezolanos. El revocatorio debe manejarse de la misma forma porque no puede ser que si no se consigue el 20 por ciento en algún estado entonces no pueda convocarse el referendo”.
El CNE también especificó el miércoles que se desplegarán 5.392 máquinas en el territorio nacional durante los tres días de la jornada de recolección de firmas.
Salamanca opina que no es una infraestructura adecuada para cubrir las necesidades de esta etapa del revocatorio: “En las presidenciales de 2013 se instalaron unas 42.000máquinas; para esta fase la oposición pidió 20.000 y ni siquiera le aprobaron la mitad, eso va a provocar largas filas y violenta los derechos electorales de los venezolanos”.