Se ha derogado la subida de tasas del transporte que generó la oposición del pueblo brasileño al principio, no se ha aprobado la enmienda a la Constitución PEC 37 que salvaguardaba a los políticos corruptos, Rousseff se ha reunido con líderes del movimiento “Passe Livre” (MPL), movimiento que convocó las manifestaciones…
Sin embargo, las protestas continúan y el jueves, con motivo del partido de semifinales de la Copa de Confederaciones, miles de personas se volvieron a congregar en Fortaleza, frente al estadio de fútbol, para protestar contra el despilfarro de dinero público en eventos internacionales deportivos. Las protestas se saldaron con la vida de uno de los manifestantes.
Integrantes de “Passe Livre” concedieron una entrevista al diario Folha de Sao Paulo el mismo jueves donde explicaron que ya no se están manifestando por la subida del transporte, sino que su objetivo es conseguir la “tarifa cero”.
Caio Martins, uno de los líderes, recordó que “Dilma [Rousseff] dijo que la “tarifa cero” no es posible, que o paga el usuario o paga el contribuyente, pero eso es obvio. Lo que queremos, precisamente, es que sea el contribuyente el que pague. Hoy en día es el usuario que utiliza el autobús, tren o metro el que paga. Sin embargo, toda la sociedad se beneficia de este servicio, por eso debe ser toda la sociedad la que pague por él, como sucede con la educación, la salud y la seguridad pública”.
Una de las críticas dirigidas a las multitudinarias manifestaciones ha sido precisamente que no hay una demanda concreta y que no se están proponiendo medidas concretas.
Carla Dauden, quien sin quererlo se convirtió en el estandarte de muchas demandas al colgar un video en YouTube donde exponía los problemas de Brasil, explicó a la Voz de América que “el descontento se fue acumulando. Las tarifas del transporte, otros servicios, la violencia policial… fueron lo que hicieron que la gente saliera a las calles”.
Dauden concuerda en que las protestas del principio nada tienen que ver con las protestas de este momento.
“Al principio la gente salió en solidaridad de las víctimas de violencia policial –dice– y también la gente que estaba cansada de cómo estaban las cosas, pero no todos estamos en contra de la corrupción, no todos estamos en contra de los eventos internacionales, no todos estamos en contra de lo mismo; por eso ahora tenemos que pedir goles tangibles, ahora hay que ofrecer medidas”.
El experto James Ferrer de la George Washington University quien también habló con la Voz de América explicó que la gente no se ha congregado por arte de magia, sino que existía mucha frustración acumulada.
A este respecto, Dauden señala que los grupos y asociaciones existían desde hacía mucho tiempo, de hecho, el MPL se creó en el año 2005, pero lo que realmente hacía falta y lo que al fin se ha dado con las manifestaciones, era la movilización nacional, “que es un peso que se necesita para el cambio social”, aseveró Dauden.
Genera sin embargo cierta incomprensión que a pesar de los movimientos del Ejecutivo por calmar los ánimos las protestas continúen. Para Ferrer, la razón es clara: “Es cierto que han eliminado la subida de tasas, pero hay que ver qué hacen ahora. No es la primera vez que el gobierno parece emprender un camino nuevo y diferente y de pronto deja de seguir las nuevas vías y vuelve a los malos hábitos”.
Limpiando imágen
El experto señaló que la actitud de Rousseff tiene como objetivo limpiar su imagen ya que quiere ser reelegida presidenta de Brasil. Pero a su vez “ella quiere llevar a cabo cambios de la forma más constructiva posible, quiere que la gente se acerque a ella y la apoyen en sus cambios porque si no, esos cambios se harán de forma destructiva. Ella [Rousseff] quiere que sus políticas a corto plazo funcionen sin que se destruyan sus políticas a largo plazo”, explicó Ferrer.
Sin embargo, las buenas intenciones de las protestas se están viendo empañadas por los desenlaces violentos. Tanto Carla Dauden como los jóvenes del MPL han condenado la brutalidad. Para Dauden “es muy difícil que se controlen a todas las personas en manifestaciones tan grandes” y para Caio Martins, “resulta difícil ser pacífico en la calle cuando las autoridades no lo son”.
Ha destacado en las protestas del país la enorme implicación de la gente joven en todas las manifestaciones, lo cual es para muchos una prueba de que la democracia brasileña es mucho más madura y existe una clase social educada que quiere implicarse y tomar las riendas del país.
Tanto Dauden como los integrantes del MPL abogan por una mayor implicación de la sociedad en la toma de decisiones. Dauden habla de “gobernar con el gobierno” y Marina Toledo, integrante del MPL dijo al diario brasileño que la ciudadanía “no solo participa votando, sino que la población tiene que participar de las decisiones”.
Aprovechando el ímpetu de estas protestas los sindicatos brasileños hablaron de convocar una huelga general para el próximo mes de julio. El experto Ferrer señaló un problema crónico en la sociedad brasileña con respecto a estas uniones: “Las uniones en Brasil han sido generalmente débiles. Cuando están en una economía donde hay tanta gente pobre, faltar a tu trabajo es un gran riesgo, porque por cada persona que decide no ir a trabajar, hay 15 que están deseando ir en su lugar”.
Sin embargo, las movilizaciones actuales no está poniendo en riesgo el empleo de nadie, ya que no se trata de huelgas. Quizá Brasil se encuentre en el principio de “un proceso gradual, una reforma política que va a ir mudando poco a poco cosas que van a ir afectando todo”, como señaló Dauden.
El caso Brasil y lo que ocurre en Chile con los estudiantes da mucho que pensar sobre el future cercano de Venezuela. Brasil y Chile están dirigidos por líderes de tendencias antagónicas pero legítimos, con dominio y preparación politica, y separación de sus poderes (legislativo, judicial y ejecutuvo), lo cual es una fortaleza institucional… no asi Venezuela, con un regimen que desde fuera palpamos que es autocrático, personalista. totalitario y sin independencia de sus poderes, básico para la existencia de un Estado, de un país o nación.