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VOA / analisislibre.org
Casi todos los ingresos de Venezuela provienen de la venta de petróleo.
Estados Unidos es el país que más compra crudo venezolano. Sin embargo, después de las sanciones a PDVSA, la empresa petrolera estatal, el gobierno de Nicolás Maduro se va a quedar sin esta entrada de capital.
Aunque el gobierno Estados Unidos emitió un permiso (llamado licencia) para que CITGO, la compañía subsidiara de PDVSA en el país, pudiera seguir con sus operaciones, el dinero que produzcan no irá a parar a Maduro y compañía sino a cuentas a disposición del presidente encargado, Juan Guaidó.
Las sanciones podrían generar unas pérdidas de once mil millones de dólares a Maduro, de acuerdo con el gobierno de Trump. También impactarán la producción, ya que Venezuela no podrá comprar petróleo ligero de EE.UU. para mezclarlo con el crudo pesado que hay en el país. Sin él, el petróleo no puede moverse por los oleoductos para poder ser despachado.
Con estas duras restricciones, el país norteamericano intenta ahogar a Maduro.
En palabras de la vicesecretaria de la Oficina de Recursos Energéticos del Departamento de Estado, Sandra Oudkirk, las sanciones buscan “ejercer presión a Maduro y sus aliados, minimizar su recibo de ingresos de Estados Unidos y salvaguardar el sistema financiero estadounidense”.
La premisa es simple: dejar al presidente en disputa sin dinero (dólares) para financiar su “clepotcracia”, dijo a la Voz de América el subsecretario del Tesoro de Estados Unidos.
Como dijo también a la VOA Gustavo Marcano, miembro de la comisión diplomática del gobierno interino en Estados Unidos, la medida responde a una “solicitud del pueblo venezolano” para que “no se siga financiando un régimen” que utiliza los recursos para “su actividad criminal”.
No obstante, expertos coinciden en que las sanciones, que algunos califican de un embargo ‘de facto’, podrían tener consecuencias negativas para los venezolanos de a pie.
“Los primeros que van a sufrir son los venezolanos, no creo que los beneficiarios del régimen vayan a ser los más afectados”, dijo a la VOA Noticias en una llamada telefónica Geoff Ramsey, experto en asuntos latinoamericanos, derechos humanos y seguridad, subdirector para Venezuela de la organización WOLA
¿Por qué? Para desenmarañar este asunto primero hay que entender un aspecto clave de la economía venezolana: las importaciones.
¿Qué tanto depende Venezuela de las importaciones?
El año pasado, Venezuela gastó más dinero en importar alimentos (incluyendo productos vegetales, animales y aceite de soja) que en petróleo refinado, según datos del Observatorio de Complejidad Económica del Massachusetts Institute of Technology.
Según explicó a VOA Rodrigo Agudo, director general del Instituto Venezolano de la Carne y la Leche (INVELCAR), esto se debe a la poca producción nacional de alimentos que existe en el país. Por lo tanto, “[ahora mismo] la única manera de garantizar el abastecimiento alimentario es con las importaciones”.
El problema, contó Agudo, quien ha sido un crítico vocal de las políticas agrícolas del gobierno de Maduro, es que la producción interna ha ido en picada desde el 2008, cuando comenzó la “agricultura comenzó a bajar y a ser sustituida por el producto importado”.
El ingeniero achaca esto a un “proceso de intervención de tierras y de expropiaciones” por parte del gobierno que “redujo la oferta interna”.
Los consumidores no vieron el efecto de estas política sino hasta el 2013, con la caída del precio del petróleo que precipitó la crisis económica que sufre actualmente Venezuela y limitó la capacidad de importar los productos de los que dependía.
“Las importaciones han bajado porque el estado no tiene divisas para poderlas garantizar”, dijo Aguado.
Las imagen las conocemos todos. El desabastecimiento en Venezuela, los supermercados vacíos y más recientemente, la desnutrición y el hambre. La falta de alimentos se ha convertido en una de las razones que citan los casi tres millones de venezolanos que han salido del país en los últimos años.
El problema, entonces, no es solo que se produzca poco sino que no hay con qué importar.
En esto coincide Francisco Rodríguez, economista del fondo de inversión Torino Capital: “Lo que se come en Venezuela [proviene] primordialmente de importaciones que lleva a cabo el estado venezolano” o del sector privado que depende en gran medida de “los dólares que le asigna el estado venezolano”.
“Si tu le quitas al gobierno venezolano los dólares, le quitas a la economía venezolana los dólares y sin dólares entrando al país no hay como comprar alimento”, dijo Rodríguez en una entrevista via Skype con la VOA.
Después de Estados Unidos, los otros compradores de petróleo venezolano más importantes son China (23% de las exportaciones en el 2016) e India (19% de las exportaciones). Sin embargo, las ventas de petróleo a China no representan ingresos en efectivo, según dijo a la VOA Antonio de la Cruz, especialista en petróleo.
“Es baja la probabilidad de que el mercado chino o indio reemplacen al estadounidense”, dijo de la Cruz, quien explicó que los barriles que PDSVA ha estado enviando a China, su segundo comprador, van hacia el pago de deudas.
El efecto en la población
El especialista, sin embargo, no cree que las sanciones puedan afectar a la población venezolana. “El que tiene dificultad para obtener los dólares es el gobierno de Maduro y ese dinero lo usa para el manejo de la corrupción”, dijo de la Cruz.
Rodríguez está en desacuerdo. Afirmar que “el gobierno se roba el 100% es decir que no hay absolutamente nada, que el 0% le llega a la gente es claramente falso”. Si fuera así, sentencia el economista, “los venezolanos no estarían comiendo nada”.
Una visión similar dieron tres expertos ante la Cámara de Representantes del Congreso en una audiencia sobre Venezuela.
Ante los preguntas de los representantes del impacto que las sanciones podrían tener en los ciudadanos, Santiago Cantón, exsecretario ejecutivo de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, pidió encontrar una mejor manera para entregar ayuda humanitaria al país para paliar la falta de insumos que producirán las sanciones.
“Lo clave aquí es asegurarse que Guaidó tenga el poder para importar [alimentos]”, dijo Cantón.
Rodríguez propone que se implemente un programa de comida por petróleo, como se hizo en Iraq bajo supervisión de la ONU en 1995, para evitar el empeoramiento de la crisis humanitaria en el país.
Si no se toman medidas de este estilo, auguró el economista, “Venezuela va a sufrir una catástrofe humanitaria tal como la que nosotros no hemos visto en el hemisferio occidental”.
Ni tan calvo ni con dos apocalipsis, que mas pede llegar a la sociedad más pobre..que la desgracia alcance areas sociales a dónde no había alcanzado?.. Acaso no se está contando para el nuevo gobierno con los dineros testaferricos, con los préstamos internacionales, con Venezuela la emprendedora, la apertura a la inversión foránea ?… El pesimismo crónico pareciera estar en el renglón de las importaciones fijas..