De Tiananmén a Hong Kong: Despertar democrático en China

 

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José Ignacio Moreno León*

En los últimos tiempos China ha emprendido un vigoroso proceso de conquista de mercados y de expansión global de su influencia en el campo empresarial, financiero y comercial. Se trata de una estrategia complementaria de su novedoso modelo económico capitalista, pero sin ningún cambio en el sistema político que continúa siendo comunista, con todas las implicaciones que del mismo se derivan, en términos de autoritarismo gubernamental con un régimen de partido único, negación de las libertades públicas y frecuentes violaciones de los derechos humanos.

 

Dentro de esa tendencia expansionista, China ha venido progresivamente acercándose a Venezuela, involucrándose en importantes negocios, incluyendo masivo financiamiento al gobierno y venta de armas al régimen. Frente a estas nuevas realidades resulta interesante y conveniente reseñar algunos acontecimientos que en 1989 y, más recientemente, desde el pasado mes de junio han venido sucediéndose en ese gigante  asiático. Acontecimientos que, por lo lejano de ese país han pasado casi desapercibidos en el nuestro.

 

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Entre el 15 de abril y el 4 de junio de 1989, el régimen de Deng Xiaoping tuvo que enfrentar una serie de protestas fundamentalmente de intelectuales y estudiantes que conmocionaron a Pekin y que fueron motivadas por el clamor por reformas políticas y democratización y fuertes críticas en contra de la corrupción imperante. Esas protestas se incrementaron como reacción en contra del estilo represivo del gobierno y del partido comunista y  concluyeron en una masacre, conocida como la Masacre de Tiananmén, en la que, el gobierno comunista chino, para reprimir esas manisfestaciones, celebradas fundamentalmente en la emblemática plaza de la capital, recurrió a declarar la Ley Marcial y a enviar tanques y la infantería del ejército a la plaza Tiananmén para disolver por la fuerza la manisfestación y dispersar a los manisfestantes . Recurriendo posteriormente a la  persecusión y arresto de los líderes de ese movimiento, a la expulsión de la prensa extranjera y a un estricto control de la cobertura de esos acontecimientos  en la prensa china.

La Masacre de Tianamén produjo un estimado de 2600 muertos, según señalaron fuentes de la Cruz Roja china, y una apreciable cantidad de manisfestantes heridos calculados en cerca de 100 mil entre estudiantes, intelectuales y otras numerosas personas que se habian sumado a las protestas. El destino de los detenidos nunca se llegó a saber, precisamente por la rígida censura impuesta por el autoritarismo gubernamental, cuyo estilo de gobierno aún persiste en la China continental. Lo que si tuvo un grán impácto mediatico que trascendió, a nivel global, fue la histórica fotografía en la que aparece un jóven opositor enfrentándose, solo y con sus manos en alto, al enorme tanque que precedía la columna de esos caballos de hierro del ejército chino con los que el régimen disolvió a los manisfestantes. Dicha foto, ganadora del World Press Photo de 1990 fué titulada como la foto de el hombre del tanque.

Protestas mas recientes y que aún se mantienen en la China comunista se iniciaron a finales del pasado mes de junio en Hong Kong, impulsadas igualmente por estudiantes, intelectuales y  numerosos grupos de las comunidades de ese territorio vecino de la China continental. Estas manisfestaciones están siendo igualmente reprimidas por las autoridades chinas que operan en la región.  El orígen de esa prolongada turbulencia política responde a la resistencia  de esa comunidad frenta a las intensiones del régimen de aprobar una Ley de Extradicion, cuyo proyecto otorga facultades al gobierno nacional para solicitar la extradición a la China continental de ciudadanos de Hong Kong, Taiwán y Macao sospechosos de delitos de homicidios y violaciones, para ser juzgados por los tribunales de ese país. Los ciudadanos de Hong Kong alegan que esa medida viola la independencia del poder judicial de su país y facilitaría que el gobernador,  designado por Pekin, pueda perseguir a sus opositores políticos y, de paso terminar con la independencia judicial de esa ciudad semiautónoma. Los opositores al proyecto de ley denuncian además que, de aprobarse la misma, ciudadanos locales podrian ser objeto de acusaciones arbitrarias por razones políticas o ideológicas y ser sometidas desde Pekin a juicios injustos y hasta torturas que son usuales en el sistema judicial chino con su sesgo comunista. Todo ello, alegan los opositores a la ley,  dejaría abierto el camino para que el régimen adelante sus intensión de terminar con la autonomía lograda por Hong Kong mediante el convenio internacional que estableció el estatus de «un pais, dos dos sistemas».

Hong Kong preserva en la actualidad un sistema legal propio, libertad política que permite el funcionamiento de varios partidos, y otros derechos  incluyendo la libertad de expresión y de reunón, todo ello a pesar de pertener a la China continental, lo que obliga a entender las circunstancias históricas  que generaron esta inédita realidad y que están relacionadas con el traspaso a China de la soberanía sobre Hong Kong, a partir del 1 de julio de 1997, bajo la modalidad de Región Administrativa Especial de la República China. Región que habia sido arrebatada al continente Chino, desde hace 150 años, a finales de la llamada Primera Guerra del Opio ganada por el Imperio Británico, lo que obligó a Pekin a ceder a la administración britanica ese territorio como colonia por un período de 99 años el cual venció en 1997. Dicho período  debía conducirse bajo la modalidad señalada de «un país, dos sistemas», con el compromiso de Pekin  de permitir un alto grado de autonomía a la región, excepto en defensa y relaciones exteriores. Todo ello para que la misma se someta, bajo el control total al regimen de Pekin, a partir de 2047, razón por la cual se han acrecentando las protestas de los ciudadanos de Hong Kong, acostumbrados ya a un exitoso sistema democrático  y capitalista, fundamentado básicamente en el comercio y las finanzas internacionales, con una bolsa de valores de las mas activas de Asia, que le ha permitido a esa pequeña región de 1.110 Km2 y una población de 7.5 millones de habitantes, colocarse  en el puesto 36 en el ranking de las regiones mas desarrolladas del planeta.

Tiananmén y Hong Kong son emblemáticas referencias de la lucha de las sociedades en búsque de la libertad y el progreso. Son tambien una dura demostración de la forma de actuar del régimen  que prevalece en el gigante asiático y que no discimula su carácter autoritario y el desprecio por los derechos humanos a la hora de reprimir los reclamos y el despertar democrático que se han reflejado en las protestas  populares que hemos referido. Esa es la China con la que ahora estamos más comprometidos  y que ahora tenemos más cerca en nuestro país.

 

  • Ex Rector de la Universidad Metropolitana, ex embajador en Canadá, ex Ministro, autor de trabajos académicos.

Un comentario sobre “De Tiananmén a Hong Kong: Despertar democrático en China

  1. De acuerdo, Los unicos que han combinado el comunismo con el capitalismo… y en esto ultimo no les va mal. Pero ya empezaron los cambios (Hong Kong).

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