Por Alfredo Michelena
Se ha hecho casi una costumbre que nuestros escándalos millonarios – y en dólares- de corrupción revienten en el extranjero. Los de aquí pareciera que, como dicen en inglés, alcanzan el nivel de secreto de: “for your eyes only” (solo para ser visto por Ud.). Los “grandes cacaos” del chavismo saben mucho de corrupción y callan. Sea por complicidad crematística – “país de cómplices”- o lenidad revolucionaria –(a) moral marxista.
Lo cierto es que una tras otra, en diversas partes del mundo, saltan informaciones de venezolanos de alto rango detenidos por manejos ilícitos de dinero vinculados a actos de corrupción cometidos en Venezuela.
Tenemos la triste presea de estar entre los 10 países más corruptos del mundo. Incluso Maduro ha entendido que una de las formas de evitar la crisis financiera del régimen, es combatir la corrupción. Las reservas líquidas según el BCV bajaron de $32 millardos en 2009 a unos $2.5 millardos en 2013. Muchas se han ido. El economista García Larrarde calcula que unos $200 millardos se han fugado de Venezuela en estos 14 años.
En lo que va de la década, en Miami, se han registrado casos emblemáticos como el del Ocean Bank (2001). Que estalló cuando una empleada demandó al banco alegando que la habían despedido al reportar transacciones “sospechosas”, que se originaban en Venezuela y más concretamente en PDVSA. Según la cadena de TV Univisión la cuenta estaría relacionada con el ministro Rafael Ramírez. Se trataba de varios pagos por cerca de $500.000 a un abogado por honorarios. La demanda se resolvió fuera de la Corte y se compró el silencio.
Este año, en marzo, el FBI y el Departamento de Justicia norteamericano detuvieron a la vicepresidente de Finanzas de Bandes acusada de recibir US$5 millones en sobornos, a cambio de favorecer una empresa de bolsa norteamericana en la colocación de los bonos. Ella y varios de los socios de la empresa están acusados de sobornos internacionales, lavado de dinero y fraude. La corrupción llegaría a $66 millones. Esta semana, revienta otro caso en Costa Rica, donde se estarían utilizando cuentas bancarias para legitimar dineros, provenientes de empresas del Gobierno de Venezuela, por un monto de $15,5 millones.
Solo los chavistas que han caído en desgracia o son peces menores son señalados y pagan cárcel. Maduro acaba de lanzar una cruzada anticorrupción y con gran alharaca anunció que metería preso a un alto funcionario que habían “pillado”. Se trata del Jefe de Aduana Marítima del Seniat en Vargas, con Bs 4 millones en efectivo. “Peanuts” o burusas. Quizás pensaba que con eso apaciguaba las ambiciones de sus partidarios, los “enchufados” o los boliburgueses, y taparía los escándalos de corrupción que están reventando en el exterior. Pero esto ultimo le será difícil.