“Tenemos muchos retos en la Amazonía”: Procurador general de Brasil apunta al crimen organizado y al saqueo

El fiscal general de Brasil, Augusto Aras, durante una entrevista con la VOA en la sede de 0la OEA, en Washington, el 25 de mayo de 2023. [Foto: Tomás Guevara, VOA]
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Augusto Aras, de visita en Washington, conversa con la Voz de América sobre el trabajo del Ministerio Público para hacer frente a la toma ilegal de tierras, el contrabando, saqueo de minerales de la selva y las nuevas rutas de droga para el narcotráfico internacional.

Tomás Guevara
VOA / Análisis Libre

La protección de la selva amazónica brasileña, la reserva natural más grande del mundo y considerada el pulmón del planeta, es un desafío al que se busca hacer frente con nuevas tecnologías, recursos, y alianzas de cooperación entre países vecinos para contener la penetración del crimen organizado, el narcotráfico y bandas que saquean los recursos naturales de ese reservorio natural para el tráfico internacional, asegura el fiscal general de Brasil, Augusto Aras.El funcionario, que realiza una visita de tres días de trabajo a Washington para intercambiar experiencias con otros funcionarios de la región reunidos durante un evento realizado en la Organización de Estados Americanos (OEA), habla con la Voz de América sobre los planes de trabajo y el impacto que ha tenido un proyecto de cobertura en la Amazonía durante su gestión de cuatro años que culminará en septiembre.

“En la Amazonía hay explotación ilegal de minerales especialmente oro y piedras preciosas (…) grupos de crimen organizado de todo el mundo utilizan la Amazonía para sacar minerales y exportarlos a Europa y otros países; además Brasil está siendo utilizado como ruta de tráfico de drogas en distintos frentes y eso ha permitido el lavado de dinero”, comenta Aras.

El fiscal brasileño sostiene que se debe hacer frente a todas esas acciones criminales que se concentran en una vasta región de millones de kilómetros cuadrados optimizando recursos e innovando con tecnología propia.

Agrega que existen “muchos retos” para proteger ese recurso natural que, según estimaciones de organizaciones defensoras del medioambiente, en la última década ha perdido alrededor de 1,6 millones de hectáreas de bosque primario, producto de talas ilegales e incendios provocados para el saqueo de bienes. Asimismo, Aras destaca que los expertos agrupados en el Panel Científico por la Amazonía (PCA) advierten de un “grave peligro” de llegar a un punto “sin retorno” para proteger la selva.

Como encargado de velar por los intereses del Estado, el fiscal explica que el proyecto de innovación para hacer frente a la defensa de la Amazonía ha llevado a transformar y reorganizar los recursos federales destinados al Ministerio Público, y transformar las unidades para una cobertura completa.

Así se han creado 27 unidades que trabajan en todo el país y coordinan acciones y transfieren información inmediata a la central para aplicar las acciones de persecución del crimen.

“En la Amazonía hemos desarrollado varias herramientas como investigación científica y con herramientas de desarrollo propio tecnológico como el georadar,quees un instrumento informático que nos permite evaluar, investigar recoger datos en segundos, horas o máximo en menos de una semana, que antes se tardaban meses, para dar información por ejemplo sobre invasiones ilegales de tierras de explotación minera sin autorización legal, tráfico de especies animales”, entre otras, explica el funcionario.

La selva amazónica brasileña abarca nueve de los 26 estados del país, más el Distrito Federal, donde se sitúa la capital, Brasilia, y en la zona selvática se comparte fronteras con países del cono sur como Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia y Paraguay, por lo que no se puede pasar por alto la cooperación con los países vecinos.

El triunfo de Luiz Inacio Lula Da Silva a fines de 2022 y su llegada a la presidencia este año han ofrecido una esperanza por el compromiso del mandatario de “frenar la destrucción” de la Amazonía que experimentó un incremento acelerado de las talas desde 2019.

Esto coincide con la gestión de su antecesor, Jair Bolsonaro, quien debilitó la protección del medio ambiente e instó en comparecencias públicas –incluso durante la campaña presidencial por su reelección- para expandir la explotación de tierras indígenas con fines comerciales.

El Observátorio do Clima, organización ambientalista brasileña, reportó que la destrucción de la selva amazónica se incrementó un 60 % durante la gestión del expresidente Bolsonaro.

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