Gustavo Coronel / Washington
La decisión de los venezolanos de ir a una rebelión abierta en contra del narco-régimen de Nicolás Maduro está dando claros resultados. El chofer está reaccionando con una torpeza que es producto de los golpes que recibe del pueblo. Hay gente de su entorno que se está manifestando en su contra. Una de las abogadas más cercanas al chavismo, Hildegard De Sansó, acaba de criticar la insensata propuesta de Maduro de convocar una “Constituyente”, convocatoria a todas luces ilegal y violatoria de la constitución. La Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, otra fiel chavista, ha rechazado la represión desmedida instrumentada por Maduro y sus tres matones principales, Cabello, Reverol y Padrino López. El Congreso de los Estados Unidos está aprobando una nueva ley que amplifica las medidas en contra de los funcionarios del chavismo involucrados en corrupción y narcotráfico, es decir, casi toda la plana mayor del narco-régimen. En la OEA hay ya una clara mayoría de países que pide sanciones fuertes en contra del narco-régimen. La ONU le exige a la pandilla chavista el cese de la represión. La Unión Europea identifica a Maduro como un presidente forajido. México, Argentina, Brasil, Perú, Costa Rica, hasta la Colombia de Juan Manuel Santos, están hoy de frente contra Maduro. UNASUR no reconoce al régimen venezolano como miembro legítimo; CELAC terminó su reunión sin declaración alguna de solidaridad con Maduro, lo cual era el objetivo de la canciller de bolsillo (de Castro) Delcy Rodríguez. En USA identifican al vicepresidente Tareck El Aissami como narcotraficante y ladrón y le confiscan bienes. La sentencia de los narco – sobrinos será dada en Junio. Cada día salen a la luz las fechorías, propiedades en el extranjero o robos al erario público de ministros, diputados del chavismo, contratistas y adulantes del régimen.
Las reacciones epilépticas de Maduro, como su convocatoria a una Asamblea Constituyente que es ilegal, además de estúpida, simplemente revelan que el régimen está acusando el castigo de la ciudadanía, expresado en marchas, protestas diversas y acciones de desobediencia civil. El narco-régimen ha tratado, infructuosamente, de reabrir un diálogo paralizador, utilizando a los mismos mercenarios anteriores: Zapatero, Leonel Fernández y Ernesto Samper, ayudados por un Papa tolerante de las dictaduras de izquierda y por un pequeño grupo de colaboracionistas venezolanos, quienes piden – en nombre de la paz y de la reconciliación nacional – un salvoconducto para Maduro y su pandilla un salvoconducto que les permita irse de Venezuela en paz, a disfrutar de sus dineros mal habidos. Está claro que el llamado a una Asamblea Constituyente es un intento desesperado de ganar tiempo y de utilizar tácticas dilatorias para alargar su permanencia en el poder.
La culpa fundamental de que el narco-régimen continúe en el poder descansa sobre los hombros prostituidos de Vladimir Padrino López, de Néstor Reverol, de Diosdado cabello y del Alto Mando Militar. Estos tres delincuentes mayores y sus cobardes cómplices están ya más allá de cualquiera redención posible y deben ser declarados, junto con Maduro, como genocidas a ser enjuiciados por los tribunales internacionales de justicia. Las declaraciones de Padrino López apoyando la salida de Venezuela de la OEA y la convocatoria grotesca a una asamblea Constituyente hecha por el chofer lo colocan en una posición de criminal de guerra, en contra de la Nación venezolana, por lo cual debe activarse su condición de prófugo de la justicia internacional. Mientras los venezolanos morían en las calles del país, este delincuente estaba en Rusia, tomando vodka y comiendo caviar.
La crisis venezolana se acerca, con adelantos y retrocesos cotidianos, a un desenlace. Hacemos un llamado a todos los países democráticos de la región, a todos los gobiernos civilizados del planeta, a todos los amantes de la democracia y de la libertad, a que ayuden a Venezuela a salir del narco-yugo que los acogota desde 1999, el yugo de un chavismo corrompido, abusivo e ignorante que ha sumido al país en la ruina total. La decidida y valiente protesta ciudadana en la calle da a los venezolanos el derecho a exigir esa ayuda sin más demora.