.
José Ignacio Moreno León
Análisis Libre
China adelanta desde los tiempos de Deng Xiaoping un cambio radical en su desarrollo económico, para impulsar una economía de mercado que ha facilitado un dinámico desarrollo empresarial privado que contrasta con el fallido modelo estatista y populista imperante en nuestro país. Por lo que, contrariando a consejas de notables del régimen venezolano, se puede afirmar -sin errar-que en China ser rico no es malo. Y así lo demuestran las estadísticas especializadas en las que ya para 2012 se registraban en ese país más de 960 mil millonarios en dólares y la empresa Huawei encabezaba la lista de los 500 más grandes consorcios chinos, liderando el grupo del sector privado que representa el 90% del conglomerado empresarial de ese gigante asiático. Destaca entre los magnates chinos Liang Wengen con una fortuna superior a 11.000 millones de dólares. Lo más resaltante de los opulentos capitalistas chinos es su ostentosa conducta de vida que no tiene nada que envidiarle a los magnates del mundo occidental, por lo que China desplazó a los Estados Unidos como el segundo mercado mundial de bienes de lujo, con tendencia a superar al primero que es Japón.
China puede igualmente dar lecciones sobre cómo lograr una educación de excelencia como apoyo a un desarrollo económico eficiente y competitivo en la nueva economía global. En contraste con nuestra realidad nacional -con una elevada deserción escolar, cierre de cursos universitarios por déficit de alumnos, pésima remuneración de los docentes y diáspora de los mismos, universidades públicas al borde del cierre técnico por graves restricciones presupuestaria, en China se han emprendido profundas transformaciones en su sistema educativo, con universidades públicas que se financian parcialmente con el pago de las matrículas, aunque se ofrecen becas para estudiantes meritorios de escasos recursos. Se ha incentivando el desarrollo de universidades de gestión privada y se da un sólido apoyo a la ciencia y la tecnología, por lo que ya varias universidades de ese país ocupan posiciones privilegiadas en el ranking mundial de esas instituciones. No hay dudas que China puede ofrecer valiosas lecciones en lo económico y educativo para ayudar a Venezuela a superar la grave crisis en que se encuentra, como consecuencia de un modelo con las perversidades de la macroeconomía populista y del estatismo marxista que siempre han fracasado en otros países.
Recuerdo, claramente —y no lo olvido, aunque no puedo precisar la fecha—, cuando el pdte. de China Deng Xiaoping dijo: SER RICO ES BUENO, mientras q, al día siguiente, el retrasado mental de Hugo Chàvez aseveró, como parte de su filosofía destructiva, q ser rico es malo. Pues lo primero impera en el régimen Capitalista, q produce abundancia, variedad y riqueza, mientras q el Comunista, genera pobreza y miseria.