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VOA / analisislibre.org
La Organización de los Estados Americanos (OEA) probó un proyecto de resolución sobre Venezuela, que reconoce a Gustavo Tarre Briceño, elegido por el presidente encargado Juan Guaidó, como embajador de su gobierno en la OEA, con 18 votos a favor, 9 en contra y uno ausente.
La organización se reunió este martes en su sede principal en Washington para discutir una vez más la crisis política, económica y social en que está sumida Venezuela.
Como parte del debate, el representante de Jamaica ante la OEA propuso una enmienda al documento inicial que acepta el nombramiento de Gustavo Tarre como representante permanente ante la Asamblea General, pero «a la par de nuevas elecciones y de la designación de un gobierno democrático”.
Asbina Marín, primera secretaria y representante alterna de Venezuela ante la OEA, rechazó la resolución: «Un Estado tiene poder para conocer y reconocer a otro gobierno, pero nunca un Estado puede determinar quién se sienta en un silla como representante de un gobierno». Y reiteró que la «la silla no está vacía».
Por su parte, el presidente del Consejo Permanente y de la Comisión General, el embajador estadounidense ante la OEA, Carlos Trujillo, catalogó la decisión como «un día histórico» para la organización y que Tarre tiene la decisión de aceptar o no la misión de Venezuela ante la organización; es decir, que puede decidir si los embajadores que representan al gobierno de Nicolás Maduro continúan o no acreditados ante el organismo.
Hoy en día, «Venezuela va a tener un representante que representa al pueblo de Venezuela», agregó.
Añadió que, frente a la enmienda propuesta de Jamaica, no hay confusión, pues que al decir que Tarre es miembro de la Asamblea, se entiende que éste es el único órgano democrático reconocido y legítimo en Venezuela.
Al respecto, el embajador de Colombia, Alejandro Ordóñez, dijo que los países tienen diversos intereses y perspectivas jurídicas, pero que lo importante es reconocer a Tarre.
«Avanza el reconocimiento del único órgano legítimo que hay en Venezuela que es el Congreso y su actual presidente (Juan Guaidó)», agregó.
Los que se oponen
Jorge Lomónaco embajador, y representante permanente de México en la OEA fue enfático al afirmar que la aprobación de la resolución es una «victoria pírrica para un grupo de países sin efectos reales (…) Con el potencial de generar consecuencias negativas para la OEA y su institucionalidad».
Dijo, además, que la decisión adoptada es contraria a la normativa de la institución y práctica multirateral, regional y global. «Hay un riesgo real de parálisis para la organización», con la aprobación de esta resolución que crea «inconsistencia con Naciones Unidas».
Incluso, señaló que la OEA no puede funcionar aislada y que «hoy no hay ganadores y perdedores, sólo perdedores».
Guyana también reaccionó con preocupación por la situación en Venezuela y aclaró que esta aceptación debería ser «hasta el momento en que se produzcan nuevas elecciones libres en dicho país (…) Que el gobierno democráticamente elegido pueda elegir su represente permanente con el apoyo pleno de la Asamblea Nacional».
Bolivia, Antigua y Barbuda, El Salvador y Nicaragua también expresaron su rechazo.
«Una de las más infelices decisiones»
El gobierno en disputa de Nicolás Maduro respondí a través de un comunicado publicado por el canciller jorge Arreaza. Aseguraron la designación de Tarre es una “descarada y criminal” violación del derecho internacional y la carta de la OEA.
“Se trata de una de las más infelices decisiones tomadas en la larga historia de desafueros jurídicos y políticos de esta Organización”, se lee en el comunicado.
El gobierno en disputa asegura que con esta acción, la OEA “convalida el plan de Golpe de Estado iniciado el 23 de enero” cuando Guaidó se juramentó como presidente.
Afirman que no reconocerán ningún emisario político, sea cual sea su titularidad o denominación, que no haya sido designado por Maduro, por lo que consideran cualquier decisión o acto de la organización donde participe como “nulo y carente de legalidad”.
