Sanguinetti exige a Brasil más liderazgo para que Mercosur funcione realmente

    PES/Análisis Libre

    El expresidente de Uruguay Julio María Sanguinetti ha asegurado hoy en Santander que Uruguay exige a Brasil “más liderazgo” para que el Mercado Común del Sur (Mercosur) “realmente funcione” y deje de ser “esa especie de esperpento frustrante que es hoy” y que, añadió, “va oscilando de un lado hacia otro, y generando una diplomacia que hasta en Brasil ha generado fuertes contestaciones”.

    Sanguinetti hizo estas declaraciones en su conferencia ‘El rol de Brasil en el mundo’ en el encuentro ‘Panorama del Brasil’, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) con la colaboración con el Ayuntamiento de Santander y el patrocinio del Banco Santander.

    En su discurso, el expresidente de Uruguay dijo del Brasil que es un país “mucho más diverso de lo que parece” y destacó su “color y estilo festivos”, así como su “actitud optimista”, e hizo un balance de su historia, comparándolo con los países de la América Hispánica. Entre las principales diferencias, indicó su producción, basada en plantaciones de café y la esclavitud, así como que es el “único” país de Latinoamérica que fue monarquía.

    “Hoy vemos que con un enorme impulso han construido un enorme país”, afirmó Sanguinetti, quien consideró que el episodio “más importante” de Brasil se produjo en 1994, año en el que “se derrotó” la inflación y comenzó una “estabilidad” política, institucional y económica “muy importante”. Según dijo, este hecho afectó también positivamente en el plano de lo social, puesto que la inflación es “el mayor impuesto de los pobres”.

    Para el expresidente de Uruguay, otra de las claves de la estabilidad de Brasil y que ha contribuido a que sea “una gran potencia económica” es su sistema de alternancia de partidos en el gobierno, con dos grupos, por un lado el Partido de los Trabajadores (PT) y, por otro, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

    Por estas razones, explicó Sanguinetti, “todas las proyecciones le ponen en pocos años como la tercera o cuarta economía mundial”, después de Estados Unidos y China que, auguró, “seguirán marcando los ejes de un mundo multipolar, en el que esperemos que Europa haya salido de la crisis”.

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