por Joaquín F. Chaffardet
Son claros los signos de una intensificación del carácter totalitario y despótico del régimen ilegítimo que ha tomado el poder en Venezuela. La conducta desplegada por los usurpadores pone de manifiesto, sin lugar a duda alguna, que el régimen no solamente acentúa su carácter totalitario mediante amenazas, sino con hechos concretos.
La respuesta grotesca de Maduro a la carta de Ivana Simonovis fue la campanada que anunció cual sería la decisión del tribunal ante la solicitud de la medida humanitaria hecha por la defensa de Simonovis. La negativa del régimen a otorgarle la medida humanitaria a Iván Simonovis no solamente está dirigida contra él y su familia. Esa negativa es una amenaza, un mensaje directo a todos los venezolanos: quienes adversen al régimen corren el riesgo de morir en la cárcel. No importa si Simonovis está grave por las condiciones inhumanas de su reclusión: continuará recluido. Y su muerte no le importaría un carajo al gobierno: la muerte de Brito no tuvo un costo político para el régimen ya vivimos en una sociedad a la que han acostumbrado a convivir diariamente con la muerte a la vuelta de cada esquina. Iván Simonovis es para ellos un contrarrevolucionario, sifrino y pitiyanqui cuya vida no tiene ningún valor sino todo lo contrario. Me parece oír al manganzón Maduro declarar: lo tiene merecido y se salva porque todavía no hemos estrenado el paredón.
La declaración de la incapaz, pero muy sumisa, titular del Ministerio Público, confirmando que “estudia la posibilidad de acudir al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para solicitarle a ese organismo que le autorice procesar a los diputados de Primero Justicia, Richard Mardo y Gustavo Marcano…, señalados por el presidente de la Asamblea Nacional, diputado Diosdado Cabello, de haber financiado ilegalmente sus actividades políticas…”. El mismo día en comunicado de prensa el ministerio público informó que “…el fiscal Richard Monasterios le pidió a la máxima responsable de la institución analice la pertinencia de interponer un antejuicio de mérito contra los parlamentarios…” Monasterios justificó su solicitud indicando “…que requiere realizar actos de investigación que suponen tanto iniciar la persecución penal contra Mardo, como dar continuidad al proceso que se le seguía a Marcano y que para ello es necesario el visto bueno del TSJ…” Investigación que abrió la complaciente Luisa Ortega Díaz al oír a Diosdado Cabello decir que esos diputados estaban en flagrancia y que se merecían “ponerle los ganchos inmediatamente”. El ministerio público pone nuevamente al descubierto que es el brazo represivo del PSUV y del régimen y jugará un rol fundamental en los meses venideros.
Pero no contentos con eso, ahora amenazan a Primero Justicia con revisar sus cuentas y estados financieros e iniciar una acción penal contra sus dirigentes. Estas acciones tienen dos propósitos: atemorizar a quienes han contribuido financieramente con las campañas opositoras y debilitar la capacidad de acción política de PJ y especialmente su acción electoral.
Para consolidar la hegemonía comunicacional, y sacar a Globovisión y numerosas estaciones de TV locales del aire, el régimen recurre al lanzamiento del sistema de televisión digital abierta. Tan clara es la intención del régimen que Villegas, encargado de desinformación oficial, declaró que “…la televisión digital abierta es un homenaje a Chávez…” y continúo diciendo que el lanzamiento del nuevo Sistema Bolivariano de Comunicación e Información se hace “por órdenes del presidente Chávez”, es decir que Chávez se auto homenajeó, lo que no sería sorprendente en un enfermo de narcisismo incurable como el Iluminado de Sabaneta. Lo que si sorprende es que un sujeto que no puede hablar, que está sometido a un “tratamiento duro y difícil”, que padeceuna deficiencia respiratoria “cuya tendencia no ha sido favorable” (según último parte del oncólogo Villegas), y que está de reposo absoluto cumpliendo su tratamiento rigurosamente, esté ordenando o tomando decisiones como jefe del gobierno ilegítimo. En esta nueva plataforma tecnológica de TV fueron incluidas solamente las señales de algunas televisoras nacionales: las del llamado Sistema Nacional de Medios Públicos (controladas por el gobierno), y las de algunos medios privados autocensurados o complacientes con el régimen (Televen, Venevisión, Meridiano y la Tele) y fueron excluidas arbitrariamente la señal de Globovisión y de aquellas televisoras regionales independientes y no sumisas al régimen.
A estos hechos se añaden la persecución y posible enjuiciamiento y prisión de Leopoldo López, el inicio de averiguaciones con el propósito de someter a juicio y encarcelamiento a Pablo Pérez y a Enrique Salas Feo. Y a estos procesos amañados se agregarán muchísimos más. Las razones las fabricarán en la fiscalía y en el TSJ.
Este despliegue de totalitarismo se acentuará cuando ya el régimen ilegítimo no pueda ocultar más la falta absoluta de Chávez. Ausencia de 78 días que ha dado lugar, con razón, a numerosas conjeturas entre los venezolanos, sean opositores o chavistas. Unos aseguran que ya Chávez falleció y que no se hace el anuncio para tratar de ganar tiempo para resolver que parte del botín de la herencia se le adjudicará a cada uno de los herederos. Otros aseguran que Chávez permanece en La Habana, vivo o muerto, que es falso que esté en Caracas. Muchos sostienen que su supuesto traslado a Caracas no persigue otra finalidad que interrumpir el lapso de 90 días de ausencia del territorio nacional. En la misma dirección, hay quienes sostienen que la insistencia de los usurpadores en afirmar que Chávez “está al frente del gobierno” tiene como objetivo impedir una declaración de abandono del cargo. Y la imaginación de los venezolanos, que es muy fértil, ha llegado a construir un escenario según el cual el régimen haría aparecer como si Chávez no hubiese fallecido de causas naturales sino que su muerte fue producida o provocada por grupos “radicales”, militares o civiles, con la finalidad de declarar un estado de emergencia, provocar saqueos y agresiones a opositores de todo nivel, desatar una represión indiscriminada y suspender indefinidamente la realización de las elecciones inmediatas que manda el texto constitucional para perpetuar al gobierno de facto en el poder. Y como a veces la realidad supera a la fantasía no hay que desechar ninguna hipótesis.
La MUD y los sectores democráticos tienen que comprender, aceptar y declarar que no vivimos en democracia. Que la democracia y el estado de derecho son cosas del pasado. Estamos en presencia de un régimen de facto militarista en el que se mezclan características del fascismo y el comunismo. La constitución no sirve ni para suplir la escasez de papel sanitario. El derecho y la justicia son una ficción. El atropello y el abuso de la fuerza la orden del día. Por eso no hay que desechar ninguna acción que nos conduzca a una salida de este oscuro callejón en que vivimos los venezolanos. Ojalá que sea pacífica.