Antes de comenzar a exponer los puntos de vista, los países miembros votaron a favor de la continuación del proyecto del orden del día, para luego dar lugar a la votación sobre proyecto de resolución sobre Venezuela.
El embajador de Colombia expuso la resolución que fue debatida por representantes de diferentes países, como México, quien señaló que el asunto debe elevarse a la Asamblea General de la OEA, quien debe resolver la situación. También instó a «evitar la tentación de tomar decisiones que puedan llevar a la parálisis de la organización».
Por su parte, Hugo Cayrús, embajador de Uruguay, señaló que el Consejo carece de competencia para tomar este tipo de decisiones y que significa un «avasallamiento de la legalidad de la OEA y mi país no puede sino estar en contra en una acción de dicha naturaleza».
Exhortó a convocar a una Asamblea Extraordinaria y enfatizó en que «no existe ningún órgano para que se le atribuya el reconocimiento colectivo. Además, a la hora de votar a favor, Uruguay estaría en contra del fallo, pues esto generaría una «polarización» dentro de la organización.
Guyana también indicó que no hay un reconocimiento colectivo de un estado sino que es un derecho soberano de cada estado y dijo que deben respetar las políticas de cada país. El embajador ante la OEA de Antigua y Barbuda, Ronald Michael Sanders, llamó a la situación una «tendencia perturbadora», destacando que el que 18 estados miembros «puedan imponer su voluntad frente a todos los estados miembros», lo que calificó como «un triste día para la OEA».
«Esto llevará a una fractura de la organización donde la desconfianza reemplazará a la confianza y la cooperación», agregó Sanders.
El Salvador señaló que, si se llegaba a aprobar una resolución, el país solicita la incorporación de un pie de página a dicha resolución. Lo mismo pidió Nicaragua, que calificó el acto como «una ilegalidad» al «pretender suplantar» la representación del gobierno venezolano; dijo que tomar una decisión genera una nulidad y violación a la carta de la OEA, y «no tendrá ninguna validez ni efecto jurídico».
Bolivia también afirmó que el «proyecto de resolución no cuenta con el respaldo jurídico necesario para reconocer o desconocer a un gobierno o representantes asignados por él: no tiene valor legal».
Por su parte, Dominica dice que la decisión es «incongruente con el derecho internacional» y reitera su reconocimiento al presidente en disputa, Nicolás Maduro, y a las designaciones que él practique. Por eso, no apoya la resolución, en caso de ser aprobada.
La reunión fue solicitada por las misiones permanentes de Colombia, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Paraguay, y Perú.
Seleccionar a Tarre Briceño para el cargo fue una de las primeras medidas que tomó Guaidó al asumir la presidencia interina de Venezuela el pasado 23 de enero. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, aceptó la iniciativa desde que fue presentada.
El gobierno en disputa de Nicolás Maduro ha rechazado este nombramiento, a pesar del anuncio en abril de 2017 de que retirarían al país de la OEA. El proceso finalizaría este año y la decisión fue ratificada el mes pasado por su delegación.
Consultado por la Voz de América en febrero de este año acerca de cuándo finalmente podrá tomar su asiento, Tarre Briceño respondió: «Es el problema jurídico que estamos superando y hay que esperar una reunión del Consejo Permanente y hay quien dice que (hay que esperar otra reunión) de la Asamblea General”.
La próxima Asamblea General de la organización se realizará del 26 al 28 de junio en Medellín, Colombia.
Esta reunión sobre Venezuela se da días después de que la misión de Estados Unidos en la OEA, liderada por Carlos Trujillo, asumiera la presidencia del Consejo Permanente, con la mira puesta en la nación sudamericana.
«Tenemos que lograr la mayoría de los 18 (votos necesarios para) que reconozcan al presidente Juan Guaidó, y que podamos aceptar a su embajador, y desde ese momento arrancar con reconstruir la democracia y los derechos humanos en Venezuela”, aseguró entonces a VOA el embajador Trujillo.